⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de dieciocho años🔞, por lo que si no te gusta leer este tipo de escenas, o eres menor de edad te recomiendo saltarla no afecta demasiado la trama.Mis manos recorren el pecho de Federico como si fuera una gran muralla, mis uñas se entierran en sus hombros cuando él besó mi cuello y un nuevo oleaje de calor me recorre el cuerpo. Con un movimiento lo tengo sobre la cama, apartó sus manos de mi cintura y las llevó a su cabeza, sosteniendo mi mirada en sus ojos verdes algo azulados. Las llamas del deseo se ven reflejadas en su mirada, tiene las pupilas dilatadas hambrientas de poder concretar lo que ambos deseamos.
—¿Vaquero quieres que te monte? —pregunto sentándome a horcajadas sobre su pecho, moviendo mi pelvis contra su sexo y presionando sin llegar a penetrar. Sonrió al verlo gruñir, suelta sus manos de mi agarre y las lleva a mis nalgas apretándolas con fuerza, arrancándome un jadeo de sorpresa. Me gusta el sexo rudo, duro y excitante hasta que mis piernas tiemblen sin poder sostenerse por sí mismas.
—Ya te vi montarme, esta noche yo tengo el control mi sol, recuérdalo o tendré que castigarte —de un solo movimiento mi espalda estaba descansando contra el colchón, mi pecho subía y bajaba agitado y mi visión se vio obstaculizada por mis cabellos rubios. Los dedos de Fede apartaron los mechones de mi rostro besando mi labio con ternura y terminando aquel tierno acto con una ligera mordida que logró encenderme.
—Si tienes el control comienza a trabajar vaquero, veremos quien se rinde primero en este ruedo —demandó apretando con mis piernas sus caderas, mi sexo estaba palpitante, queriendo ser atendido por el premio mayor y Fede lo sabía. Su sonrisa se ensanchó en sus labios cuando abrí aún más mis piernas permitiéndole un mejor acceso, él tomó esto como una invitación y se introdujo en mi interior.
Gruñó contra mi oído, mi respiración era agitada y los primeros jadeos brotaron de mi garganta cuando sentí que estaba en completo dentro de mí. No sabía si la falta de práctica o a Federico le creció el pene en estos días, porque sentía mucho ardor en mi zona íntima y un ligero cosquilleo de dolor que se fue calmando al acostumbrarme al invasor. Mis manos se hicieron un puño contra las sábanas cuando él comenzó con sus movimientos, lentos pero profundos y con su mirada clavada en la mía. Sus manos se deslizaron por mis brazos, haciéndome soltar las sábanas para enredar sus dedos con los míos, un gemido fuerte salió de mi boca cuando comenzó a acelerar sus embestidas.
—Más... más —pido jadeante, él obedece mi petición soltando mis manos para tomarse fuertemente de las caderas y penetrar con mayor rudeza. Recorriendo su espalda con mis manos bajan hasta su trasero apretando con fuerza y haciendo que se hunda aún más profundo en mi sexo. Ambos jadeamos como dos amantes que no se ven hace mucho tiempo y este es su reencuentro, el oleaje de deseo que ambos teníamos no podía ser saciado, aparentemente ni en esta vida o la siguiente.
ESTÁS LEYENDO
PERVERSA CRIATURA
FantasyMe mintieron... y lo pagarán. Me sacrificaron... y se arrepentirán. Ellos me quitaron lo que me hacía humana... Ellos me volvieron... una perversa criatura. Sinopsis completa adentro del libro. ADVERTENCIA Contiene escenas de sexo, violencia, abuso...