Dos días después, Louis escuchó el timbre de su puerta y somnoliento y extrañado, fue a ver de quién se trataba....-Oh mierda, no me jodas, ¿ya está aquí?-susurró mirándose horrorizado tras ver al ojiverde por la mirilla.
Rápidamente volvió a su habitación y se puso una camiseta y unos pantalones, mientras que el timbre no dejaba de sonar una y otra vez.
—Voy maldita sea, joder que odioso eres larguirucho.
Tras regresar al salón, este soltó un profundo suspiro y puso una falsa sonrisa en su boca, entonces abrió la puerta.
-Qué pasa niño rico, ¿Acaso estabas masturbandote?, ¿Por qué no abrías?-habló el rizado bastante molesto y entrando con sus maletas.
El más bajo rodó los ojos y enseguida cerró la puerta.
-No creí que vendrías tan pronto y estaba durmiendo no masturbandome-aclaró.
-Si, ya... lo que tu digas-dijo el ojiverde no muy contento-...Tu padre y mi madre tienen mucha prisa por irse a ese estúpido viaje...hoy me he despertado y mis cosas ya estaban en las maletas y luego me han dejado en tu puerta, como si fuese un maldito perro.
Louis rió pues comprobó que a este le hacía tanta gracia el estar allí como a él.
-Bueno, ¿Me dirás cuál es mi jodida habitación o me tendrás aquí todo el tiempo?
-Ok, ok larguiruch...Harry, ven por aquí, sigueme -Habló este caminando delante.
Tras llegar a su nueva habitación, el ojiverde dejó sus maletas y se tiró sobre la cama.
-No toques ni rompas nada, ¿ok?
-¿Acaso crees que quiero tocar tus cosas, enano?, ¿Por quién me tomas?-preguntó el recién llegado con molestia.
Louis extrañamente volvió a reír.
-Vaya, después de todo creo que será muy divertido que estés aquí.
Harry entonces cogió un cojín y se lo lanzó.
—Lárgate, dejame sólo.
-Ok, ok te dejaré.
Este cerró la puerta y entonces volvió a su habitación, donde volvió a tumbarse en la cama.
Dos horas más tarde, se despertó nuevamente y tras meterse en su baño, salió duchado y listo para comenzar el día.
De repente exquisito aroma inundó sus fosas nasales en cuanto llegó a la cocina, con la idea de tomarse su habitual bol de cereales.
-¿Estás cocinando?-preguntó curioso tras encontrarse al ojiverde con delantal y atendiendo los fogones.
El ojiverde se giró y asintió.
-Si, estaba muy estresado y esto me relaja...¿Gustas?, la verdad es lo menos que puedo hacer por permitir que me quede aquí....se que a ti tampoco te hace mucha gracia aunque lo intentes disimular.
Louis sorprendido, se sentó en una de las sillas y pacientemente esperó a que Harry terminase.
-Bueno, esto ya está-dijo el más alto unos minutos después.
Luego de acercar la comida a la mesa, este se quitó el delantal de flores y se sentó.
-Ni siquiera sabía que tenía uno de esos en casa-dijo el ojiazul señalando la prenda.
-Oh bueno es que no es tuyo...vi que no tenías nada en la nevera, así que salí a comprar y entonces lo vi y me gustó.
El ojiazul asintió y casi sin poder creérselo, de su boca salió un halago nada planeado.
-Pues ha sido todo un acierto, te queda realmente bien.
Harry sonrió tímidamente ante eso e incluso sintió como sus mejillas se tiñeron de carmín.
-Gracias, Louis... emmm...¿Comemos?
Al escuchar su nombre por primera vez de los labios del ojiverde, el castaño sintió una corriente que le recorrió la columna de arriba a abajo.
-Vaya, ¿Qué pasó con lo de niño rico?
El rizado chasqueó la lengua sacándole importancia.
-Bueno, supongo que ahora que seremos compañeros, no hay necesidad de que te llame así pero si te molesta puedo seg...
-No, no, está bien así-dijo rápidamente el ojiazul-...que me llames por mi nombre sin duda será genial.
-Ok pues aclarado, ¿Podemos comer ahora?, esto se enfría.
-Ok si cla-claro, Harry, comamos.
....
No olvidéis votar y comentar
ESTÁS LEYENDO
64. Cosas Del Destino Larry Stylinson -Terminada
FanfictionHarry Styles es un tierno y hermoso chico de dieciocho años que llega a Los Ángeles desde Inglaterra, luego de que a su madre la ascendieran y la trasladen en la fábrica de coches donde trabajaba. Louis Tomlinson por su parte, es un chico de veinte...