-Veintiséis-

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Louis había conseguido quedarse finalmente dormido en su cama, luego de pasarse horas dando vueltas, pensando en todo lo que había sucedido con Harry.

El ruido del chasqueteo del pomo de su puerta lo despertó pues al parecer había alguien del otro lado, el cual pretendía entrar.

Extrañado, este miró el reloj de su mesilla y vio que eran las cuatro de la madruga, entonces se levantó y acercándose de puntillas, sacó el cerrojo y abrió.

Con sorpresa, este comprobó que el intruso no era otro más que el ojiverde.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó en voz baja.

El más alto ni se inmutó,ya que pasó por su lado como si no existiera y caminó hasta la cama.

-Oye, Hazza, ¿Estás bien?-preguntó el ojiazul pasando la palma de su mano por delante de los ojos de este.

El más alto no reaccionó pues estaba sonámbulo, solo se acostó y se quedó acurrucado entre las sábanas.

-Oh mierda, Hazza.

El mayor estaba muy preocupado pues había escuchado alguna vez sobre ese trastorno, el cual se solía manifestar en personas muy sensibles en períodos de mucho estrés.

Entonces recordó el que no debían despertarse pues podía ser peligroso, así que también se acostó y finalmente se quedó dormido.

Cuando se despertó en la mañana, este miró al otro lado de la cama pero el ojiverde ya no estaba, entonces por un segundo creyó que lo había soñado pero luego olió la almohada y comprobó que el olor del más joven aún estaba allí.

Abatido, se levantó y fue a la habitación de este pero está estaba cerrada nuevamente con llave, entonces tocó pero no consiguió respuesta.

Louis volvió a su habitación, se duchó y tras vestirse, bajó a desayunar al comedor, donde encontró a su padre y la madre de Harry sentados en la mesa.

...-Buenos días hijo ...estoy muy contento de que te decidieses a venir...hubiera querido hablar ayer anoche contigo pero ya era muy tarde cuando llegué.

El ojiazul asintió conforme y se sentó también.

-Quiero darte las gracias-habló Anne-... mi hijo necesita de toda la ayuda posible.

-Bueno, la verdad es que no sé si serviré de mucho, porque no ha querido escucharme-habló este algo desanimado.

-Debemos tener paciencia y confiar-habló nuevamente el empresario sujetando con cariño la mano de su esposa.

-Yo no desistiré—dijo seguro el más joven—…hoy volveré a intentar hablarle, creo que Ed tiene que ver en todo esto...puede que quizás lo este echando de menos y no sepa como hacer para que vuelvan a estar juntos.

Tanto Mark como Anne se miraron extrañados y con el ceño fruncido.

-No creo que sea nada de eso-habló la mujer-... mi hijo ya no ama a ese chico, es por eso que rompieron cuando él estuvo aquí...la verdad fue un momento muy desagradable... empezaron a discutir porque mi hijo no quería ir con él a sus sesiones fotográficas pues estaba encerrado en la habitación... entonces, un día Harry se lo confesó, creo que no está arrepentido, ni que lo eche de menos.

Tras escuchar eso, Louis suspiró y acto seguido se levantó.

-Pues entonces le obligaré que me diga porque está así...tiene que haber algún motivo para qué haya caído en ese estado.

El cabeza de familia asintió conforme.

-Por eso hemos contratado al doctor, es un muy buen psiquiatra pero a pesar de que ya llevan varias sesiones, todavía no ha conseguido que este le explique.

-A mi me lo dirá.

-Yo también lo creo, hijo ...en las sucesiones al parecer ha hablado muy poco pero lo que ha dicho ha sido sobre ti....por eso hemos llegado a la conclusión de que solo tú puedes ayudarle.

Tras salir del comedor, el ojiazul se quedó muy preocupado pues a pesar de que había repasado mentalmente todos lo sucedido entre ellos hasta la fecha, no podía pensar en qué había detonado el que Harry estuviese en ese estado.

Finalmente, muy decidido a no quedarse cruzado de brazos, fue a la cocina y le pidió una copia de la llave de la habitación del más alto y tras conseguirla, subió hasta ella y abrió la puerta volviéndola a cerrar tras él.

...-¿Q-Qué haces a-aquí?-preguntó el ojiverde desde la cama.

-Quiero que hablemos, necesito que me digas que es lo que te pasa conmigo... quiero que me expliques por qué estás así y qué tiene que ver conmigo.

El rizado resopló molesto.

-No me pasa nada contigo-mintió-...¿de dónde demonios sacaste eso?

El castaño entonces se acercó más.

-Me han dicho que en tus sesiones solo hablas de mí, además he notado que me hablas con mucho resentimiento... al principio he creído qué había sido por lo que había pasado anteriormente pero ahora empiezo a pensar que hay algo más y quiero que me lo digas.

-Vete Louis, no tengo nada que decirte, déjame-exigió el rizado levantándose de la cama.

-No, no voy a irme...quiero saber qué es lo que ha pasado con tu novio.

-Ya no es mi novio, ¿Además para qué mierda quieres saberlo?-preguntó el ojiverde muy molesto.

-Quiero saber por qué has dejado de amarlo.

-¡No pienso decirte una mierda!, ¿Ok?, ¡Eso no es asunto tuyo!- gritó furioso el rizado-...¡Lárgate!, ¡Vete!, ¡Vete joder!.

El ojiazul lejos de irse, se enfrentó a este.

-¡Si que es asunto mío, porque estoy preocupado por ti!—le gritó también—... ¿Acaso no entiendes es que no quiero que sufras y mucho menos por amor?.

Harry chasqueó la lengua incrédulo.

-¡No necesito que te preocupes por mí!...¡Además, ¿tú que sabes del amor?, ¡no has amado a nadie en toda tu jodida vida!

El castaño negó con la cabeza.

-¡Pues para que lo sepas, si que lo sé!.

El rizado soltó una burlona carcajada y acto seguido se tiró en la cama de nuevo.

-¿Ah si?, ¿no me digas?, para ti solo está el salir con chicas, usarlas y luego dejarlas tirarlas-dijo este ya cansado de gritos-... el amor es mucho más que follar...anda lárgate y déjame tranquilo.

Louis se sintió muy dolido por lo que este acababa de decirle.

-Realmente eres un necio y no sabes nada... además, empiezo a pesar que en realidad disfrutas regodeandote en tu amargura-Le recriminó este, ya cansado de la actitud del ojiverde-... eres patético.

Tras escuchar eso último el más alto se levantó nuevamente y lo empujó.

-¡Te odio!, ¡eres un maldito estúpido!, ¡Lárgate ya!, ¡Vete, joder!.

Louis entonces lo miró fijamente y negando con la cabeza, abrió la puerta y se fue.

Este bajó furiosamente las escaleras decidido a abandonar pero de repente se detuvo en seco y tras soltar un sonoro gritó de frustración, se sentó en los escalones.

-Eres realmente terco, Hazza pero no dejaré que te auto destruyas ...no vas a conseguir que pierda la esperanza de descubrir, qué es lo que realmente te tiene así.

......

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64. Cosas Del Destino Larry Stylinson -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora