64. Cosas Del Destino Larry Stylinson -Terminada

-Veinticinco-

Tras vagar y pensar durante horas, Louis no tuvo nada en claro.

Estaba muy preocupado por Harry pues lo que su padre y su nana le habían contado era terrible pero ¿qué podía hacer él?, ¿cómo podía ayudarlo, si este decía estar bien y no lo había permitido seguir hablando?.

En un momento dado, cuando este ya se estaba dando por vencido, recordó que quizás sus amigos podrían saber algo, entonces sacó su móvil del bolsillo y marcó el número de Zayn.

..-Hey Tommo, ¿Qué se te ofrece a estás horas?-Habló el morlcho al otro lado de la línea.

-Hola amigo, oye ¿podrías decirme si tu novio te ha contado que le ocurre a Hazza?.

-Oh vaya, ¿Ya te has enterado de eso?, tu padre me llamó varias veces, diciendo que no le atendidas las llamadas ni le abrías la puerta.

-Si ya...ya lo sé pero dime, ¿Sabes algo o no?

Su amigo negó.

-La verdad es que no sé mucho... solo sé que él ya no quiere quedar con Liam ni Niall y cuando he intentado preguntarle a Li, se ha molestado y hemos acabado discutiendo.

-Ok amigo, gracias.

Tras colgar la llamada, este marcó el número de su otro mejor amigo.

-Buenas noches Josh, oye ¿tú sabes qué le ocurre a Hazza?.

-Oh hola Tommo...bueno exactamente no sé pero creo que es algo relacionado con su novio.

-¿Su novio?

-Si pero no digas que te lo he dicho yo... Ni me mataría si sabe que le escuché hablando por teléfono.

-Tranquilo, no diré nada.

-Creo que el asunto es que han roto pero quise preguntar más y mi novio se cabreó mucho por ello....tan solo sé eso, amigo.

-Ok, gracias.

Tras colgar y guardarse el móvil nuevamente en el bolsillo, Louis se subió a su moto y regresó a su apartamento.

Una vez allí, este sacó una maleta del armario y metió en ella algo de ropa y sus enseres de aseo, a continuación llamó al chofer de su padre y le pidió que viniese por ella.

Luego de esperar unos veinte minutos, el hombre llamó a su puerta y tras entregársela, este salió de su apartamento y se subió nuevamente a su moto.

Luego de hablar con sus amigos, el ojiazul no pudo quedarse parado pues quería averiguar exactamente lo que le ocurría al rizado y para ello debía insistir hasta que conseguir que este se lo dijese.

Al llegar a la casona de su padre, este aparcó su moto en la parte de atrás y entonces vio a su nana salir a esperarle a la puerta principal.

-Mi niño, ¿Has decidido regresar?, estoy muy feliz.

-Si y voy a quedarme por un tiempo...no me iré hasta que ese necio me diga que demonios pasó entre Ed y él.

La mujer lo miró confusa.

-¿Lo sabes, mi niño?, ¿Sabes que ellos ya no están juntos?

Este asintió.

-Oh pobre muchacho...se fue de aquí muy mal, luego de discutir muy fuerte y de que Harry le gritase que ya no lo amaba.

-¿Eso hizo?, creí que lo adoraba-el castaño estaba realmente confuso-... yo había creído que ese estúpido modelo lo había engañado.

Su nana negó.

-No, nada de eso...de hecho ese chico se fue llorando de aquí, estaba destrozado.

Louis asintió y se dispuso a subir las escaleras e intentar hablar con Harry pero la mujer le detuvo.

-No vayas ahora mi niño, cuando le subí la cena, se tomó la pastilla...debe estar dormido y no creo que se despierte hasta mañana.

-Está bien, nana...hablaré con él, mañana.

Tras subir las escaleras, este entró en su antigua habitación, en la cual el chofer había dejado su maleta y se tumbó en la cama.

En la habitación colindante, lejos de haberse dormido, el ojiverde permanecía abrazado a su almohada, torturado por su propios pensamientos en medio de la fría y desoladora oscuridad.

Lo cierto era que en realidad, este no se estaba tomando las pastillas que el doctor le había recetado pues había aprendido a esconderla en la boca y así engañar a la nana.

El ojiverde estaba seguro de que su tristeza no necesitaba de ningún medicamento, ya que su mal no tenía cura, tan solo debía hacer entender a su estúpido corazón, que Louis era inalcanzable y por ello tenía que dejar de amarlo de una vez por todas.

.....

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