Lloraba, se sentía frustrado. El dolor en su pecho hacía que le fuera imposible respirar, y por eso se tomaba de la camisa, así; como si quisiera arrancársela de un tirón, como si esa camisa fuera la culpable de aquella presión tan dolorosa en su pecho.
-Y-Yoon~.— La voz de Jimin sonó temblorosa, y se acercó para arrodillarse ante su esposo.— ¿Qué pasa, amor?
Yoongi no podía responder, se sentía fatal. Podía sentir como si cargara kilos y kilos de arena sobre sus hombros. No sabía lo que pasaba, se sentía cansado, frustrado y pesado. La desesperación creciéndole en el pecho como un huracán furioso que le golpeaba sin piedad.
Pero las cálidas manos de su precioso esposo pudieron tranquilizarle de inmediato, como una cálida brisa de viento que calmaba un calor abrumador. Yoongi miró a su esposo, con esos par de ojos rojos y llorosos, su respiración se detuvo a causa de lo que vio en el rostro de su pequeño esposo.
El estrés y el cansancio también estaba apoderándose de él; Jimin se veía cansado y lo miraba con una mueca de preocupación. La frente de Jimin arrugándose de pronto y sus mejillas abultándose mientras sus ojos rasgados comenzaban a llenarse de lágrimas.
¿Qué ocurría?
¿Por qué? ¿Cómo ocurrió todo eso? Se suponía que sus vidas eran perfectas, incluso llegó a pensar que la llegada de su hijo traería más alegría a sus vidas. La realidad le llegó como un golpe sin poder avisarle, y no supo cuándo, ni por qué, pero de pronto se veían hundidos en un hoyo profundo del que no sabían cómo salir.
La delegada y pálida mano de Yoongi se levantó con esfuerzo y cansancio, y acarició la delicada mejilla de su esposo sollozante. Alcanzó a atrapar con su pulgar la primera lágrima que se resbaló por la mejilla de Jimin y lo vio comenzar a llorar con dolor y desesperación.
-¿Qué pasa, Yoongi~?.— Jimin lloró, y lo miró queriendo buscar una respuesta desesperado.— ¿Qué está pasando? ¿Por qué duele tanto, Yoongi? ¿Por qué~?
Yoongi le miró atento, con el pecho adolorido y con un puñal atravesando su débil corazón. Las lágrimas derramándose de sus ojos igual, con un nudo doloroso atorado en la garganta, y con un sentimiento agobiador sobre el par de esposos.
-No lo sé, amor~.— Lloró igual, con dolor y desesperación, y acunó el rostro de Jimin mirándolo.— N-no lo sé~
[...]
Estaba cansado.
De verdad lo estaba, le dolía cada maldito músculo. No hacía esfuerzo ni nada, pero era como si el cansancio y el estrés estuviera acabando poco a poco con su cuerpo también. Podía sentir el dolor y el cansancio en cada maldita fibra de su cuerpo.
Y sin embargo ahí estaba, sentado frente al escritorio de su padre. Sus piernas se estiraban hacia adelante por debajo del escritorio, y su cabeza caía hacia atrás recargándose en el respaldo. Sus ojeras profundas en sus ojos, su piel aún más pálida de lo normal y su respiración lenta y débil.
El fuerte golpe que dio su padre en la puerta hizo que su cabeza doliera a más no poder. Se enderezó sobre su lugar y quiso quedarse frente al escritorio, pero sin poder levantar la cabeza escuchó atento lo que su padre quería decirle.
-¿Dónde está Jimin?.— Su padre sonó enojado, y podía mirar por el rabillo del ojo a su padre con las mangas dobladas y con el cinturón en una de sus manos.—
Pensó en su madre de inmediato.
-No quiso venir.— Negó lentamente, con su cabeza punzándole dolorosamente.—
-¡Un esposo debe acompañar a su marido! ¡Y más si es para ver a sus suegros!.— Su padre azotó sobre el escritorio el pesado cinturón de cuero, y la mandíbula de Yoongi se apretó furiosa.—
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Tabú [Editando]
FanfictionYoongi buscaba su cinturón, Jimin lo escondía con él en la bañera. El inicio de algo que pudo haber sido evitado. Tipo de contenido; . -Relaciones Homosexuales. -Abuso doméstico. -Maltratos. -Mpreg. PRECUELA DE "EN LA BAÑERA". ES SUMAMENTE IMPO...