Huir

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Namjoon suspiró pesado. Sabía que estaba a punto de retar a sus padres. Su precioso esposo Seokjin le había convencido de hacerlo y podía sentir como el terror se apoderaba de su cuerpo.

-Si quieres voy yo.— Jin le miró con mueca preocupada y Namjoon reaccionó.—

-¡No! No.— Namjoon sonó nervioso y se apresuró a quitarse el cinturón de seguridad.— Voy yo, tú quédate aquí por favor.

-Esta bien~.— Jin le miró, y el arrepentimiento creciendo en su pecho, tal vez estaba yendo muy lejos al pedirle a su marido que lo hiciera, lo miraba tan aterrado y de alguna u otra forma lo entendía.—

Namjoon se inclinó un poco para besar tiernamente su mejilla, era todo lo que necesitaba para darse un poco de valor. Salió del auto y cuando cerró la puerta sintió un terrible mareo que azotó su cabeza, llevó una de sus manos a su pecho y supo entonces cuán aterrado se sentía.

Caminó trastabillando hasta la entrada de aquel hospital, pronto encontró lo que buscaba y se dirigió con crecientes nervios en el pecho. Dio vuelta en uno de los pasillos, el olor a medicamento envolviéndolo desde el momento en el que puso un pie en ese lugar.

-¡Tío Namjoon!.— El grito de su sobrino le hizo girar, y pudo ver como MinHo trataba de soltarse del fuerte agarre de su abuela Min queriendo correr hacia él.—

Pronto lo vio soltarse y el pequeño corrió con desesperación hasta él, siendo atrapado por su tío entre sus brazos. Namjoon sintió como el pequeño se aferró a su cuello y se refugió en él. Lo cargó, y supo que no podía soltarlo hasta salir de ahí.

Caminó con nervios hasta sus padres, quienes le miraban extrañados y tragó pesado cuando pudo llegar a un par de metros de ellos.

-¿Dónde está Seokjin?.— Su padre fue el primero en hablar y Namjoon sujetó con fuerza a MinHo.—

-En realidad solo vine para avisarte.— Namjoon trató de sonar tranquilo y le miró atento.— Hay un problema, creo que el señor Choi está buscándote, me parece que es urgente.

Y desvió la mirada usando como excusa a su sobrino. Miró a MinHo como queriendo asegurarse de que estaba bien, y le sujetó con aún más firmeza esperando a que su padre se tragara su pequeña mentirita para salir corriendo del hospital. Unos cuantos minutos, eso era todo lo que Namjoon necesitaba.

-Bien.— Y supo sostener un suspiro, por la forma en la que su padre asintió.— Regreso en un rato.

-Yo voy contigo.— Y para su fortuna su madre se agarró del brazo de su marido, dispuesta a acompañarlo.—

-¿Dónde está Yoongi?.— Namjoon dio un solo paso adelante, mirándoles atentamente.—

-Fue a almorzar.— Su madre suspiró, y bajó la mirada un poco deprimida.— Tu hermano no se siente muy bien ahora.

Namjoon asintió, tragó pesado y miró a ambos irse. Esperó tan solo unos cuantos segundos, y entró a la habitación de su cuñado cerrando la puerta a sus espaldas.

-Papi~.— Su sobrino por fin pudo salir de su escondite, y ambos miraron a Jimin sentado en la camilla con una pequeña mesita de metal sobre sus piernas.—

-Cariño.— Namjoon pudo observarlo, los ojos de Jimin se iluminaron por un segundo insignificante, tal vez le alegraba ver a su hijo, o tal vez no lo habían dejado verlo.—

Pero pronto la expresión alegre de Jimin cambió a una nerviosa y tímida al mirarlo a él. Supo entonces que su sola presencia también podía hacer algo grave en su cuñado y bajó la mirada en un intento por no ponerlo aún más nervioso de lo que ya se encontraba. Caminó con cuidado y sin soltar a su sobrino se sentó en una de las sillas al lado de la camilla.

Tabú [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora