¿Por Qué No Te Detienes?

6.9K 754 341
                                    

Estaba temblando.

Su cuerpo no podía más. Podía sentir cómo cada movimiento le destrozaba.

Estaba derrotado sobre el suelo, con la ropa raída y con los labios partidos. Sus ojos llorosos y nublados, no le permitieron ver cómo era que el fino hilo de saliva ensangrentado escurría de su boca y caía al suelo.

Tuvo que escupir cuando la boca se le llenó de un terrible sabor metálico. Su espalda se encorvó y cerró los ojos cuando un fuerte dolor le picó en el estómago.

¿Cómo? ¿Cómo podía hacer que se detuviera?

No importaba qué tanto gritara, sentía que tenía la boca tapada y que su voz no podía ser escuchada.

Era un sentimiento tan extraño y tan desesperante.

-No -Jimin lloró, con la voz débil y las piernas tambaleantes-. Ya no quiero. No quiero.

Su voz era débil. Le ardía la garganta y su pecho ya no le permitía tomar el aire que quisiera. Se quejó cuando sintió las fuertes manos de su marido sobre sus brazos y lloró desesperado mientras Yoongi trataba de levantarlo.

-Levántate -le escuchó ordenarlo, y Jimin quiso jurarle que sus piernas no le respondían-. ¡Levántate, Jimin!

-Detente -pidió, débil, desesperado, tratando de encontrar la mirada de su marido, pero la cabeza le daba vueltas y más vueltas-. Ya no quiero.

Sentía que estaba corriendo, que estaba gritando. Que luchaba con todas sus fuerzas. Pero algo le detenía. Su voz no salía, no podía ser escuchado. No podía moverse, se sentía atado y la desesperación no le ayudaba. Quería que parara. Que parara ya. Porque le dolía. Jimin no sabía qué hacer para que todo acabara.

Dejó de sentir las manos de su esposo y sus piernas flaquearon, cayó de rodillas y casi se golpeó la cara contra la caoba.

-¡Jimin! ¡Jimin! -Yoongi gritó, pero su voz estaba tan lejana, su cabeza le dolía y Yoongi estaba ahí, empeorando todo-. ¡Levántate!

Soltó un chillido cuando sus cabellos fueron tomados. Su cabeza fue levantada y él estuvo obligado a mantenerse sobre sus rodillas.

-Por favor -lloriqueó, con las últimas fuerzas que le quedaban, aferrándose a lo primero que se encontró ante sus brazos-. Escúchame por favor. No quiero. Ya no quiero. Para esto. Detén esto, Yoongi. Por favor.

Podía sentir que aquello a lo que se habían aferrado sus brazos era una de las piernas de Yoongi. Estaba arrodillado ante él, aferrándose a sus piernas y manchándole el pantalón de sangre.

-Detente -pidió, sin fuerzas, y al mismo tiempo, desesperado-. No puedo más.

[...]

Jin suspiró.

Estaba cansado.

Esa sola línea seguía apareciendo en las pruebas.

Dejó caer la prueba al bote de basura y se lavó las manos. Estaba cansado y no tenía ánimos.

Abrió la puerta del baño y apenas la cerró, su marido apareció frente a él con la camisa mal puesta y las mangas dobladas.

-¿Y bien? -Su rostro parecía esperanzado-. ¿Qué pasó?

Jin negó, pasando de largo, caminando hacia su habitación.

-Negativo.

Namjoon apretó los labios.

-Está bien -dijo, caminando tras él, mientras intentaba terminar de cerrarse la camisa-. No pasa nada. Seguiremos intentando.

Jin suspiró. Se giró para mirarlo y negó.

Tabú [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora