Nuestro Tormento

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-N-Nam~.— Jin saltó sobre su marido.— Nammie~

-Jinnie~.— Namjoon jadeó, tomó suavemente la cintura de su esposo y le miró atento.—

-¡Ah! Ngh~.— Jin tembló, poniendo las manos sobre el abdomen de su marido, movió sus caderas en círculos sobre su miembro y gimió.— ¡M-mha!

Namjoon se enderezó, con uno de sus brazos le envolvió la cintura y le llenó de besos el cuello y las mejillas. Era justo lo que Jin quería, durante todo ese tiempo Namjoon no le había puesto la mano encima, su matrimonio se había estabilizado nuevamente, y Jin amaba tenerlo todas las noches para él.

-Nam~.— Jin jadeó, sus piernas temblaron y vio de pronto a su marido sobre él.—

-Te amo Jin.— Namjoon jadeó, mirándolo y besándolo.— Te amo~

Entonces Jin le abrazó del cuello, gimió en su oído y se aferró a su espalda morena, tembló lleno de satisfacción y se corrió mojándose el vientre a él y a su marido.

Namjoon se corrió tiempo después, y cayó rendido sobre el pecho de Seokjin, respiró agitado y disfrutó de las delgadas manos de Jin acariciándole los cabellos.

-También te amo, Nam~

[...]

Jimin se sentía terrible. No tenía apetito y su cabeza latía casi como lo hacía su corazón. Pero quiso levantarse y preparar el desayuno para su esposo y su hijo.

Dejó suavemente el desayuno de Yoongi frente a él y sonrió tan bien como pudo, luego, dando pasos débiles, sirvió también el desayuno a su hijo.

Se habría sentado con ellos a desayunar, pero la comida que él mismo había hecho le provocaba náuseas y su boca estaba llena de un sabor terrible.

Quiso apagar todo e irse a dormir, después de todo, ellos no lo necesitarían, su marido se iría a trabajar, y su hijo iría al colegio.

Caminó torpemente hacia la puerta de la cocina, pero su cabeza dio vueltas y sus piernas no pudieron soportar todo su peso, haciendo que cayera al suelo y se golpeara la cabeza.

-Jimin.— Yoongi se levantó de inmediato, se acercó a Jimin y le tocó el rostro, hizo una mueca cuando la piel caliente de Jimin le hizo entender lo que ocurría.— Está ardiendo, llama al médico.

Minho asintió, y se levantó tan rápido que la silla en donde estaba se volteó golpeando el suelo.

Yoongi levantó el agonizante cuerpo de Jimin y lo llevó a su habitación, le recostó suavemente sobre la cama y peinó sus cabellos mirándole atento.

-Y-Yoongi~.— jimin le llamó débilmente, y comenzó a sentir cómo terribles escalofríos atacaban su cuerpo en una oleada helada que le hizo llorar.— Yoon~

-Cariño.— Yoongi se acercó a él, le acarició la mejilla y le besó las manos.— Tranquilo, solo tienes fiebre.

Jimin tembló, su cabeza estaba adolorida y sentía los ojos tan hinchados que creía que en cualquier momento le explotarían. Su garganta quemó y no pudo moverse, pues cada uno de sus músculos dolían y le quemaban.

Entonces se durmió.

[...]

Estaba sentado en una pequeña silla mecedora, la corriente fresca que le acariciaba el rostro se sentía como una oleada de dulzura.

Entonces escuchó unos suaves balbuceos, bajó la mirada solo para darse cuenta de que su pequeño hijo gateaba hasta él. Sonrió, su pequeño hijo aún era un bebé, y se sostenía de sus pantalones, se quejaba y protestaba para poder subir a sus piernas.

Tabú [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora