Tabú [Editando]

La Playa

Lo sabía, sencillamente no tenía salida. Tenía miedo de volver a intentarlo, incluso lo había soñado. La forma en la que huía nuevamente y terminaba con una bala en la frente, tenía miedo a ser asesinado por sus suegros si intentaba huir de nuevo. Si ese era el caso ¿Qué futuro le esperaría a su hijo si no estaba ahí para protegerlo?

Lo único que le quedaba, era obedecer a su marido, así su pequeño hijo no correría peligro. Estaba dando su vida por la de su bebé.

Incluso cuando estaba arrinconado sobre la cama, dejaba que su esposo le acariciara de esa forma tan morbosa, se removió inquieto y ladeó la cabeza cuando su esposo quiso besarle el cuello. Yoongi le abrazaba dejándolo sin salida, metiéndose entre sus piernas y besándole el cuello con lujuria y fervor.

-Jimin~.— Yoongi jadeó, escondió su rostro en el cuello de su esposo y le abrazó, siendo inconsciente de la forma en la que Jimin temblaba entre sus brazos.— Te quiero~ te quiero mucho~

¿Debía responder?

Se sentía obligado a hacerlo.

-Y-yo~ yo también.— Murmuró casi inaudible, bajando la mirada y dejando que su marido le besara en la mejilla.—

Su rostro fue acunado por las manos pálidas de su esposo. Él le miró con temor en los ojos, su nariz se sorbió y miró atento los iluminados y entristecidos de su marido.

-Te amo~.— Yoongi murmuró cerca de su rostro, soltando un suspiro dolido.— Perdóname cariño~

-Papi~.— La voz de Minho le llamó al otro lado de la puerta.—

Entonces Yoongi le soltó, justo cuando Minho abrió la puerta para mirarles. Jimin se limpió el rostro y miró a su pequeño.

-¿Q-qué ocurre bebé?.— Le miró atento, aún con su cuerpo siendo acorralado contra el de su esposo.—

-Tengo hambre~.— Murmuró apenas, asomando solo la cabeza, con temor y los nervios prohibiéndole mirar a Yoongi a los ojos.—

-I-iré en un momento.— Jimin asintió, miró a su marido y relamió los labios un poco nervioso, empujó suavemente a su esposo por el pecho haciéndole a un lado y se levantó de la cama con las piernas temblorosas.— Lo siento~.— Murmuró para su esposo, antes de huir con su hijo a la cocina.—

Yoongi se quedó ahí, aún de frente contra la pared en donde había estado reteniendo a Jimin. Su mirada perdida y su cuerpo inmóvil, con la cabeza agachada y los labios apretados. Jimin no le tocaba, y solo le puso las manos encima para alejarlo de él.

Su corazón empezó a doler cuando supo entonces que Jimin dejaba de amarlo.

[...]

Acarició la suave tela de su pequeña bata, sonrió relajado y suspiró sintiéndose de pronto aliviado. Sus heridas y sus golpes habían empezado a sanar. Afortunadamente, su marido no le había lastimado.

Salvo esos jalones inconscientes y esos agarrones en los brazos en la cama que apenas dejaba su piel marcada. Salvo eso, todo iba bien, porque su marido no le había golpeado, ni gritado.

Bueno, tal vez una que otra bofetada a espaldas de su hijo.

Aunque solo trataba de buscar excusas.

Salió del baño dejando escapar el humo que había mantenido aún sus cabellos húmedos, la fría brisa chocando contra su cuerpo en pijama le hizo temblar por un momento, suspiró profundamente y caminó hasta su habitación.

Pero la vocecita de su hijo logró llamar su atención. Se suponía que debía estar dormido, hace un par de horas que lo había dejado en la cama, cubierto y calientito. Pensaba irse a dormir y caer rendido antes de que su marido llegara, pero se volvió contra sus pies para ir a una de las habitaciones de su pequeño departamento.