𝐈 𝐜𝐡𝐨𝐬𝐬𝐞 𝐲𝐨𝐮, 𝐦𝐲 𝐤𝐢𝐧𝐠 | 𝑃𝐸𝑇𝐸𝑅 𝑃𝐸𝑉𝐸𝑁𝑆𝐼𝐸 |

□ t r e s □

Cuando Cordelia despertó fue por causa de que Edmund le había movido para hacerlo pues no se encontraban Peter ni Lucy.

La chica ayudó a apagar el fuego y correr hacia donde el Q.A. creía que habían ido. Pero, apresuraron su paso cuando Susan llamó a su hermano seguida de Lucy, los demás le siguieron. El corazón de Cordelia se llenó de calidez cuando divisó a su viejo amigo ahí, sosteniendo la espada de Peter.

No espero más, Peter iba a preguntar algo pero la peli negra se adelantó con una voz llena de alegría, sintiendo su corazón un gran alivio.

—¡¿Caspian?! ¡Caspian!— exclamó llendo rápido a sus brazos, juntando sus cuerpos en un abrazo, levantó su cabeza para poder dejarla reposar en el hombro del contrario. Acarició el cabello para poder cerciorarse que era real, estaba con Caspian. Su corazón no dejaba de latir fuerte al ver un rostro familiar y sobre todo, a él —... Miraz dijo que te habían capturado...— susurró cerrando sus ojos, Caspian no hizo más que pegar su cuerpo a él mientras le separaba de su abrazo y poder sostener mejor la espada de su adversario, Peter.

—¿Príncipe... Caspian?— preguntó el rubio mientras miraba un poco incómodo al chico, o tal vez, a como el chico abrazaba a Cordelia. Pero, miró la espada y logró encontrar la identidad del dueño de esa espada.

—... ¿El Gran Rey Peter...?— preguntó Caspian sorprendido mientras los demás acompañantes se acercaban un poco más —¿Pero cómo?

—Tú nos llamaste, ¿No?

—Sí, pero... no son lo que esperaba...

—Ni tú tampoco.— se notaba un poco la actitud de Peter, Caspian mencionó algo de su apariencia joven a lo que no le hizo alguna gracia —Entonces, regresamos en unos años.

—¡No!... Solo... Entiendan...— mantenía pegado a él a Cordelia, quien había ido mirando a los demás narnianos que se reunieron al rededor. Centauros, faunos, leopardos... criaturas que solo había escuchado a través de relatos. Un pequeño ratón salió para poder saludar a los hermanos, sorprendiendo a la chica que se presentaba —¿Estás bien? ¿Qué haces aquí?

—He utilizado mi espada para conseguir armas para vuestras tropas, Majestad.— interrumpió sus palabras el pequeño ratón que hablaba para Peter, algo que para sus adentros la chica agradecía.

—Excelente, porque necesitaremos muchas.— dijo Peter, un poco más alto para que todos lo escucharan, Caspian regresó la espada a su dueño con un pequeño comentario.

Aquello fue lo último que dijeron antes de que comenzaran a caminar en una fila liderada por Caspian y Peter. Cordelia caminaba nuevamente al lado de Caspian por supuesto.

—¿Cómo acabaste con ellos?— cuestionó Caspian después de escuchar la explicación de lo sucedido con Miraz, claro que omitió muchos detalles para comodidad suya.

—Le ayudamos junto con Q.A.— respondió más rápido Peter, omitiendo detalles de igual manera. Cordelia intercambio miradas rápidas con el rubio que mantenía un rostro sereno.

—Entonces, creó que debería agradecerte— dijo con una pequeña sonrisa para el rubio —Por haber ayudado a mi prometida.

Cordelia hacía mucho que se había acostumbrado a aquella palabra, que Caspian de misma manera. Ambos habían sido educados desde pequeños para aquella palabra, pero notó como Peter había Guardado un silencio tenso. No hizo falta soportar más ese silencio pues habían llegado a una meseta, donde había una arquitectura llena de hiervas.

—No es mucho pero, se puede defender.— presentó Caspian mientras otros Narnianos salían del altozano, sobre todo centauros que desenfundaron sus espadas y recibir con honor a los hermanos Pevensie. Los que entraron mientras Caspian y Cordelia les dejaron avanzar un poco para seguir caminando.