"—Te hice una pregunta —habló nuevamente el muchacho. Su mirada era fría, daba pasos hacia mí y yo retrocedía, ¿Alguna vez han sentido esa necesidad de escapar de alguien? Ese sentimiento de miedo, eso es lo que siento en estos momentos, su ojos verdes me aterrorizaban, el aura del lugar se había vuelto tenso con su llegada — ¿Acaso eres muda?
—N-No —Decidí hablar, tropezando con uno de los escalones cayendo sentada sobre estos. Mierda. Su mano tomó mi muñeca, haciendo que me levante. Quedé incómodamente cerca de él. Su mano de apoco comenzó a apretar la mía, provocando que un quejido saliera de mi garganta—. Solo... — ¿Me atrevería a decir la verdad? ¿Qué mi familia había desaparecido y no sabía que estaba pasando?—... Estoy perdida —admití, frunciendo mi ceño. Tomé un último aire de valentía y lo empuje con todas mis fuerzas provocando que se aleje y suelte mi muñeca, la cual había quedado roja.
—¿Perdida? —alzó una ceja y carcajeó—. Entonces vete. Esta es mi casa —Alcé la mirada, así chocando con la suya. Esta no era su casa. Y no me iría tan fácilmente.
—No —Lo miré, él frunció el ceño y fue cuando comencé a notar sus características. Su cabello rubio estaba más oscuro a como se veía en la fotografía, sus pómulos seguían igual de rojos—. Me quedaré, está no es tu casa, está en venta.
Su mirada se endureció en cuanto murmuré la última frase, sin desviar su vista de mi se me volvió a acercar, rápidamente tomó mi cuello en su mano y lo comenzó a apretar con fuerza, restringiendo la circulación de aire a mis pulmones.
—Esta es mi casa —Su mano apretaba cada vez con más fuerza. Intenté detenerlo, tomando sus manos con las mías, pero no lo lograba. Mis pies ya no tocaban el suelo. Clavé mis uñas en sus dedos, luchando para que me soltara.
—¡S-Suéltame! —Dije a duras penas con un hilo débil y tembloroso de voz ahogada. Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Me iba a quebrar la tráquea. Me iba a morir. ¿Acaso planeaba ahorcarme en
su propia casa? ¿Acaso iba a asesinarme con sus propias manos?
Mis ojos se cerraron sin mi consentimiento. De mi gabardina cayó el libro que me había guardado antes. Su atención se desvió al diario. Solo entonces me soltó.
Caí sobre los escalones, inmovilizada. Tosí una y otra vez de forma violenta, los ojos inyectados en sangre; no podía respirar.
Cuando lo miré, lo vi sosteniendo el libro titulado "Mi Otra Vida".
—¿Qué hacías con mi libro? —dijo repentinamente, abandonando el silencio volviendo su vista hacia a mi. Seguía con su mirada dura pero había algo más en ella...—. ¡Responde! —Gritó—. ¡¿Lo leíste?!
Negué con la cabeza, aún incapaz de hablar. Pasó por mi lado corriendo escaleras arriba dejándome ahí tirada, confundida y atemorizada. Ese loco estuvo a punto de matarme, y pese a eso estaba intrigada. ¿Qué tenía ese libro que era tan importante? ¿Por qué, de entre todos los tomos de la biblioteca, me decanté por tomar ese?
Y no solamente eso, si no también de saber quién era él, quien era Marcus Adler, qué ocultaba en su libro. ¿Y si él me podía ayudar? ¿Y si él sabía algo de mi familia?
Necesito encontrar a mi familia, saber qué les pasó, hay muchos sentimientos en mi, miedo, curiosidad, confusión... Dios, si tan solo tuviera una pista de que pasó, ¿Por que nadie parece conocerlos? ¿Nadie me conoce? Soy una desconocida y todos son desconocidos para mí, Necesito averiguar algo y tal vez Marcus me pueda ayudar, a pesar de ser un loco.
—¿Quién eres? —Le pregunté. Él estaba en la misma habitación donde había encontrado el libro, dándome la espalda, con sus manos sobre un estante, afirmado a este con fuerza, desde que llegué con él, me ha ignorado, y sus gruñidos me dan a entender que está furioso.
—¿Por qué estás aquí? —Su voz es dura y grave, su respiración es agitada—. ¿Por qué viniste, Athena?
La piel de punta.
¿Él... sabía quién soy? ¿Cómo?
—¿M-Me conoces? —Cuestione confundida, él volteó y observé sus ojos. Me miraban con enojo y frustración. Sus puños estaban en sus costados, apretando con fuerza.
—Te conozco, más de lo que debería. Pero no sé qué haces aquí, no deberías estar aquí —Dice, dejando un fuerte golpe contra la pared, acercándose a mí. Retrocedí. Su mirada me causaba terror y estaba cada vez más confundida y atemorizada.
Me tomó de la muñeca, apretando de nuevo. Su enojo era notable, su furia e ira estaban puestas en mí. No entendía qué le sucedía, que tenía en contra de mí, para mí él era un desconocido, pero yo para él ¿Qué era? ¿Realmente me conocía?
Su mano me apretaba con fuerza y no decía nada, no mencionaba palabra, solo me observaba, me analizaba con su mirada, soltó un fuerte gruñido, me soltó empujándome y simplemente se fue.
Mi vida estaba totalmente del revés. Mis manos y piernas temblaban, la garganta aún me dolía.
Debía averiguar que me había pasado, que le había pasado a mí familia y también debía saber... Quién era Marcus Adler."
~•~
Capítulo escrito por Javiera, editado por Nahuel
ESTÁS LEYENDO
Estoy Perdida
Abenteuer"Hasta el más escéptico va a coincidir en que el mundo es un lugar raro. Nadie tiene todas las respuestas, y muchas veces nos sorprende con su extravagancia. Tal vez es mejor que no podamos ver el panorama completo. Tal vez... No podríamos soportarl...