𝐃𝐄𝐏𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 (𝟏) | 𝐂𝐀𝐈𝐔𝐒 𝐕𝐔𝐋𝐓𝐔𝐑𝐈

𝐎𝟐. 𝐋𝐚𝐬 𝐦𝐨𝐭𝐨𝐜𝐢𝐜𝐥𝐞𝐭𝐚𝐬

❝ Hola oscuridad, mi vieja amiga, he venido a hablar contigo de nuevo.❞
—Paul Simon.

FORKS, WASHINGTON
HABITACIÓN DE ANNA:

Anna siempre con insomnio no había dormido ni un poco. Así que estaba no estaba muy contenta cuando alguien llamó a la puerta temprano, después de la tarde de compras con su gemela y Bella. Al principio lo ignoró por completo, estaba demasiado depresiva para salir de su cama, la noche había mantenido pensamientos sobre la depresión y lo que parecía haber hecho a Isabella, una chica que Anna anteriormente había considerado una mejor amiga, que ahora después de los acontecimientos de ayer, le parecía una total extraña. Esto la llevó a considerar lo que le estaba haciendo también, quitándole su entusiasmo y la alegría que solía experimentar sobre la más simple de las cosas, pero mientras alguien seguía llamando, Anna se dió cuenta de que probablemente era la única en la casa y que tendría que hacerlo, a regaña dientes salió de la cama y se puso unas pantuflas antes de dirigirse a la puerta.

FORKS WASHINGTON HABITACIÓN DE ANNA:

Bella Swan no sabía lo que le esperaba cuando se presentó a la casa de la familia Stanley, pero a los cinco minutos de espera, apareció una Anna exhausta y gruñona, esa no era la Anna que conocía.

Anna siempre estaba tan bien, que esperaba que la chica se levantara brillante y temprano, y sin embargo allí estaba envuelta en una manga y con pantuflas de unicornio, haciendo todo lo posible para sonreír a Bella a pesar de no querer nada más que arrastrarse de nuevo a la cama y dormir hasta una muerte indolora.

—Buenos días, Bella—saludó tratando de contener un bostezo— ¿Que puedo hacer por ti? —Ella cortésmente preguntó.

—Me desperté con una idea un poco loca, y ejem, ¿me preguntaba si tal ves te unirías a mi y a un ánimo mío, Jacob?—murmuró Bella, sintiéndose un poco avergonzada de ir tan temprano teniendo en cuenta el estado actual de Anna.

—Claro, entraré a cambiarme.

Anna respondió, simplemente no quería, realmente no quería, especialmente si sería tan loco cómo lo que Bella había hecho ayer, pero la chica tenía problemas a la hora de decir "no" a la gente así que simplemente tendría que hacerlo.

EN ALGÚN LUGAR ENTRE FORKS Y LA PUSH WASHINGTON:

Anna se había vestido rápido, y la pareja de amigas ya estaban en la camioneta oxidada y ruidosa de camino a La Push.

—¿Cuál es tú idea?—Anna preguntó rompiendo el silencio.

—Ejem, compré unas motocicletas de tierra.—Bella murmuró con la esperanza de que Anna no la juzgara.