❝La tristeza no es más que un muro entre dos jardines❞FORKS, WASHINGTON - CASA DE LOS CULLEN
Anna estaba agotada, más que nada esperaba poder dirigirse silenciosamente a su habitación sin ser notada, para poder simplemente dormirse, pero en una casa llena de vampiros eso es obviamente una ilusión, así que no se sorprendió al encontrar a Caius en la puerta de su habitación cuando subió las escaleras.
—¿Podemos hablar?—Le preguntó, Anna estaba realmente demasiado cansada para hacerlo, pero no deseaba herirlo más de lo que lo había hecho, así que simplemente se mantuvo callada y asintió.
La chica y el vampiro entraron en la habitación de los formadores con un silencio entre ellos, Anna se sentó en la cama mirando a Caius que estaba de pie de forma algo incómoda en medio de la habitación, aparentemente ansioso por lo que iba a decir, lo que hizo que Anna también se pusiera ansiosa.
—Puedes sentarte—Le dijo con su voz suave y señalando la silla junto al tocador.
—Gracias—Le contestó él con una voz casi igual de suave que la de Anna, se sentó y miró a la chica observándola en silencio, viéndola intentar contener un bostezo, mientras el silencio envolvía a los dos una vez más.
—Lo siento— Se coreó haciendo que ambos soltaran una leve risa.
—Ehm..... Tú primero— dijo Anna señalando a Caius, sin querer ser grosera, aunque tenía el presentimiento de que no la lastimaría físicamente, seguía siendo cautelosa.
—Quería disculparme—Empezó él, mirando profundamente a los profundos ojos marrones de la chica.
—Lo sé, el incidente fue mi culpa y estoy-
—No fue tu culpa— Le cortó Anna, haciendo que su expresión se convirtiera en una de sorpresa. —Lo siento— Dijo rápidamente, mirando sus manos en el regazo mientras se sonrojaba.— Es que... No creo que sea tu culpa. —Explicó, él la miró con una expresión confusa haciendo que ella se explayara.— Lo que quiero decir es que estoy enferma, Caius, ¡Dios! se siente raro admitir eso. No estoy enferma de la forma en que uno pensaría que alguien está enfermo, es más como si mi mente estuviera enferma... de todos modos no importa, sentirse rechazado es sólo una pequeña parte de un problema mucho más grande, y tú no eres la única razón por la que me siento rechazada, así que realmente no es tu culpa. Quiero decir que no te culpo y no creo que debas culparte a ti mismo es todo lo que estoy diciendo— Dijo ella, antes de levantar la vista de su regazo y mirarlo a los ojos llamativamente rojos con una expresión tímida— Lo siento.
Caius estaba sorprendido, cómo podía esa chica tener un corazón tan grande, y sentarse allí y decirle que él no tenía la culpa sin ningún indicio de mentira en su voz, cuando él era un monstruo tan frío y calculador que casi la mató, cómo podía alguien así ser un alma gemela de alguien como él.
—Yo tengo la culpa Anna— Dijo con el ceño fruncido.— Debería haber sido más amable, más cálido. Mejor— Continuó con voz seria.
— Pero tú no lo sabías-
Argumentó ella, no deseaba que él estuviera triste, odiaría que él cargara con la culpa de algo que sentía que era de ella, parecía que ambos necesitaban aprender que no había nadie a quien culpar en una situación como esta.
—No debería saberlo, sólo debería ser bueno contigo. Después de todo eres mi compañera.— Replicó él, dejando a Anna confundida, nadie le había explicado lo que significaba eso de "compañera", y ella no había tenido la energía para pensar en ello y allí descifrarlo, por lo que seguía un poco a oscuras.
—¿Qué es exactamente una compañera?—le preguntó ella con la mirada pensativa.
—Esperaba que los Cullen te lo explicaran.— dijo él como una especie de pregunta a lo que Anna negó con la cabeza.— Bueno, supongo que una compañera es equivalente a lo que ustedes los humanos llaman un "alma gemela".
Esta nueva información le rompió el corazón a Anna, había sospechado que eso era lo que significaba pero tenerlo confirmado que ni siquiera su alma gemela la quería le dolía de una nueva manera.
—¿Entonces por qué no me querías?— preguntó con lágrimas en los ojos, su voz se quebró al final.
—Sí te quería Anna—Dijo él, con la voz llena de desesperación.—Tenía miedo—Admitió.
—¿Miedo de mí?— Se preguntó ella en voz alta.
—Miedo de lo que pudiera pasarte— corrigió él.
Anna pensó por un momento, tenía sentido pero al final fue suficiente para que ella perdonara su repentino cambio de corazón.
—Eso no cambia que solo mostraste tu cuidado después de mi muerte— Sollozó, Caius sintió que el veneno se acumulaba en sus ojos, incluso se culpaba por su muerte no entendía realmente hasta ahora que ella estaba sentada completamente transparente infante de él con lágrimas corriendo por su cara, pero también entendió que esto era más grande que él, y que su compañera necesitaba ayuda que él no podía darle, y ese último hecho por sí solo le rompió el corazón
—Si no te importa me gustaría dormir ahora— dijo Anna sacándolo de sus pensamientos.
—Por supuesto—Murmuró, y luego se fue dejándolos a ambos con un nuevo entendimiento, aunque todavía bastante roto.
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Sálganse de wattpad, quiero estar sola):
—Sam<3
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𝐃𝐄𝐏𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 (𝟏) | 𝐂𝐀𝐈𝐔𝐒 𝐕𝐔𝐋𝐓𝐔𝐑𝐈
Hayran Kurgu❝Hay heridas que no se ven en el cuerpo que son más profundas y dolorosas que cualquier cosa que sangra❞ - 𝐋𝐚𝐮𝐫𝐞𝐥𝐥 𝐊. 𝐇𝐚𝐦𝐢𝐥𝐭𝐨𝐧 (Caius Volturi x OC) (Extended summary inside) 「VERSIÓN TRADUCIDA AL ESPAÑOL」 TODOS LOS DERECHOS A STEPH...