Amor Entre Alquimistas

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Otro día más de trabajo en aquella montaña, el ambiente era el de siempre bastante tranquilo y cada uno en sus propios experimentos, por ratos alguno requería la ayuda del otro y así las horas pasaron hasta que había oscurecido ese día en particular habían tenido más trabajo de lo normal y as horas habían pasado volando, claramente ya era hora de volver a casa.

— Albedo-Sensei, creo que tendremos un problema con el regreso — Dijo con preocupación su asistente.

— ¿A que te refieres? — Pregunto intrigado acercándose a Sacarosa.

Cuando se acercó a ella pudo ver como la nieve había caído tapando todo el camino de regreso y desde el otro lado el puente que con algo de esfuerzo podrían llegar a cruzar ahora si que estaba del todo destruido.

— Oh vaya esto realmente será un problema — Era notoria cierta preocupación en el alquimista, ya era tarde y estaban atrapados en la montaña — Ven Sacarosa, tengo una idea — Llamó Albedo regresando al laboratorio.

Su plan era hacer un líquido con el cual pueda derretir la nieve con ayuda de la visión de Sacarosa sin embargo vaya sorpresa que se llevó al ver varios de sus frascos tirados dejándolo sin materiales con los cuales hacer dicho líquido.

— Este lugar se siente más frío delo que recordaba... ¿Habrá habido una tormenta sin que nos diéramos cuenta? — Comentó Sacarosa acercándose a Albedo el cual estaba frustrado con la situación.

— Oh... Sobre eso, quite algunas antorchas porque pensé que te daban calor, vaya que tal vez fue una mala idea y ahora no se como muchos de mis materiales están regados, diría que alguien estuvo aquí pero el camino es realmente largo y peligroso, no cualquiera podría llegar hasta aquí—.

— Solo nos queda esperar... Tal vez cuando tardes en llegar Klee venga y nos saque de aquí con sus... Oh espera eso no será una buena idea, tal vez debería hacerle algunas bombas más suaves... — Sacarosa empezó hablando bastante positiva, pero al recordar como Klee destruyo una montaña anteriormente la idea de que venga a rescatarlos la empezó a asustar.

— Es una chica inteligente, no vendría aquí sola, seguro buscaría a alguien que la ayude... Espero — La positividad de Albedo tampoco duro mucho.

Los alquimistas al no tener nada que hacer dieron vueltas y vueltas en el lugar, incluso volvieron a trabajar esperando que alguien los sacara de ahí incluso maldijeron el no tener una visión pyro o al menos electro y con los minutos pasando el frío se les hacía mucho mayor.

— Sacarosa — Llamó Albedo — Tengo una idea, bueno la llevo pensando un rato, con tu visión anemo y algo de fosforo podemos intentar derretir la nieve, aunque no nos queda mucho podemos intentarlo — Explico Albedo.

— Si se acaba no podremos encender las antorchas... Pero llevamos aquí un buen rato, vale la pena intentarlo si alguna antorcha se apaga impulsaré el fuego con mi visión incluso si tengo que quedarme despierta toda la noche — Dijo muy decidida Sacarosa, los sacaría a ambos de ahí y si no podía hacerlo entonces mantendría el lugar cálido.

Albedo la miro con una pequeña sonrisa y asintió a las palabras de Sacarosa, el dúo empezó su plan y si bien por unos minutos parecía estar funcionando a más derretía la nieve de alguna manera aparecía más ¿Cómo? Realmente no lo entendían.

— Sacarosa mejor para — Demandó Albedo — Si la nieve sigue apareciendo es posible que haya un mago del abismo, si ese así enfrentarlo podía ser complicado, mejor esperemos—.

Sacarosa asintió y ambos regresaron a seguir dando vueltas y esperar ayuda, pero la temperatura seguía bajando y ambos empezaban a tener hambre por suerte siempre habían algunas golosinas ya que Albedo disfrutaba mucho de comer dulces mientras trabajaba, luego realmente no comía tanto en el almuerzo y la cena pero para el estaba bien así, junto a los dulces Albedo sacó una botella de vino lo cual extraño mucho a Sacarosa.