Amor Entre Alquimistas

8

La conversación lo hacía sentir raro ¿A qué quería llegar Mona con esas preguntas? Sacarosa era su amiga, no necesitaba más preguntas para estar seguro de eso.

— Albedo, a ti ¿Alguna vez te ha gustado una chica? Ya sea sentimental o sexualmente — Realmente las emociones y Albedo eran un tema complicado.

— Bueno... — Responder algo así realmente lo ponía incomodo ¿Por qué Mona tenía de repente tanto interés en su vida sentimental? — Supongo que- — Fue interrumpido.

— No me digas supongo, creo, tal vez... Solo responde o ahora me dirás que eres casto hasta el matrimonio — Okey, estaba empezando a perder un poco la paciencia, pero él era tan difícil.

Albedo suspiro... ¿Qué respuesta dejaría satisfecha a Mona? Era humano...Obviamente había tenido deseos carnales aún así no es algo que quisiera andar diciendo como si fuera un orgullo, tampoco entendía como habían llegado a ese tema, él solo quería arreglar las cosas con Sacarosa ¿A que venía todo eso? ¿Acaso quería que confesará si alguna vez había deseado a su amiga? ¿Por qué necesitaba algo así? Él jamás tocaría un pelo de Sacarosa o haría algo en contra de ella... Si alguna vez una idea u otra pasaron por su mente solo se quedaron ahí.

— ¡Bueno sí! ¿Estás feliz? Mona solo dime que hacer con Sacarosa... — Se quejo el alquimista, solo quería una respuesta.

— ¡¿Ah?! ¡Albedo! ¡¿Qué no te das cuenta que te gusta Sacarosa?! — Exclamó ya irritada.

Las palabras de mona lo atravesaron como una flecha ¿Qué le gustaba Sacarosa? ¿Qué estaba diciendo? Ellos eran compañeros, amigos y ya, Sacarosa era una chica hermosa claro que sí y genial en cuanto personalidad, pero ¿Gustarle de manera romántica?

— Mona... ¿Qué quieres decir? —.

— ¡Te gusta físicamente! ¡Es tu chica favorita! ¡La dibujas constantemente! ¡Y ESTÁS DESESPERADO PORQUE TE VUELVA A HABLAR! ¡¿Cómo justificas eso Albedo?! Oh ya se, es que somos amigos ¿Verdad? ¿Nunca has querido estar más cerca con ella? ¿O hacer otras cosas? Es que ¿Como puedes no darte cuenta? — Realmente estaba irritada quería que Albedo lo asumiera de una vez y no tenía más paciencia.

El joven alquimista aún estaba procesando todo, era cierto... Espera ¿Cómo sabía lo de los dibujos? En cualquier caso... Era cierto si quería estar mucho tiempo con ella, esperaba con ansias verla en el trabajo, explicarle cosas que no entendiera o ayudarla, hablar con ella, verla caminar, sus ojos tan tiernos... Realmente le gustaba mucho todo eso, pero nunca pensó que él podría sentir esas emociones ¿Gustar de otra persona? Entendía que como humano puedes desear a alguien, pero es algo meramente físico, él a veces se sentía muy despegado de sus sentimientos y la idea de enamorarse o gustar de alguien nunca espero que pudiera pasar y menos sin darse cuenta las veces que tuvo esa idea rondando en su mente imagino esas emociones intensas de las que había escuchado donde no puedes hablar o se te hace un nudo, pero nunca sintió eso con Sacarosa siempre se sentía cómodo de estar con ella y quería hablarle y escucharla, no podía imaginarse tartamudeando o algo así, con Sacarosa todo fluía tan natural.

— Suponiendo que es el caso... — Estaba avergonzado y eso lo incomodaba más, no solía sentirse así — ¿A Sacarosa yo podría gustarle? Ahora pareciera que me odia... — Su mirada era triste.

De alguna manera lo había logrado, Albedo por fin reconoció sus sentimientos, pero... Lo siguiente es que se reconciliara con Sacarosa y tal vez... De tan solo pensar en confesarle lo que ella y Kaeya hicieron le ponía los pelos de puntas probablemente la mataría o la dejaría sin almuerzo gratis eso sería peor... Pero Albedo solo era una victima tal vez si no hubiera intervenido ellos mismos se hubiera confesado de aquí a unos veinte años.

— Tengo que confesarte algo... — Pronunció nerviosa Mona — Recuerda que somos amigos y nunca tuve una mala intención — La mirada de Albedo ya era acusatoria y ella aún ni hablaba.

Aún así Mona le confesó a Albedo lo que hizo, dejar el alcohol en su oficina y junto a Kaeya con sus habilidades elementales enfriar la zona además del bloque de hielo que eran ellos mismos, también le dijo lo que posiblemente hayan hecho él y Sacarosa mientras estaban ebrios.

El rostro del Albedo era de vergüenza absoluta, la simple idea de imaginar que él y Sacarosa... Realmente se hizo notar en su expresión, se podía ver la vergüenza y que efectivamente estaba molesto con Mona, pero también con él mismo ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Cómo se embriago tan fácilmente? ¿Sacarosa lo recuerda? Era un buen momento para destruir Mondstadt y llevarse la vergüenza la tumba, bueno no, tampoco hay que pensar en locuras.

— Mona... — Pronunció una vez estaba más calmado — ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡No solo a mí, sino también a Sacarosa! ¡Ella también debe estar avergonzada! — Sí, realmente estaba molesto.

— ¡Una botella como esas se la bajan sin problema Kaeya, Venti o Rosaria! ¡¿Cómo iba a saber que ustedes eran tan intolerantes al alcohol?! — Ahora ella estaba indignada, sus intenciones nunca fueron hacerles daño, solo quería darles un empujón.

— Realmente no quiero hablar contigo — Finalizó la conversación Albedo.

Realmente estaba más que molesto con Mona y se sentía sumamente avergonzado con Sacarosa ¿Qué debería hacer? Probablemente Kaeya haya estado en casa de ella por los planes estúpidos de él y Mona, seguro Sacarosa tampoco sabía de aquel tonto complot y realmente no sabía que hacer... Solo deseaba que ese par de idiotas no hubieran intervenido o haberse dado cuenta de sus sentimientos antes y él mismo decírselo a Sacarosa y cualquier cosa que pasará ¡Fuera sobrios!

En fin, necesitaba pensar las cosas y no ver a Mona, ni siquiera estaba seguro si él y Sacarosa... Bueno eso, tampoco sabía que decirle o como tal vez tomarse unas verdaderas vacaciones no estaría mal...

— ¿En serio iremos a Liyue? — Exclamo emocionada Klee.

— Bueno si estas de acuerdo podemos ir, después de todo estoy de vacaciones y podré jugar contigo — Respondió con una sonrisa.

— ¡Yey! Albedo y yo jugaremos mucho, pero voy a extrañar a Razor y a Mona y-y a Lisa, Sacarosa...—.

— Supongo que Razor podría venir con nosotros — Propuso Albedo — Además no está demás vigilancia extra... — Susurró para sí mismo, ciertamente no quería causar algún problema porque Klee explotará algo, pero si Razor estaba con ella era un poco más seguro.

— ¡Yey! Razor es de mis mejores amigos ¡Así será aun más divertido! — Celebró Klee.