beautiful mistake. » h.s

16.

Dejé caer mi cuerpo en la pared mientras, de cierta forma, volvia a la realidad. Su antebrazo estaba apoyado fetalmente en la pared, su cabeza se apoyaba en él y su respiración agitada servía como guinda del pastel.

Me daba miedo. Rara vez lo había hecho. Harry Styles me daba miedo.

-Vete.- Espetó y me incorporé como pude limpiando mis lágrimas. Las piernas me pesaban, quería salir volando de allí, maldita gravedad. Pero no, me debía demasiadas explicaciones sobre todo, y lo que acababa de decirme. No, me negaba a admitir que aquello fuera verdad. Me había hecho demasiado daño.

-Harry.- Comencé cogiendo aire.-No me moveré hasta no obtener la explicación que me debes.

Expiró un par de veces y, de nuevo y justo cuando había calmado los chimpancés que saltaban en mi interior, comenzó a golpear todo a su paso de nuevo. Tiró el jarrón al suelo rompiéndolo en añicos y el espejo; no era supersticiosa, pero lo peor serían los 7 años de mala suerte.

-¡Harry! ¡Para, por favor!- Le grité en un intento fallido de pararle, prácticamente sollozando. Cuando me alzó la mano para golpearme pero se detuvo mirando mi cuerpo totalmente estremecido esperando a su duro tacto. Tacto que nunca recibí.

-Vete Kim, joder, vete.- Apretó los labios, como si el pasado le doliera. Claro, el pasado le dolía. Sus ojos joder, sus ojos lo decían todo y yo era tan estúpida, tan estúpida que sólo me fijaba en sus acciones.

-Por favor.- Dejé que por mis mejillas corrieran lágrimas despreocupadamente, el pasó una de sus manos por su pelo y ahogó un suspiro.

-Por qué lo hiciste.- Esbozó ante mi clara confusión. El gesto se le torció. -Por qué mataste a mi hermana, por qué así.- Negó agarrándome fuertemente del brazo.

-Harry, e-escúchame.- Intenté soltarme y, por suerte, lo conseguí. Sobé mi brazo un par de veces mirando sus ojos oscuros.-No sé que dices, no sé de que hablas.- Justo cuando él iba a abrir la boca lo hice callar, no con un beso, no joder, el no me gustaba. -Estoy harta de que me juzgues y no me escuches. No sé qué narices hace mi tío, no sé que narices haces tú, y no sé por qué narices tenéis que meterme en toda esta mierda.- Tomé aire ante su atenta mirada. -Deja de tomarla conmigo, deja de hacerme daño, olvida que existo, que alguna vez existí para tí. Porque no tengo que ver con ninguno de los dos. Con ninguno. Yo sólo quería ayudarte, pero me rindo.- Susurré eso último y acaricié mi cuello justo antes de tomar la fuerza que me quedaba antes de echarme a llorar y salir pasando por su lado.

No se que sentía por Harry Styles. No se que pasó con mi vida. No sabía quién era mi tío, o Simon, o como se llamara. No sabía ni quién era yo. Siquiera quiénes eran mis padres, si tenía. Mi vida era una mentira, una bonita mentira, tal vez yo era un error, o el error que cometí fue presentarme en la vida de ese tipo ruloso.

Caminé por el frío asfalto londinense abrazándome a mi misma. Era de noche, muy entrada la noche. Calculé las diez. No quería volver mi casa, más que nada por el interrogatorio policial de mi tío, muy propenso para mi rímel corrido, mi palidez y mi cuello morado. Nótese la ironía.

(...)

El pijama y la ducha me sentaron de perlas después de haber vomitado dos veces esa misma noche. Antes de entrar a casa, me aseguré de disimular el rímel corrido gracias a la propensa agua de la fuente del parque, y mi tío... Bueno, él no me dijo nada, simplemente porque sus ojos verdes no llegaron a alcanzar el grado de deterioro de mi rostro.

Me tiré a la cama con mi móvil entre mis manos y busqué a Shawn Mendes en mi reproductor, seguía queriendo a alguien como él en mi vida. The Weight, perfecto. Apagué la luz abrazada a mi cojín favorito e intenté dormir.