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-¿Qué le has echo? ¡Responde!- Escuchaba los gritos de, al parecer, Mike. Empecé a abrir los ojos pero un fuerte dolor de cabeza me lo impedía y hacía que se nublaran de nuevo.

-Yo no le hice nada idiota.- Esa voz ronca tan familiar... 

-Todo el mundo sabe que clase de tipo eres Styles.- Odiaba esta sensación, solo escuchaba partes de una conversación algo brusca, abrí mis ojos y entre sombras, divisé a dos chicos, Harry y Mike.

-¿Qué hago aquí?- Dije casi susurrando, ya que me sentía débil, entonces otra figura borrosa ante mis ojos entró a a la habitación.

-Chicos, teneis que salir.-  El doctor, y ellos obedecieron y salieron al pasillo, yo solo cruzaba los dedos por que ambos se marcharan.

-Kim... ¿Te llamas así, verdad?- Asentí como pude mientras fui enfocando al doctor que me alumbró con una linterna a los ojos. -¿Qué ha pasado?

-Y-yo solo recuerdo que bebí una Coca-cola...

-¿Seguro que era Coca-cola?- Volvió a preguntar y asentí rotundamente.- Pues... Estabas bajo el efecto de la droga.- Volqué mi cabeza hacia un lado y cerré mis ojos fuertemente.

-Yo no consumo drogas.- Dije segura de mi misma.

-Tal vez fue en contra de tu voluntad, tal vez no te percataste de que aquella coca-cola contenía esa sustancia.- Ahora que lo decía... Recuerdo el primer encuentro con Harry, una choza, drogas y alcohol y el pertenecía a todo aquel clan, fue él... Él me drogó...

-No sé que pasó, yo solo quiero regresar a mi casa...- Suspiré mientras mis ojos aún permanecían cerrados gracias a su pesadez.

-Cuando quieras te puedes ir, cuando te encuentres mejor principalmente.- Cuando quise darme cuenta, el doctor había desaparecido de la sala rápidamente, solo sé que volví a quedarme dormida por el dolor de cabeza.

-Kim... Kim despierta...- Mi cuerpo estaba siendo balanceado, abrí mis ojos que esta vez divisaban mejor y me encontré con el rostro de Mike, pero algo en él me llamaba la atención, una ceja cosida, el labio abierto y la cara con algunos golpes de color morado intenso.

-¿Q-qué te ha pasado?- Me incorporé y le toqué con mi débil y temblorosa mano el labio.

-Eso no importa ahora, vamos, te llevaré a casa.- Cogió mi brazo y se lo echó al hombro, puse mis pies en el suelo y cuando me quise dar cuenta, estaba montada en el coche de Mike.-Kim... Cuidado.- Esa frase me descolocó e hizo que lo mirara extrañada.

-¿Cuidado? ¿Cuidado por qué?

-Styles... Aléjate de él Kim, te hará daño.-

-¿Te refieres a Harry?- Con solo pronunciar su nombre mi garganta se quebraba, ese chico... Ese chico no era normal, sus ojos lucían con un intenso verde y con solo mirarlos, te fundían. Era agresivo y llegaba a darme miedo, mis manos sudaban y temblaban cada vez estaba con él.

-Sí, Harry Styles.- La mirada de Mike permanecía firme a la carretera, tragó saliva y comenzó a hablar.- Se dice que ese chico pertenece a un clan famoso en la ciudad, podría decirse que en el país... Se dedican a traficar droga, y su día a día es el alcohol, la droga y las chicas, que a veces se las llevan a la cama por placer y porque ellas quieren y otras veces en contra de su propia voluntad, drogadas.- Al decir aquella frase, un escalofrío se apoderó de mí, pero ahora una sola pregunta rondaba por mi cabeza, ¿Cómo sabía él todo aquello?

-Mike... ¿Puedo hacerte una pregunta?- Dije con voz temblorosa.

-Me parece que no, acabamos de llegar.- Rió levemente, por lo visto llevaba algo de prisa así que dejé aquella pregunta para otra ocasión.

Entré a casa y dejé mi móvil sobre el mueble de la entrada, subí a ducharme, necesitaba olvidar todo lo ocurrido. Le dí al grifo del agua caliente mientras mi cuerpo empezaba a quedar desnudo. Me metí bajo el agua caliente mientras esta caía sobre mi cara y mi cuerpo.

Terminé aquella ducha, me coloqué mis leggings y mi sudadera larga ya que por la noche hacía algo de frío y me recogí mi largo cabello en una trenza que dejé caer sobre mi hombro derecho. Al bajar las escaleras, vi la lucecita de mi móvil iluminarse, lo que significaba que había recibido un mensaje nuevo.

"Hola preciosa, te he grabado mi número. H."

Harry... Harry me había grabado su número en mi móvil. Yo quería que ese chico se olvidara de mí, porque yo haría lo mismo, pero me temía que iba a ser todo lo contrario. Me tiré al sofá como un cuerpo sin vida y encendí la televisión. No sé cuál era la razón, ni el por qué, pero me entró un pequeño ataque de ansiedad... No era demasiado grave, pero empecé a necesitar algo que supuestamente se convirtió en parte de mi vida, mi uñas empezaron a dejar de sobresalir de mis dedos y mi cuerpo empezó a no poder estarse quieto ni un solo instante. Me levanté a beber agua, pero mi mano comenzó a temblar y el vaso cayó al suelo. ¿Qué me pasaba? O mejor dicho, ¿qué le pasaba a mi cuerpo?

Salí al jardín, el césped acariciaba mis pies, en verdad no entiendo bien la razón por la que salí, pero sentí la necesidad de respirar aquel aire que tanto adoraba, la suave brisa fresca de verano golpeaba mi cara y sentía como aquella ansiedad se iba calmando. Entonces mi mente se despejó de golpe, droga, yo sólo necesitaba droga... Entonces pensé en Harry.

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Siento la tardanza al publicar este capítulo, pero espero que haya merecido la pena, muchas gracias por leer como siempre y sabéis que desde que habéis comenzado a leer esta novela ya sois parte de mi corazón.

Besos a todos mis lectores xx

beautiful mistake. » h.s Donde viven las historias. Descúbrelo ahora