{Su respiración y sus pesados pasos la seguían arrastrándose por el pasillo. Su herida seguía brotando sangre desde su mejilla, pero a él simplemente ya no le importaba.
No había corazón, no había lágrimas, no había sentimiento, sólo había un cuerpo sin vida que iba navegando sin rumbo creyendo ir a la deriva, pero no lo hacía, por que no tenía brújula. El corazón pasaba de él, y el alma ya acabó rota y descompuesta hace mucho tiempo.
Simplemente por sus pómulos ya no corrían lágrimas hasta llegar a la comisura de sus labios, como antes sucedía. Sus brazos ya no rodeaban a nadie con buenas intenciones. Y su sangre estaba manchada.
Manchada de dolor.}
Narra Kim.
Su casa apestaba a masculinidad, y con masculinidad quería referirme a ese aroma a perfume masculino, suavizante para la ropa y acogedor. Dirigí mi mirada hacia la mesa del salón, en la que había una foto en un marco. Me aproximé a cogerla pero una gran mano rodeó mi muñeca, levanté mi mirada y negó.
-No puedes.
-Sí que puedo.- Me deshice de su agarre y cogí entre mis manos el marco.
Un hombre, de entre unos 35 años se encontraba enmedio y esbozaba una sonrisa, en sus brazos había una niña rubia, de ojos verdes grisáceos... Tendría unos 4 años.
A su izquierda podía divisarse una mujer delgada, cabello azabache y ojos verdes esmeraldas, labios carnosos, como Harry. Y delante de ella un niño rubito, ojos esmeraldas muy muy claros y brillantes, sus dientecitos asomaban y se veía realmente feliz. Se me encogió el corazón.
Levanté la mirada para mirar a Harry y volví a divisar a aquel niño.
-Has cambiado.- Esbocé y se dibujó una sonrisa de lado en mis labios y en los suyos, aunque de inmediato la borrara.
-Todo el mundo cambia, ¿no?- Su respuesta se quedó en el aire unos segundos, no los aproximé ya que me quedé ensimismada mirando aquella bonita escena, una familia.
-Sí, pero no tanto.- Me senté como los indios en el suelo mirando aún la imagen.
-¿Que te hace pensar que ese niño soy yo?- Su esbelta figura quedó reducida, se sentó sobre la mesa largando un suspiro.
-Tus ojos.- Levanté la mirada para encontrarme con sus radiantes ojos. Aunque ellos también habían cambiado. De ser brillantes y puros, a ser apagados e incluso me atrevería a decir que cambiaban. En ocasiones lucían resplandecientes, en otras se volvían verdes oscuros e intimidantes.
-¿Y ellos?
-Mi padre murió, mi madre aún vive, mi hermana...-Tomó aire y apretó su mandíbula levemente.- También murió.
-¿Cómo?
-No quiero tocar el tema, Kim.- Apartó la mirada levantándose de la mesa.
-¿Por qué no? Harry... Quiero saber de tí.- Me levanté, divisé como los músculos que componían su espalda se tensaban.
-¡He dicho que no quiero sacar el puto tema!- Alzó la voz dando a la pared con su puño y dejándose caer en ella con la cabeza apoyada, me sobresalté y por un momento, creí escuchar mi corazón latir a mil en el silencio de la sala. Ese hombre estaba destrozado.
-Harry...- Posé una mano en su hombro.- Vamos...- Apartó bruscamente mi mano de su hombro.
-Lo sabes bien, Kim.- Esbozó sin mirarme.-¿Acaso no?
-No sé de que estás hablando Harry.- Me aparté un poco de él, no por temor, si no por incertidumbre. Aunque para que mentir, tal vez por ambas cosas.
-Kim Collins...- Susurró entre una risa ronca y dura, se giró quedando apoyado en la pared. -Una noche de Octubre, varios "ladrones" asaltaron mi casa, mi hermana fue brutalmente atacada por una chica, su cara estaba cubierta por un pasamontañas negro, pero podía distinguir a la perfección sus ojos verdes grisáceos, su cabello...- Hundió la mano entre los mechones posados en a ambos lados de mi pecho y esbozó una sonrisa con asco.- ...castaño claro que sobresalía del pasamontañas. La mató.
-H-Harry, yo... Yo lo siento mucho.- Esbocé con voz temblorosa imaginándome la situación y él soltó mi cabello clavando sus ojos como dos dardos inminentes a los míos.
-Eres una hipócrita.- Se lanzó a mi cuello y me empujó contra la pared levantándome por el cuello.-La mataste, fuiste tú, maldita sea.- Sus músculos se mantuvieron tensados mientras sujetaba mi cuello.
Por mi tráquea dejaba de correr aire, el conducto se estaba colapsando o más bien, taponándose.
-Y-yo no fui.- Dije entrecortadamente posando mis dos manos en la suya temblorosamente. Estaba viendo mi vida pasar ante mis ojos, mis labios comenzaban a tenirse de morado y mis ojos se volvían blancos en determinados momentos.
Sus ojos tenían ese tono oscuro, me miraban con odio y su mano cesó dejándome caer al suelo,se giró posando una mano en su frente, gesto de impotencia. Yo tosía como si volviera a la vida, sus dedos estaban marcados en mi cuello y me dolía hasta la simple función de tragar saliva.
-Te odio.- Esbozó y comenzó a golpear todo lo que encontraba a su paso.-Te odio y te amo maldita sea.
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Holitas! VACACIONES DE NAVIDAD! *Hace la ola*
Vale, capítulo 15 ya, estoy pensando terminar la Fanfic esta navidad bc soy malvada y quiero dejaros con la intriga. Bueno, en verdad me estaba planteando hacer una 2° temporada, ¿qué os parece? Dejad la opinión en los comentarios como siempre:-)
VOTAD Y COMENTAD Y MUCHÍSIMAS GRACIAS POR HABER LEÍDO, POR FAVOR RECOMENDAD LA FANFIC, ME AYUDARÍA MUCHO. BESITOS XX

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beautiful mistake. » h.s
Fanfiction-Quiero escuchar mi nombre en tus gemidos, nena. +Joder, te odio. Te odio y te amo maldita sea.