Y ese era el problema, que no podía privarme del lujo de verla sonreír, o de ver como se enfadaba. De que me diera una palmadita en el hombro cuando algo le parecía mal. De que me gritara. Que la necesitaba, y que no quería perderla porque era mi jodida vida a pesar de la puta mierda que estaba haciendo de la suya... Tenía 19 años y ya la habían drogado, la habían violado, y ni ella siquiera sabía donde estaba metida. Y todo eso ese cuerpecito insconsciente de los asientos traseros, esas curvas tan perfectamente marcadas, ese pelo castaño claro suave y esos ojos verdes que en ese momento permanecían cerrados.
Este no era el jodido plan.
La bajé del coche al estilo nupcial, como siempre hacía. Porque esta escena se repetía cada semana, cada mes hasta que acabara consumiéndola poco a poco. Entré de nuevo a mi casa para tumbarla sobre mi cama, lo que significaba otra noche más en el sofá.
-Hijo de puta.- Esbocé refiriendome a Simon mientras inspeccionaba su pálida tez. Me levanté y bajé a por algodón y alcohol para intentar que reaccionara.
Empapé el algodón con alcohol y lo pasé rozando su nariz, entonces ella la arrugó y se incorporó como si le faltara el aire o como si quisiera echar algo para, en el mismo momento, derrumbarse y abrazarse a mí como aferrándose a la vida.
No se dió cuenta de que yo era el único que podía hacer que la suya tuviera sentido común.
-No se quién soy Harry, e-él me pinchó algo y, y me encerró... y-y comencé a verlo todo negro...- Gimió entre sollozos e hice que se callara posando uno de mis dedos en sus labios.
-No quiero saber nada más de ese cabrón Kim.- La miré separándola un poco de mí para ver como el poco rímel que llevaba aquel día se le corría poco a poco, con cada lágrima.
-Qué hago ahora..- Susurró mirándome. Sus ojos estaban completamente vacíos, y joder, el alma se me caía a los pies cada vez que le caían más lágrimas.
-Quiero que me des una jodida oportunidad.- Solté al fin sosteniendo su cara entre mis manos mientras sus ojos atentos intentaban descifrar cada detalle de los míos.- Si me dejas, prometo hacer que cada noche sea especial, prometo darte las respuestas que necesites a tu tiempo, prometo no dejarte caer nunca. Y prometo hacerte feliz, cambiaré por tí si hace falta, pero sólo si me dejas. Puedes tirar mi fachada de cabrón, pero déjame intentarlo.- Cogí aire al ver como sus ojos tomaban un cierto brillo especial, que pocas veces había distinguido.
-Te dejo, te dejo. Te necesito.- Entonces se tiró a mis brazos y se acurrucó en mi camiseta blanca sucia y fue cuando el corazón me golpeó el pecho por esta chica. Una sensación estúpida, y no sabría cuanto podría aguantar sin soltar alguna perla o simplemente herirla, sólo sabía que la quería a ella y a todas sus incontables maneras de volverme jodidamente loco.
Narra Kim.
Me aferré a él como si fuera mi única salvación, irónico, porque él lo era.
Solo necesité unos meses para darme cuenta de que verdaderamente sólo me hacía falta él, él y un futuro planeado a su lado entre otras cosas. Pero el futuro era incierto... Por lo que de por sí sólo podía conformarme con tenerlo a mi lado mientras durara. Me había hecho demasiado daño, pero uniendo todos los cables me daba cuenta de que él me necesitaba más que yo a él. Tan sólo un día anterior me di cuenta de lo que verdaderamente sus ojos no dejaban pasar. Y él se dió cuenta de que se equivocó conmigo. Lo quería, e iba a darle una oportunidad para que pudiera recomponerme y recomponerlo a él.
-No pienses que te estoy utilizando para sentirme mejor, por favor.- Nuestros ojos volvieron a chocar cuando solté ese jadeo.
-No lo hago.- Su voz ronca llenó toda la habitación y sus grandes pulgares repasaron mis mejillas sonrosadas de haber llorado quitando así mi rímel corrido.-No quiero que vuelvas a llorar.-

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beautiful mistake. » h.s
Fanfiction-Quiero escuchar mi nombre en tus gemidos, nena. +Joder, te odio. Te odio y te amo maldita sea.