beautiful mistake. » h.s

4.

Pero no podía llamarlo, no debía, se suponía que yo quería alejarlo de mí y no el contrario. 

Entré a casa dando un portazo trás de mí y resbalándome por la puerta hasta llegar al suelo, dónde me senté sosteniéndome mi cabeza con mis manos. 

<No flaquees.> 

Mi mente me incordiaba de una manera seria, yo movía la cabeza para despejar aquellos pensamientos que correteaban. Sentí la necesidad de llamarlo, de hablarle y decirle que viniera, él y su forma de sentirse bien. 

<Vamos Kim joder, no seas tan debilucha.> 

Me levanté y mis manos temblorosas agarraron mi móvil.

<No lo llames, eres una puta débil, acabará por matarte.> 

Busqué su nombre en la lista de contactos y pulsé, estaba llamándole.

"Hola preciosa." Esa no era su voz...

"¿E-eres Harry?" Pregunté mientras todo mi cuerpo en sí temblaba.

"Sí, soy yo." Contestó firmemente, detrás se escuchaban murmullos, y decidí colgar.

Acababa de hacer una tontería... Todo esa ansiedad se pasaría, intentaría relajarme... No es para tanto, al fin y al cabo, podría sobrellevar toda esa situación.

Subí las escaleras llegando así a mi cuarto y tirándome a la cama como si se tratrara de una nube. Dejé que mi cuerpo se desentendiera, se relajara y se dejara llevar, me desconecté, me olvidé de todo... Pero mientras estaba en ese trance, mi móvil sonó y me puse realmente nerviosa. La curiosidad mató al gato... Aún así me levanté y lo desbloqueé encontrándome un mensaje de Candy.

"¿Comemos mañana? Bonnie también vendrá. Candy xx"

"Sí, nos vemos cuando salga de trabajar, buenas noches. Kim x"

Volví a bloquearlo y lo dejé sobre la cómoda. Cuando me quise dar cuenta y sin querer caí en un sueño realmente profundo.

(...)

La alarma retumbó en mi cabeza, ese maldito sonido que tanto molesta una mañana temprano de martes. Me escurrí entre las sábanas y saqué una mano para apagarla... Lo peor de todo es que no recordaba haberme tapado aquella noche y eso me inquietó un poco. Al fin acabé levantándome y entrando al baño para ducharme. Cerré la puerta y encendí el grifo de agua, mientras se ponía caliente, mi cuerpo iba quedando desnudo.

Me metí bajo la misma y empecé a lavarme mi largo cabello, a esparcer gel por mis manos y a pasarlo suavemente por mi piel. Yo no era una chica lo que se dice lanzada... Lo que ocurrió aquella noche fue un impulso, y algo me decía que el que contestó al teléfono no era Harry, esos recuerdos se me nublaban un poco... Por alguna razón no lograba recordar exactamente que ocurrió. 

Terminé de darme aquella ducha que me dejó la verdad bastante bien, me cepillé mi pelo mojado y lo dejé suelto y bajé a desayunar, miré el reloj que marcaba las siete y media, llegaba a tiempo. Preparé un zumo de naranja, no tenía hambre en verdad... Pero al menos un zumo de naranja me vendría bien. Mientras me lo bebía puse la televisión y el canal de las noticias.

"Una famosa banda de traficantes recorre la ciudad, trafican droga, alcohol y últimamente varias chicas desaparecen, la policía está tras ellos mientras tanto, se ruega precaución y si ven a algún componente de esta banda callejeando avisen inmediatamente a la policía, muchas gracias."

Apagué la televisión al minuto, el primer motivo por que tenía que ir al trabajo, y el segundo era que estaba completamente segura que Harry pertenecía a esa banda de traficantes y que yo, un día estuve entre ellos, solo pensar eso me producía repugnancia y un temblor se apoderaba de mi cuerpo. Cogí mi mini-mochila y mi móvil y salí de casa andando a paso ligero por la calle, no me gustaría encontrarme a ninguno de ellos "casualmente"