Si nada nos salva de la muerte, que el amor nos salve de la vida.
Pero cuando no se tiene ese amor que te puede salvar, por el que lucharás contra viento y marea, ¿que te queda?
Marcos Llorente, acaba de fichar por el Atlético de Madrid. Viene dis...
Marco había ido a recoger a Marcos a Valdebebas. Se había mantenido a una distancia prudencial para que nadie hablara al día siguiente de que él estaba en el feudo madridista. Su cuñado se montó en el coche y él arrancó en dirección a su casa.
- No tengo ningunas ganas de meterme en casa -dijo Marcos- ¿porqué no llamas a Mónica y nos vamos por ahí a tomarnos algo?
- Lo haría sino fuera porque ella ya ha salido esta noche -le contestó Marco- Lidia, Ariadna y ella tienen una noche de chicas, así que...
Marcos miró a su cuñado y suspiro. Deseaba ver a Lidia. Muchísimo. Hoy cuando había marcado el tercer tanto del Atlético, lo había hecho pensando en ella. Y quería decírselo. Que supiera que su golazo desde fuera del área había sido para ella.
- ¿Y sabes donde han ido? -le preguntó Marcos rondándole una idea en la cabeza
- Creo que se iban a cenar por ahí a un japonés o un indio y luego iban a "La fábrica". Me parece que han alquilado un reservado para que no las molesten -contestó Marco- ¿por?
- No, por nada -le contestó Marcos pensativo- y digo yo, nadie nos impide ir a nosotros también a "La fábrica", ya sabes... de noche de chicos, ¿no?
Marco lo miró y se río.
- Pues no, no hay quien nos lo impida. Además, que me apetece ver a mi novia y darme el lote con ella. Que yo también he marcado hoy un gol y quiero celebrarlo
- Pues entonces perfecto. No le digas a Mónica que vamos -le dijo Marcos- sólo entérate bien de donde están y que se lleven la sorpresa
- Me gusta como piensas Llorente -le respondió Marco esbozando una sonrisa
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⚽ Más tarde ⚽
La idea de alquilar el reservado había sido de Lidia. Les apetecía bailar y beber solas sin que nadie se les acercara. Aunque habían estado un rato en la pista central, se habían subido al poco tiempo para estar las tres solas. Lidia las había invitado a cenar en un restaurante indio que Jaki les había recomendado porque solía ir mucho. Y les había encantado. Después, y como si de tres adolescentes se trataran, se habían bebido en la puerta de un bar un litro de vodka con limón entre las tres. Después habían entrado en la discoteca y subido al reservado.
Lidia estaba muy relajada. Estaba con su mejor amiga y con su hermana, y por primera vez en bastante tiempo, se sentía algo más libre. Ariadna también se sentía bien. Se le había soltado un poco la lengua y acabó contándole a Mónica lo de Joshua y Robert. La pequeña Llorente se río a carcajadas de lo que le contó Ariadna y simplemente le dijo que era la puta ama por haberse acostado con dos de los tíos más buenos de la liga alemana.
Aunque Ariadna no podía evitar mirar el móvil de vez en cuando y ver que Joshua seguía llamándola y mandándole mensajes. Los cuales no había contestado ni cogido el teléfono.
