Yo no sabía que decir. Aquel chico un tanto desconocido para mi, que pronto se sería algo más, me miraba algo impaciente esperando una respuesta.—¿Sabes? Me hubiese gustado que hubieras ido. Te busqué por todas partes.
—Yo no pertenezco a ese sitio—fue todo lo que le respondí y me senté en el banco de aquel parque, que se convertiría luego en nuestro lugar favorito.
—¿Cómo lo sabes si nunca has ido?—Esa pregunta estuvo dando vueltas en mi cabeza durante mucho tiempo—El domingo lo volverán a repetir y esta vez espero de todo corazón que vayas.
Suspiré, él era muy insistente. Me negaba rotundamente a manchar con mi alma aquel lugar tan sagrado—¿Por qué insistes tanto?
—Porque puedo ver en esos ojos tristes la necesidad que alguien te escuche. Siento que quieres escapar de algo—aquella declaración tan acertada me hizo pensar aún más y si había algo que odiaba era perderme en mis pensamientos—Dios no juzga, él te consuela y te ama. No existe ningún mal que no pueda curar. Si lo que pienso de ti es verdad, si te duele el corazón y tu alma está rota, Dios te ayudará solo debes pedírselo.
Se fue y me dejó allí sentada llena de dudas y de inseguridades ¿sería cierto? ¿Él me escucharía? Rápidamente negué, aún no podía creer en sus palabras, pero si lo que decía era verdad puede que al final haya encontrado la solución para poder ser libre.
Había vivido demasiado tiempo encadenada e incluso una parte de mi ayudaba a hacer más larga aquella condena, una que en sus brazos pareció ser menos dolorosa.
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Buscando mi sonrisa [Sonrisas Parte I] [Cristiana]✅
KurzgeschichtenAmérica es un triste chica que quiere desesperadamente que su dolor desaparezca, entonces conoce a Gabriel, un ángel que le abrirá las puertas del cielo y las de un mundo eterno lleno de paz. Porque no hay nada más maravilloso que el amor de un pad...