DISTRACTION || HYUNSUNG

3

 Estaba sentado en la puerta de la casa de su primo, no sabía cuanto tiempo estuvo tocando la puerta y lanzando pequeñas rocas a la ventana de la habitación. Quería explicarle todo ¿Pero cómo lo iba hacer si no le abría la puerta? 

Pensó un buen rato y decidió llamarlo por teléfono, no se esperó que su amigo contestara. 

"—¿Hola?" Respondió esa voz que tanto conocía.

"—¿Hyunjin?" 

"— Oh, Seungmin. Hola"

"—¿Porqué estás con el teléfono de Ji?"

"— Hoy salí con él, necesitaba distraerse un rato y bueno... le pedí salir un rato. Ahora está en el baño."

" —Ah, después dile que tengo que hablar con él." Antes de que el rubio contestara le cortó la llamada.

Jisung salió del baño y observó a Hwang con su celular, se le hizo extraño. Se acercó a pasos largos hasta el lugar.

— ¿Qué haces con mi teléfono? 

— Estaba sonando así que contesté.— Dijo de forma tranquila.

Han no entendía porqué actuaba de forma tan cercana con él, ellos no eran cercanos, solo hablaron muy pocas veces en el pasado. "Me tiene pena" pensó el castaño.

— ¿Quién llamó?

— Seungmin, dijo que después lo llames que tiene que tienen que hablar.

Se estremeció con solo escuchar aquél nombre. Sabía que tenía que tenían que hablar ¿Pero qué iba a decir? ¿Que no aceptaba la relación? Sería muy egoísta, no quería ser malo con su primo. Lo único que le quedaba era aceptar todo y quedarse con el corazón roto.
Hyunjin notó como los ojos del chico se volvían acuosos.

— Pedí cheesecake, me dijiste que era tu postre favorito ¿no?

Jisung asintió con la cabeza mientras se sentaba al frente del rubio.

— ¿Nadie te dijo que eres lindo cuando sonríes?— Preguntó Hwang, haciendo que Han sonriera.

Todo lo que había pedido con anterioridad llegó. Se dispusieron a comer. Han siempre fue una persona divertida, de esas que te alegraban las mañanas, de esas que deslumbraba a cualquiera con una sonrisa. Pero desde ayer por la tarde se lo veía decaído, débil, triste.  El pequeño siguió bromeando, pero no estaba ese toque característico que hacía reír a todos. 

Luego de terminar el café y cheesecake, fueron a un parque que estaba cerca del lugar. Estaba vacío, eso les pareció raro ya que era muy bonito, lleno de flores y pequeñas luces.

— Hyunjin.— Lo llamó. — ¿Qué debería hacer con Seungmin? Digo, no quiero privarlo de salir con alguien que le guste pero... tampoco quiero sentir lo que siento ahora.

— ¿Qué sientes en este momento? 

— Me duele el pecho, tengo ganas de llorar, estoy triste y confundido. 

— Eso es difícil de superar ¿Sabes? Pero no imposible. Luego verás esto como una experiencia.

— ¿Experiencia a qué? ¿Tendré que acostumbrarme a que todas las personas que me gusten terminen saliendo con gente en la que yo confió? Eso es ridículo.— Dijo con enojo. 

— ¿Quién anda ahí?— Preguntó una voz desconocida, era la de un anciana. Será que... —Cariño, parece que hay vagabundos en el jardín de nuevo.— Definitivamente eso no era un parque. 

— Tráeme la pala amor, yo me encargo. — Después de escuchar eso, el señor salió. —Salgan de mi jardín, mocosos salvajes.— Los empezó a seguir.

Hyunjin tomó la mano de Jisung para correr, fue una secuencia bastante graciosa ya que aquel anciano no paraba de correrlos y maldecirlos. El rubio se cayó varias veces y se llegó a chocar con un poste por mirar atrás. Una de las persecuciones más ridículas para los adolescentes. Estuvieron un largo así hasta que lo perdieron de vista. Ambos comenzaron a reír después de lo que había pasado, fue tan absurda la situación.

— Dios, en serio no me esperaba eso.— Comentó el alto.

— Es lo más ridículo que me pasó en la vida.— Dijo el castaño para luego seguir riendo. Pero luego vio que su compañero tenía una de sus rodillas sangrando. — Hyunjin, tu rodilla.

— Oh, no es nada.

— Por aquí hay una farmacia, vamos a comprar algo para tu herida.— Luego de eso tomó la mano del chico y caminaron hasta el lugar.

 Le pidió que se quedara fuera mientras él se encargaba de comprar. Pidió alcohol y unas banditas, banditas de osito. Luego salió del lugar, encontrándose con Hwang sentado en la vereda. 

— Vamos, muéstrame la herida. — El rubio hizo caso y se posicionó para que Han tuviera acceso a curarlo. 

— ¿Banditas de osito? ¿Es una broma?

— Eran las únicas que habían.— Dijo antes de ponerla en la rodilla de su compañero.— Listo, andando que tengo que ir a casa.

— ¿Estás enojado? — Preguntó, pero no obtuvo respuesta. — Jisung ¡Hey! te estoy hablando.

— Si, estoy enojado. Me pareció ridículo lo que dijiste antes.

— ¿Qué tenías que tomar la situación como una experiencia? Lo siento por eso, no se expresarme muy bien que digamos.— El castaño lo ignoró y siguió caminando. — Suggie, de verdad lo siento.

— No me digas así, es muy tonto.

— A mi se me hace tierno, Suggie... es tierno como tu. — Dijo con una sonrisa.

— Pienso que estás intentando ligar conmigo si dices eso, cállate. 

Hwang se sonrojó por el comentario de Jisung ¿En serio me veo así?  Se preguntó. Siempre fue una persona de dar halagos a la gente, pero nunca pensó que ser así lo haría ver como un pica flor. 

Siguieron caminando, ya era de noche y como no quería que nada malo le pasara a Han lo acompañó en silencio. Aquél chico se veía enojado, era incomodo verlo así. Para cuando llegaron a la casa, lo invitó a pasar pero se negó. No quería ser molestia para Jisung, además no quería hacerlo enfadar más. 

— Nos vemos el Lunes.

—¿Por qué no mañana?— Preguntó el rubio.

— Realmente no se si quiera salir de nuevo... Digo, fue muy linda la salida y todo pero no estoy de humor y no quiero que te sientas mal conmigo. Además se que haces esto porque me tienes pena y-

—¿Pena? ¿En serio piensas eso?— Suspiró.— No te tengo pena, solo quería ayudarte a que estés mejor y de paso aprovechar para conocerte, para ser más cercanos.    

Un silencio incomodo estuvo por varios minutos que parecían eternos, ambos se miraban con expresiones que no podían comprender ¿Miedo? ¿Dolor? Ninguno sabía, solo se miraban y guardaban silencio.

 — Me voy.— Dijo Hyunjin algo molesto.

— Nos vemos mañana a las cuatro. Creo que tienes razón, necesito distraerme un rato. 

— ¿Me estás usando?

— Tu mismo dijiste que querías ayudarme, acepto tu ayuda.— Luego de eso lo saludó con la mano y entró a la casa.

Hwang quedó confundido por unos segundos, nunca pensó que Jisung sería tan... raro. Decidió volver a su casa también, las calles eran peligrosas por la noche.