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— Déjame entender.— Lo paró su madre.— Seungmin está saliendo con el chico que te gusta ¿Es así?— asintió con la cabeza. — Oh, cariño.— La mujer lo abrazó.

— Se que debe ser difícil para tí, pero tienes que entender que uno no elige de quien se enamora.— Apoyó su padre.— Él te gustaba desde hace tiempo, pero tienes que entender que él no siente lo mismo ¿Duele? Claro que si, pero no puedes privarlos de la felicidad.

Jisung no lloró, no tenía más ganas de llorar. Quería pasar del tema, pero no podía ocultarle todo a sus padres, tarde o temprano descubrirían que su hijo no la estaba pasando bien.

— Además, ese chico no vale la pena.— Comentó la señora Han.— Veo que hay alguien que está detrás de tí y no te das cuenta.

— Mamá, tu nunca estás en casa.

— Pero nosotros nos damos cuenta de las cosas muy rápido, Suggie.— Dijo el señor.— ¿Quién era ese muchacho? El que te acompañó.

— Oh, es solo un compañero.— tomó uno de los almohadones que estaba en el sillón y lo abrazó.— Se llama Hyunjin, es con quién hice el trabajo grupal de Historia del año pasado.

— Así que es él... me cae bien.— Comentó, su hijo la miraba extrañado.— ¿Qué? Te acompañó a casa, se ve que es un buen partido.

— ¡Papá, mamá está diciendo cosas extrañas! Dile algo.— Gritó para luego cubrirse la cara con el almohadón.

— Coincido con tu madre, se ve que es un buen partido para tí.— Apoyó su taza de café en la pequeña mesa. — Deberías invitarlo a cenar con nosotros.

Siguieron discutiendo sobre alquel rubio por unos minutos, hasta que Jisung les confirmó a sus padres que lo invitaría a cenar. Ambos mayores sonrieron, estaban emocionados de conocerlo.

La señora Han se dirigió al teléfono de línea, pediría una pizza para cenar, nadie en la casa tenía ganas de cocinar. Estaban tan felices de estar con su hijo que no querían perder tiempo. Luego fué a buscar su maleta, le había traído varios regalos a su pequeño. Era el suéter que Jisung había visto un día de compras con su madre.

— ¿Te gusta?

— Claro, es hermoso.— Se abrazó a la prenda y luego miró a su madre con cariño. — Gracias.

Jisung sintió como lo sacudían de forma bruta. La noche anterior se había quedado conversando y bromeando con sus padres.

— Hijo, despierta que se te hace tarde.— Dijo la señora despojandolo de las sábanas.— No me hagas usar la almohada.— Esperó unos segundos, pero Han seguía en el quinto sueño.

Agarró una de las almohadas que su hijo tiró mientras dormía, y empezó a golpearlo con ésta. Ahora si estaba despertando.

— Ya, ya desperté.

— Vístete, está tu amigo abajo.— Comentó contenta.— Les prepararé el desayuno.

La mujer salió de la habitación y bajó para ver al rubio. Había llegado hace unos minutos preguntando por Jisung, ella lo miró extrañada pero recordó al chico de ayer y exactamente era el que estaba en su puerta.

— Ahora baja, les prepararé el desayuno.— Le sonrió.— ¿Cuál era tu nombre?

— Hyunjin, Hwang Hyunjin.

—¿Hwang? ¿Acaso tu madre trabaja en una empresa de construcciones o algo así?.— Preguntó amablemente. El rubio asintió con la cabeza.— Oh, entonces la conozco. Ella trabaja conmigo, siempre me habla de sus tres adorables hijo, ya veo porqué.

DISTRACTION || HYUNSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora