•Capitulo 70 ~Kairosclerosis~

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Todo el mundo está vuelto loco, yo estoy furiosa, mejor dicho todos estamos así, Poché está llorando, no ha dicho nada y no tiene nada que decir, se lo que puede estar pasando por su mente…… debe sentir mucho miedo, por la manera en la que no ha dejado de tocar si hombro supongo que se siente vulnerable a un próximo disparo o peor aún, un disparo hacia su papá o a Vale o incluso a mi, a mis padres, a mi hermana, todos estamos en riesgo a eso y ahora Poché está cargando con todo el peso de eso y es tan estúpido y tan injusto.
-Te Amo y prometo que toda mierda pasará. – le dije y la abracé por la espalda, puse mi mano sobre su mano que tocaba su hombro y la apreté con fuerza.
-¿Y si lo que debe pasar ya……. Es nuestro amor?. – dijo y mi corazón se enfrió.
-No me digas eso Poché, duele imaginarse tan solo algo así… - le respondí y me puse frente a ella.
-Mira Calle, tal vez no estamos destinadas a estar, ha habido muchas señales desde el momento en el que nos conocimos hemos sido interrumpidas, iniciando por el timbrar de la campana en aquel receso en el que nos vimos por primera vez, ese día te quería dar un abrazo por la gran conexión que sentí y porque literalmente eras la primera niña que se me acercaba y te sentí como mi primera amiga, y ese abrazo nunca pasó porque sonó la campana y desde ahí, una maldita campana ha interrumpido todo de mi vida hasta ahora contigo, tal vez solo podemos amarnos con gran fuerza y pasión pero no estamos destinadas a estar juntas. – me dijo entre llanto y me rompió el corazón.
-No acepto tus palabras, estamos destinadas a nuestro futuro, nuestras vidas es estando juntas. – le respondí con la voz quebrada.
-Nunca debí ir a LA, nunca debí aceptar ese trabajo, nunca debí encontrarte allá, nunca debí siempre traerte en mente desde el día que te fuiste desde el día que te fuiste de Bogotá, siempre fue lo que quise y anhelé, siempre salía, salía con la ilusión de algún día toparme contigo, tropezar y ver qué eras tú y aunque me odiaras, yo quería sentirte, tener Aunque sea un roce contigo, fui a LA y mi corazón inconscientemente pedía a gritos encontrarte y así pasó y ahora me arrepiento tanto de eso, nunca debí atraerte a mi vida llena de desgracias, tu vida era perfecta antes de volverme a encontrar y ahora mira a todo… Es un desastre todo el mundo está mal por mi culpa. – dijo y me enojé.
-No es justo todo lo que pasa, esto no debería estar pasando, me mereces y yo te quiero tener, quiero amanecer todos los días como hoy, junto a ti, aunque nos vieran desnudas pero juntas, Te Amo Poché y nunca dejaré de hacerlo, así que no hagas esto, no me lastimes y más importante no te lastimes a ti misma, no seas injusta. – Le dije y la abracé.
En ese profundo abrazo, ambas nos perdimos un momento, y de repente vi entrar a muchas personas, entre ellas a los abogados, a Marco, Antonio, Mary y ¿Tony?.
-¡Tu no tienes nada que hacer aquí!. Vete de nuestro apartamento. - le dije gritando. Tony es como la cuarta parte responsable de esta mierda.
En una de las cita de Poché para la rehabilitación del brazo de Poché, ella me contó muchas cosas sobre Tony, de como se lo encontró en Medellín y que por él Amanda dio al hotel donde ella se estaba quedando, y así como ellos dos eran como uña y mugre, así como él estaba al tanto de la violación y lucían la chamarra del uniforme que el cerdo de Óscar le arrancó aquel día, básicamente es otro maldito con intenciones de lastimar a Poché, además de que Tony era en el Colegio el tipo niño que estaba obsesionado con una chica, en este caso Poché, así como Óscar, la “diferencia” es que el nunca tratado de hacerle daño a ese grado pero para mí es igual de cerdo que Óscar.
-Tony vete, por Dios, tú estás del lado de Amanda, seguro estás igual de loco que ella y este es otro de sus estúpidos planes, así que antes de que saques un arma de tu pantalón o de algún lado y me jodas el otro hombro, evita que te saquen a golpes de aquí, Por favor vete. - dijo Poché y le abrió la puerta.
- Dani, Poché, él está con nosotros nos va ayudar a que esto pare. – Dijo Antonio.
- Eso suena tan estúpido yo no puedo confiar en él y ni en nadie más así que se vaya o ahora mismo llamo a seguridad para que lo saquen. – dije y me dirigí al teléfono para hablar al portero y mandara a seguridad para sacar a este cerdo.
-Escúchenme, por favor. – dijo tomándome del brazo.
Lo miré fijamente a los ojos y miré a Poché, ella cerró la puerta y todos los acomodamos para escuchar a este idiota.
La cabeza me duele de tanto de escuchar a este estúpido, no lo soporto y tengo tanta rabia, esta plática va para mal, no le creo nada, no confío y ni confiaré en el.
Poché lleva llorando todo el rato que Tony lleva hablando y se alejó de mí, se cambió de lugar del sofá, está al otro extremo mientras que nos separan mi papá y Antonio. Me duele, quiero tenerla ahora mismo entre mis brazos y al mismo tiempo que el dolor, siento mucho miedo.
- ¿Tienes pruebas?, ¿tienes algo que valide lo que ahora dices?, Si no tienes nada esto no tiene nada de caso y seguro es otra de las jugadas de Amanda. – dijo Poché gritándole a Tony con una mirada retadora directa a los ojos de Tony, se levantó ella del sofá y él no pudo sostenerle la mirada a Poché y la desvió hasta el suelo.
-Lo sabía, no tienes nada, mejor lárgate ahora mismo y piérdete por favor. – dijo y se sentó de nuevo limpiándose las lágrimas.
-Ya vete Tony, esto es muy estúpid…….
-Si tengo algo. – dijo interrumpiéndome
- ¡Habla ya! - Dijo Poché y se levantó de nuevo.
- Tu chamarra, la del uniforme del colegio, no la tengo conmigo, pero sé dónde está y eso es prueba de que dices la verdad sobre tu violación, Óscar la guardo como un premio y siempre la presumió con medio mundo e incluso tiene tu nombre. – dijo y vi como Poché cambió la expresión de su rostro de una mirada retadora, dominante y valiente a una mirada vulnerable con un tono de piel pálido mientras que su nariz se enrojeció y sus ojos empezaron a romper entre lágrimas, corrí hasta ella y me abrazó fuerte, la abracé y entonces…. Recordé.
Que tonta fui en el pasado. Un día, en el colegio, Tony y Óscar andaban jugando una chamarra, era la chamarra de Poché. ¡Mierda!
Recuerdo que fue en los días en los que Poché y yo no nos hablamos y ella falta un tiempo al colegio, ahora todo se termina de unir, cuando les pregunté de quién era la chamarra y por qué la andaban jugando y presumiendo, e incluso algo raro que noté en la chamarra es que se veían unas manchas que a mí parecer era sangre y cuando pregunté de todo a estos idiotas dijeron:
Es un Trofeo
y chocaron puños.
•Poché
Mi chamarra era un trofeo para este par de imbéciles.
No quiero volver a recordar lo que pasé aquel día, y después de eso la manera en la que traté de recuperar esa chamarra. Esa chamarra era muy especial y valiosa para mí y hasta apenas recuerdo que nunca la recupere, mi cabeza suprimió esos recuerdos y me duele recordarlo es inevitable ignorar esto.
El abrazo de Calle me calma y me da esperanzas de seguir luchando y se creer que esto va a terminar y por fin podamos alcanzar la paz y felicidad.
Ahora Antonio y el papá de Calle, salieron junto con Tony, mientras nos quedamos hablando con los abogados, supuestamente detrás de esa salida hay un plan dónde Tony irá con Óscar y no sé qué más…. La cabeza me dolió y no escuché el estúpido plan que seguro no funcionará.
Mi menta está en:
La chamarra, la chamarra… no entiendo el por qué mi mente suprimió ese recuerdo.
Calle recibió una llamada de Germán, pide que vayamos a alcanzarlo a la fiscalía, algo pasó y me asusta averiguarlo, realmente tengo mucho miedo de ir. Me metí al cuarto a cambiarme ya que seguía aún en pijama, me cambié y como pasó final, me miré en el espejo, me observé detenidamente, y pensé: este es el rostro de una persona que tiene miedo de enfrentar sus miedos, que le aterra hacer justicia y hacer valer su estabilidad y felicidad, pero veo también a una persona decidida que si ya soportó mucho, aún puede con más.
-Amor, debemos irnos ¿qué pasa?. – dijo Calle al entrar y notar que me miraba en el espejo.
-Nada, es solo que lo azul de las puntas de mi cabello ya me aburrieron. – le respondí disimulando lo que pensaba y mis ganas de volver a llorar.
-Después de esto, te llevaré al salón para un cambio, el que quieras, lo que quieras lo prometo. – me tomó la mano y me dio un dulce beso en la frente.
Lucharé, seguiré en este plano por Calle, por mi familia y por mí.
Llegamos a la fiscalía, en el camino calmé mis nervios ya que Calle me abrazó todo el tiempo y me llenó de dulces besos en la mejilla, literalmente todo el camino.
Entramos agarradas de las manos y nos hicieron pasar.
-Oscar confesó. – dijo Germán y la sangre se me congeló.
-Esta es tu chamarra. – dijo uno de los abogados y me dio una bolsa transparente dónde se notaba mi chamarra del Colegio. Las manos me temblaron, abrí la bolsa y desdoblé la chamarra.
María José Garzón Guzmán
Decía aún, era la letra de mi mamá, no aguante y comencé a llorar.
-María José pasa para que declares. – dijo el fiscal y aún con la chamarra en las manos pasé. Esto es lo que temía, la herida se volverá a abrir y ahora duele más que nunca.
Declaré, dije todo, desde el colegio hasta la fecha, desde la primera vez que fui tocada sin mi consentimiento hasta de la segunda en aquel antro en LA, las dos por la misma persona, incluso hablé de Javier, y hablando con la psicóloga de la fiscalía también sufrí abusos sexuales con Javier, me duele, no lo sabía, nunca lo vi así, además de su maltrato verbal.
Mi llanto no para, después de declarar y hablar con la psicóloga, llevo horas y no dan respuesta de nada, no me dejan ver a mi familia. Me siento encerrada, 4 paredes, un espejo y una silla vacía del otro lado de la mesa. La lámpara que está justo arriba de la mesa, justo en el maldito centro de todo, de la estúpida habitación y de la tonta mesa de acero frío, no siento ya mis codos de lo fría que está la mesa y de mi llanto…. De mi llanto ya no puedo hablar, creo se me acabaron las lágrimas, se imaginan recordar tus peores años en un tiempo más corto que cualquier película.
Crucé mis brazos y recargue mi cabeza sobre ellos y después sobre la mesa. Mi aliento, mi respiración, pasó de estar acelerada a empezar a cesar y mantenerse calmada, la cabeza me duele y por mi mente solo me pasa una persona. Calle. Quisiera estar entre sus brazos y decirle que la amo, decirle que trabajaré en todo para estar bien y que lucharé por nosotras, por una vida juntas, una vida donde solo seremos, ella y yo. Creo que me quedaba dormida hasta que escuché la puerta del estúpido cuarto, tomé mi chaqueta y me levanté de la dura y fría silla.
-Por fin, ya era hora. – dije con un tono tranquilo y quebrado.
- No, no es hora. – dijo Tony entrando al cuarto.
-Si lo es, yo ya me voy. – dije, lo hice a un lado y procedí con mi camino a la salida.
- Tu aún no te vas, debemos hablar, hay algo que arreglar, dijo y me hizo regresar a la estúpida silla.
Se sentó al otro extremo de la mesa, en la silla vacía que miraba hace unos minutos.
-Empecemos y terminemos esto de una sola vez. – dijo Tony y cruzó las manos.
- Que idiotez es…… - decía cuando escuché de nuevo la puerta y entonces volteé.
•Calle
Poché lleva horas ahí adentro y no sabemos nada, mi papá entró para asegurarnos que ella está bien, salió hace unos minutos y dijo que estaban dejando que se calamara ya que la plática con la psicóloga había sido muy intensa. De verdad espero que esté bien.
Dos horas más y sigo sin ver a mi pequeña.
Con los brazos sobre las rodillas y mis manos sobre mis mejillas, casi a punto de explotar de la desesperación, salió Poché.
De un salto me levanté y corrí a abrazarla, sentir su calor de nuevo me tranquiliza mucho, sus ojitos están como un sapo, se nota que lloró mucho y eso me duele.
-Dani, llévate a Poché a tu auto, voy a hablar con los abogados y ver qué es lo qué procede. – dijo mi papá.
Llegamos al auto, Poché se subió, cerré la puerta y subí del otro lado. Ella está muy seria y un nudo en el estómago se me empezó a hacer.
-Poché. – le dije en un tono bajo. No me respondió.
-¿Poché?. – me dije subiendo el tono y tocando su hombro.
-Calle, perdón, ¿qué pasa?. – dijo y sonrió, noté su sonrisa un tanto fingida.
-Esa es la pregunta, ¿Qué pasa amor? Estás como que ida. Entiendo que, pues ha sido difícil, pero te noto muy extraña.
-Todo bien amor, te cuento, tienes razón en lo difícil que fue hablar, la psicóloga me dijo algo, además del maltrato verbal que recibí por parte de Javier, también hubo abuso sexual, eso es lo que me tiene mal, jamás lo vi así y es difícil y es algo de lo que no quiero volver hablar. – me respondió llorando.
-Te entiendo y aunque tengo mil preguntas, respeto tu decisión, Te amo mucho y siempre estaré a tu lado pase lo que pase. – le dije y limpié sus lágrimas.
Mi papá se acercó al auto y solo dijo que los abogados se encargarán de todo, arranqué el auto y nos fuimos. Ambas estamos tan agotadas que solo pienso en llegar al apartamento abrazar a mi pequeña y descansar, sentir esa paz que nos merecemos, esa por la que hemos luchado.
Poché todo el camino estuvo muy callada, con cara de que pensó demasiado en todo el camino. Llegamos, tiramos todo, Poché guardó su chamarra, me duché y cuando salí Poché había cocinado algo, lo cual me moleste porque ella debe de descansar y a mí me correspondía cocinarle.
Me dio un té, dijo que se ducharía y después dormiría por lo cansada que está, me senté en la cama, tomé solo el té ya que quería comer con ella, sentí una gran pesadez y todo se apagó.
Me duele la cabeza. La luz dando en mi cara me lastima mucho, giré para abrazar a mi amor y noté que no está, y todo está igual, la comida intacta y su té, el té ya está frío ¿cuánto me dormí?
¡Horas!  Dormí una eternidad, carajo, que ha pasado, al ver el teléfono, ya es el otro día, que idiotez.
¿Dónde está Poché?
Llamé a su papá, a mi papá, a Vale, a Mary, Antonio, Marco, a mi hermana, a todos.
Estoy desesperadas, nadie sabe de ella, todo vienen en camino.
Mi mamá la primera en llegar, me abrazó y consoló mi llanto, me dijo que todo estará bien, me preguntó que si le llamé a Poché, obvio le hable pero su celular mandó a buzón desde el primer instante, mi corazón se rompe al pasar los minutos.
Llegaron todos, todos estamos muy mal al no saber de Poché, me duele esto, no sé dónde está, no sé si esté bien, no se que pueda pasar. Mil cosas me pasan por la mente Tony, Amanda, Javier, esa maldita Trinidad que tanto daño le ha hecho, la última vez que Poché escapó, claro con ayuda de Antonio, eso terminó mal, terminó en un disparo, un disparo del cual Poché no se ha recuperado completamente.
Mi papá ya hablo con medio mundo, con los abogados y dicen que no saben nada, ni han ni llegado y tenemos horas esperándolos, el terror me empieza a invadir y tengo un muy malo presentimiento, todos estamos con la cabeza viendo al suelo y esto es desesperante, todos estamos angustiados, la maldita preocupación me mata y estoy desesperada, solo quiero salir a buscarla, pero nadie me deja, debemos esperar algún reporte de la policía o de los tontos abogados que parece que solo están pintados.
La noche, volvió a caer, mi hermana me ofreció comida pero hambre ya no tengo, estoy muerta de la angustia y desesperación. Van tres veces que he tratado de salir y no me dejan, siento que algo malo pasó con Poché y no puedo más.
Sonó el teléfono de mi papá.
- ¿Qué pasó? ¿la encontraron? – pregunté. Tardó en responder.
Solo dijo que si que iba a estar bien y bajamos a seguirlo, dijo que nos llevaría a dónde ella está.
“Va a estar bien”
Eso me tiene matando, algo pasó y no quiso decirme, no dijo ni a dónde vamos, no sé dónde vamos ni dónde está, solo espero que esté bien. En el camino, reconocí todo y casi me da algo cuando noté que íbamos hacia el hospital.
Algo pasó y si Poché no está bien…….
Yo me muero.
Llegué al estúpido hospital y digo estúpido ya que venir tan seguido me tiene cansada. Corrí hacia la señorita de la recepción le pregunté de Poché me dio el número de habitación y corrí. Al entrar me topé con ella sentada en la cama, junto a ella Tony y él tomada la mano de Poché y solo pude sentir como ardí por dentro.
-Explíquense. – dije con un tono de voz alto. Ellos solo me vieron y se soltaron rápido. Odio lo tranquilos que se miraban.
•Poché
Calle entró a la habitación y me vio tomada de la mano con Tony, claro no es lo que parece, pero se puede mal interpretar.
-Explíquense. – dijo en un tono alto, tranquilo, pero por su cara sé que arde por dentro.
-Siéntate Daniela, tenemos mucho que contarte. – Dijo Tony
Él se levantó de la cama y sentó a Calle justo al lado de mí yo tomé su mano y ella muy incómoda y obvio que enojada se negó y cruzó sus manos.
Y el final de mis desgracias comienza así.
Cuando estábamos en la fiscalía, cuando yo ya casi salía de ese maldito infierno entró Tony y seguido de el la psicóloga y después un policía, me dieron a conocer un plan que se le ocurrió a Tony, un plan de lo más estúpidos y peligrosos.
-Esa una idiotez no lo haré, no arriesgaré a Calle de esa manera. – les dije y quise salir, pero me dejaron.
Su primer plan trataba de que Calle enfrentara a Amanda y que la hiciera confesar de todo, del golpe de la cabeza que sufrí en Los Ángeles, de todo. Pero obvio no iba a dejar que Amanda estuviera cerca de Calle, yo no la arriesgaría de esa manera. Entonces el cambié el Plan.
Les expliqué mi plan, les pareció muy bueno, pero más peligroso aún, ya que Tony había recibido un mensaje de Amanda dónde decía que tenía un arma y que no dudaría en disparar si me volvía a ver, él había aceptado en ir donde ella y decían que debían hablar con él, Javier y Óscar, se sospechaba que ellos ya sabían de que Tony estaba ayudando. El plan empezó en marcha. Salí del lugar muy nerviosa por el plan prácticamente estaba mintiendo a Calle, llegamos al apartamento preparé un té, en el té puse unas pastillas para dormir que me dieron para poder descansar después de todo esto, pero las usé para sedar a Calle ya que en ningún momento me permitiría salir. Abajo del edificio me esperaba Germán, él era parte del plan.
Me explicó que Tony ya había ido con Amanda, Javier y Óscar y que todo pintaba a ir muy mal, ya que no respondía Tony y en los micrófonos no se escuchaba ya nada, así es Tony fue con micrófonos, me adelantaré un poco, Javier, mi ex estaba siendo investigado por violación a una menor, una niña de 14 años, el maldito violó a una niña, por eso acepté el plan además de que Amanda y Óscar estaban también siendo investigados por un accidente, ebrios el año pasado impactaron a un auto, dónde viajaban dos niñas una de 10 años y la otra de 12 junto con su mamá que conducía, su mamá perdió la vida y las niñas quedaron huérfanas y ellos se dieron a la fuga, desde entonces se las arreglaron para que no fueran atrapados, me dio tanta rabia y fue un impulso para hacer esto.
Regresando al plan, llegamos a una dirección muy extraña, era un gran terreno, una cabaña justo en medio rodeada de grandes árboles, me puse los micrófonos, y aparte escondí un teléfono por si me quitaban los micrófonos, entré, en la fiscalía me dieron un arma, arma que no quería usar ni aunque fuera necesario. Así que la dejé antes de entrar en una de las macetas.
Cuando llegué a la sala enseguida quisieron registrarme, pero me rehusé.
-No vengo a jugar Amanda. – le dije después de gritarles que ni se atrevieran a tocarme.
-Ahora ya te crees la valiente, de esta historia no saldrás ganadora María José y ten a este traidor. – dijo Amanda y aventaron entre Javier y Óscar a Tony.
-¡Tony!. -Le grité y me arrodillé al notar sangre en la parte de su abdomen.
-Estoy bien Poché, tranquila. – me dijo mientras trataba de levantarse.
Levanté su camisa y noté entre mucha sangre un navajazo. Me quité el suéter para que con él se diera presión. Debía decir esto en voz alta para alertar a través del micrófono, pero debía ser discreta.
-Las cartas sobre la mesa. ¿Qué ganas con herir a Tony? Y que cobardes son al utilizar una navaja o algún arma, con eso no vas evitar que vayan a la cárcel. – dije y la expresión de Amanda cambió.
-¿A la cárcel? ¿Qué es lo que sabes?. – dijo y sacó un arma, en ese momento mis piernas comenzaron a temblar.
-¡Todo! Sé todo. – le dije dando un paso adelante.
-Este traidor te dijo todo, lamento informarte que ni tú ni el saldrán de aquí, eres tan tonta que viniste sola, no creo que hayas querido arriesgar a Daniela. – dijo y Javier y Óscar nos rodearon. 
- Ya empiezo a cansarme María José, te diré algo, algo que ni te imaginas, el tiempo que salimos Daniela y yo, tuvimos algo más que solo tomadas de manos en tu cara y besos, crees que ella te ama y seguro te dijo que entre nosotras no paso a más, pero claro que pasamos a algo más y claro que no te ama. – dijo y empecé a arder por dentro.
-Mientes no te creo nada. – le dije.
-Pregúntale al lunar que tiene en la entre pierna. – dijo y me quedé congelada.
-No la escuches Poché solo quiere jugar contigo, es mentira. – dijo Tony. Así que controlé mi rabia y me acerqué a ella.
-Déjate de estupideces y pon los malditos pies en la tierra, irás a la cárcel y espero ahí te pudras junto a estos dos imbéciles. Paguen lo que han hecho. – le dije firmemente con mi cara a milímetros de la suya.
-La enana siente empatía, ¿por cuál caso te sientes identificada? ¿Por la Violación? O ¿por la madre de las niñas?, Ya supera tu maldita violación y la muerte de tu madre, la violación siempre vivirá en ti y tu madre nunca regresará, deja de meterte en asuntos ajenos. – me dijo, la vista se me nubló y aún así contuve la maldita ira que me dio que dijera eso.
-Oscar irá a la cárcel por las dos violaciones, la mía y la de la niña y tú y Javier pagaran lo que les hicieron a esas niñas. -Le dije y su cara de confusión me dio tranquilidad.
- Que mal te lo contaron, Javier violó a la niña y es Oscar el que está involucrado con el accidente de aquella tonta familia. – dijo y la felicidad dentro de mi no se podía medir, había confesado.
- Amanda dijimos que eso no se volvería a mencionar. – dijo Javier enojado.
- ¿Crees que está tonta va a poder hacer algo?. – dijo Amanda apuntándome con el arma.
De un segundo a otro, la discusión pasó de ser conmigo a una discusión entre ellos. Tony me dijo con la mirada que debíamos irnos, aprovechar su discusión y salir.
Salimos de la cabaña, corrí a la maceta por el arma y justo cuando ya casi tocábamos carretera se escuchó un disparo, la mente se me nubló, el oído me empezó a doler y seguido de eso un pitido en el oído me comenzó a atormentar, empecé a sentir mi sudor frío y caí al suelo, un ataque de ansiedad se apoderó de mi. A lo lejos escuchaba la voz de Tony diciéndome que debía levantarme y correr y reaccioné justo cuando tenía a Amanda encima apuntándome con el arma a la cabeza, giré la mirada y vi como entre Javier y Óscar golpeaban a Tony. Estaba en un estado de shock y reaccioné al sentir el dolor de mi hombro por la presión de las rodillas de Amanda en mis brazos. La empujé y soltó su arma, pero al mismo tiempo se me cayó la mía, al querer agarrar la mía me pateo justo en el hombro, justo en la herida que me hizo con la misma arma que traía, el dolor era insoportable que ya no pude levantarme. Al ponerme ella el arma en la frente, perdí las esperanzas, solo cerré los ojos y otro ataque venía.
Llegó la policía, me desmayé y desperté en el hospital. Tony ya estaba aquí esperando a que despertara. Me dijo que la pesadilla ya había terminado y que él ya iba también para ser encerrado por complicidad tomo mi mano.
-Tengo miedo de ir a la cárcel Poché, mientras los ayudaba a ellos, nunca medí las consecuencias, el día que te vi en Medellín me arrepentí de todo, práctica te espíe desde el hotel de frente, te vi llorar aquella noche que la luna era hermosa y lloraste hasta desmayarte en aquel sillón frente a la ventana, frente a la luz de la luna, sentí tu dolor, sentí que sufrías y ya no quise seguir más con esto, perdóname por todo. – Dijo Tony con lágrimas en los ojos.
-Te perdono. - le respondí y tomé su mano fuertemente. Me ayudó, se arrepintió y lo perdono.
Calle quedó muda, y solo sonrió, se levantó abrazó a Tony, un segundo después la policía entro y se lo llevó, entraron después todos, Germán, Mafe, mi papá, mi hermana, Juli, los abogados. Faltaba Mary, Antonio y Marco, ya venían en camino.
Hablamos de todo, Calle le reclamo a Germán por haber fingido que no sabía nada, pero lo importante era que los 3, Amanda, Javier y Óscar por fin pagarían lo que hicieron, hicieron cosas graves además de estarnos jodiendo, por fin se hará justicialista y podemos estar en paz.
Después de unas horas me di cuenta de algo, llevamos horas hablando de esto con una tranquilidad, el tema cambió de toda esta película de crimen a una planeación de un viaje entre todos. Estamos felices y a este momento lo llamé Kairosclerosis: “Momento en el que te das cuenta que eres feliz”
A pesar de todo siempre estuve rodeada de las personas correctas, personas que nunca se fueron, siempre estuvieron para enfrentar todo problema sin dar un paso atrás. Con lágrimas en los ojos les dije lo mucho que los amo y que era muy afortunada en tomar ahora la mano de Calle y en verlos reunidos a todos y después de contar a todos está historia de nuevo, me voy con mi Novia a mi departamento. Quiero romper la distancia a la que hemos estado desde siempre, esa distancia es un Milímetro.

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora