•Capitulo 34 ~Tócame~

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•Calle
Me encuentro sentada en la parte trasera del teatro, entre dos filas de asientos, aunque suene estúpido, a veces dos fríos objetos te hacen sentir protegida, me siento tan débil y tengo mucho miedo. Mi corazón está frágil y es inevitable llorar.
Me llegó un mensaje de Poché preguntando si todo está bien, no le responderé, en algún momento llegará y no se cómo le voy a explicar lo que ocurrió con Juli. Cerré mis ojos y viajé a través del tiempo.
Tenía 12 años y me lastimaron. Me encontraba en el colegio y unas niñas de un corazón muy amargo me hicieron sentir muy mal, haciendo críticas hacia mi persona al ser bateada por el niño que me gustaba, aquel día del coraje…. Me dio por llorar, se rieron aún más de mí, tomaron mi lonche y lo tiraron a la basura, yo no hice más y solo me tiré al suelo, me acomodé justo entre dos butacas y lloré casi todo el receso. ¿Cómo simples palabras te pueden herir a tal grado de sentirte insuficiente hasta para ti mismo?. Era muy joven para entenderlo y ahora lo entiendo completamente.
Aquel día se me acaban los ojos para llorar y lloraba aún más, por el hambre que sentía, mi estómago rugía y mi corazón se partía aún más con aquellos rugidos de mi estómago, entre mi llanto…… escuché una dulce voz…….
-Tranquila, todo estará bien. – y sentí una caricia en mi espalda.
Levanté la mirada, giré un poco la cabeza y ahí estaba. Era una niña que me miraba con sus impresionantes ojos verdes que se encontraban debajo de unas muy lindas y pobladas cejas, la miré fijamente y no pude decirle nada y seguí llorando, ella me abrazó en el abrazo, mi estómago rugió de nuevo.
-Wow eso es muy intenso, debes tener mucha hambre, toma. – me dijo y abrió un recipiente y me sonrió.
Era un gran emparedado, yo no dije nada, ella se levantó y me estiro su mano, la tomé y me levanté. Entonces ella caminó.
-Te llevaré a un lugar especial. – me dijo mientras yo trataba de evitar que se me cayera el emparedado.
Llegamos a aquel rincón del colegio que parecía no ser visitado por casi nadie. Era hermoso, el silencio era muy tranquilizante, nos sentamos en el pasto, mirando hacia un muro que estaba grafiteado sin sentido pero era muy colorido y eso lo hacía ver hermoso.
-Observa detenidamente el muro y si ves algo como una forma, algún dibujo, anótalo aquí o dibújalo. – me dijo y me dio un pedazo de papel y una pluma.
Mire fijamente el muro aún con mis ojos a punto de volver a romperse y vi algo. Lo dibujé y bajo el dibujo hice una pequeña nota.
-Si tienes tu dibujo o tu nota…. Doblalo en 4 partes, cuando lo tengas doblado me dices. – me dijo mientras cerraba sus ojos con fuerza, supuse para que evitara ver lo que yo había dibujado y escrito.
-Listo. – le dije y me sonrió
-Que linda voz tienes, ahora intercambiemos los papeles, esto es para compartir lo que ambas vimos. – dijo esto y sonó la campana del termino del receso.
Amabas corrimos.
-Oye, gracias por el emparedado y por llevarme a ese lugar tan bonito, ¿cómo te llamas? -Le dije
-Me llamo María José ¿y tu?. – me respondió
-Daniela, tienes un bonito nombre. – le respondí
-Es más bonito el tuyo, ya debemos irnos, creo ambas no queremos llegar tarde a clase. – me dijo y me sonrió.
-Si, bueno, adiós. – le dije y ambas dimos media vuelta y caminamos al sentido contrario de la otra.
3 meses después abrí la nota de Poché y lo que vi me llenó el corazón de energía e ilusión. Ella dibujo dos muñecos de esos que todo el mundo ha hecho para representar humanos, esos muñecos representaban a dos niñas y estaban tomadas de las manos, bajo esto ella escribió.
Si tú dibujaste lo mismo, debemos ser amigas, es una señal, cada Lunes vengo durante el receso a este lugar y siempre que observo el muro sin sentido veo algo nuevo y dibujo lo primero el observo.
Sentí una gran emoción y me decidí buscar a la niña de ojos hermosos al día siguiente. Y lo demás se resume en una montaña rusa……
Volví a la realidad al sentir unas suaves manos en mi rostro, levanté mi mirada y me llenó de luz ver esos impresionantes ojos verdes de nuevo, Poché, ella…… siempre ha sido ella, salvándome sin saberlo.
-Calle ¿Qué pasa? – me dijo y me dio un beso en la boca. La abracé
Sentía que la respiración se me iba y no podía ni hablar, Poché me dijo que respirara, me tranquilice un poco y hablé.
-Le dije todo a Juli sobre nosotras, ya no le podía mentir más, dijo que no era coincidencia que ya dos personas le dijeran lo mismo, me dijo esto muy tranquila y me sentí confiada en contárselo, le conté y fue como si me dieran una puñalada por la espalda, ella explotó y muy alterada me dijo que no podía aceptarlo, que jamás se lo imaginó, que se sentía traicionada y muy ofendida por esto y que no quería vernos a ninguna de las dos y por último casi echándome a patadas de su departamento dijo….. “Si me dieran la oportunidad de elegir a mi hermana, ten por seguro que no serías tú”. – Le dije y me rompí a llorar de nuevo.
Ella no dijo nada solo me abrazó y la entiendo ¿que podría decir? Si cuando Juli dijo eso ni yo pude responderle algo.
Nos llamaron al ensayo, Poché me propuso que mejor me fuera a su departamento a descansar y a despejar mi mente y que ella se encargaba de que no hubiera problema alguno, pero me negué, la única manera de despejar un poco mi mente…. Es haciendo esto. Fui al baño, me mojé la cara y respiré.
Cuando uno se siente tan frágil que hasta duele respirar es muy difícil hablar, concentrarte, bailar, cantar, actuar, pero se debe saber controlar las emociones y eso fue lo que hice, controle mis emociones y las usé a mí favor durante el ensayo, Poché no supo disimular mucho y tuvo todo el día una cara de preocupación y tristeza y la entiendo mucho y lo siento.
Al terminar el día y salir para por fin subir a mi auto, Alejandro detuvo a Poché yo sol volteé los ojos.
-¿Cancelaste tus planes?. – dijo Antonio al acercarse a mí y mirar fijamente a Alejandro y Poché, creo que ambos lo hicimos en zon de protección hacia ella por lo que pasó la última vez.
-No tengo planes por ahora. – le respondí
-Si, si los tienes ahora, nos adelantaremos, ten con esto entran. – me dijo y me dio una tarjeta parecía dar acceso a algo, la tomé.
-¿Es para ambas o solo para mí?. – me pregunté
-Para ambas. – me dijo y se subió a su auto junto con Mary y se fueron.
-Que fastidio. – dijo Poché al acercarse a mí.
- ¿Todo bien? – le pregunté.
-No lo sé, pero no quiero hablar de eso, te explico otro día.
Me dijo, subimos al auto y le platique sobre lo que Antonio y ella me dijo que sabía sobre eso, me dió la dirección del lugar y ambas decidimos ir, yo de verdad quería ir a distraerme, moría por contactar a Juli pero mejor dejaré que su cabeza se enfríe, así que arranqué el auto y nos dirigimos hacia aquél misterioso lugar.
El lugar estaba un poco retirado, se hizo un silencio que me empezó a picar en el corazón. Sé que ella no quiso decir lo que dijo, ella me ama, somos hermanas, yo no la cambiaría por nada y si me tocará elegir, la elegiría de nuevo porque la amo y siempre fuimos muy cercanas.
El corazón se me empezó a acelerar, y la vista se me empezó a nublar.
-Calle deberías bajar la velocidad. – dijo Poché y voltee a verla.
Un gran silencio entristeció aún más mi corazón y una gran luz iluminó en mis ojos, entonces los abrí y vi a Poché con sus ojos cerrados y lo que parecía ser sangre bajaba por sus mejillas.
El silencio se fue y ahora un gran escándalo me aturdía, la garganta se me desgarraba al gritarle a Poché y ver que ella no abría sus ojos y yo no podía moverme, estaba inmóvil, tenía la sensación de que podía tocarla, pero se sentía como su no tuviera ni la fuerza para levantar un dedo, la desesperación y la sensación de estar flotando me empezaba a matar.
-Poché abre tus ojos, responde y tócame para sentirme de nuevo en casa.

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora