•Capitulo 63 ~Hablándole A La Luna~

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La Luz de la Luna entra por la ventana, miro mi teléfono y son exactamente las 2:53 AM, no sé en que momento me olvidé de bajar la cortina, siempre acostumbro a cerrarla y dormir a oscuras, de otra manera no puedo dormir y eso explica el por qué me despierto de madrugada ahora, pensé que levantarme a bajar la cortina para poder seguir durmiendo, me sólo me senté en la cama y miré a Luna.
Es gigante y muy hermosa, creo que ha sido la luna más grande que he podido apreciar en lo que llevo de existencia en este plano.
Un sonido me hizo voltear a ver a Calle, la luz de la Luna le daba directo a la cara, ella es más hermosa que la misma Luna.
Llevo una hora apreciando la Luna y al mismo tiempo a Calle.
Son exactamente las 3:54 AM y entonces conecté todo.
Hace un rato de la nada mis lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y no entendía el por qué de ello, sentí algo muy profundo que me invadió todo el corazón, y no lograba entender que es lo que era, pensé que era de esas veces por las que todo el mundo ha llegado a pasar, llorar sin razón alguna, pero al interpretarlo como tristeza, ya no era solo un llorar sin razón alguna, si no que lloraba por muchas razones más, al mirar la Luna cerré mis ojos por la vista que se me había nublado gracias a mis lágrimas, no los abrí de nuevo, en voz baja dije: quiero sanar, quiero cerrar heridas, quiero alejar a personas que me han dañado, quiero soltar, no quiero llegar a odiar a nadie, quiero sentirme libre quiero sentirme yo, quiero amar libremente, solo quiero ser feliz.
Y hasta apenas, después de una hora, me di cuenta que le estaba hablando a la Luna. A esto se refería Calle con la frase "hablémosle a la Luna".
Para muchos es algo estúpido, pero para muchos otros, hablarle a la Luna es algo mágico, se dice que si pudiéramos entrar al cerebro de un músico o un artista cada vez que hace su arte veríamos un gran Big Band de colores mezclándose brillantemente, justo así siento mi corazón, siento que de invade de una paz que nunca habría podido conseguir de otra manera y con esto declaro que la Luna es Magia.
-No llores amor, yo estoy aquí. - dijo Calle mientras se sentaba detrás de mi, abrazándome por la cintura seguido de un dulce beso en mi nuca.
-Son lágrimas que demuestran sanación amor, muchas gracias, le hablé a la Luna, ya lo había hecho, el día que me fui a Medellín, pero está vez fue más mágico y mucho más sanador. - le dije y entrelacé mis dedos entre los suyos.
-Yo también le he hablado, y hoy solo le diré que eres el amor de mi vida. - dijo y comencé a llorar con más fuerza.
Calle no dijo más, se quedó en silencio y yo me quedé entre sus brazos.
•Calle
No puedo con la alegría que me da que Poché sea de nuevo mi novia, por un momento creí que la había perdido y se sintió con un hecho tan real y crudo, pero ya que no es así solo puedo mirar la Luna y agradecer de tenerla de nuevo entre mis brazos.
Ahora entiendo que ella ha entendido y le ha hablado a la Luna.
En cuanto le dije que yo también le he hablado a la Luna y que le dije que ella era el amor de mi vida, Poché aumentó su llanto y teniéndola entre mis brazos, se recostó y yo no dije nada.
Su llanto empezó a cesar y quedó dormida, la acobije y acaricie su rostro, seguido de esto le di un beso en la frente y me levanté de la cama para tomar mi teléfono, revisé los mil mensajes que tenía de todo el mundo preguntando si estábamos bien, si Poché estaba bien, solo les reenvié el mismo mensaje a todos.
Poché está bien, en cuanto ella lo decida nos vemos.
En este punto no se que haremos para que aquellos idiotas nos dejen tranquilas y se ocupen de lo suyo, mire la misma Luna qué Poché miraba hace un momento y lo único que le pediré ahora, es por la paz de ambas, pero principalmente por la paz de mi Poché, ella no merece todo lo que ha pasado, ella merece algo así como el amor que uno siente cuando tomamos una taza de chocolate caliente y alguna galleta o un postre, esa felicidad que no se puede explicar, ella merece mucho más que eso, porque ella está llena de amor y alguien así solo merece recibir tres veces más lo que da.
La persona que es amor, solo merece recibir más amor.
Esta mañana me desperté con un poco de dolor de cabeza, por la trasnochada seguro, pero parece ser anestesiado al ver a Poché rodeando mi cintura con su brazo.
-Hoy es cumpleaños de Mary. - dijo Poché.
-Buenos días antes que nada. -le respondí y me senté en la cama, ella solo río.
-Y no, o no sé cuándo sea su cumpleaños. - le respondí.
-No es pregunta, te estoy diciendo que hoy es cumpleaños de Mary. - me dijo.
-Carajo, lo olvidé. - le dije y lleve mis manos a la cabeza.
Mary había mencionado su cumpleaños exactamente cuando nos veníamos a Colombia y ella se quedaba en Los Ángeles, dijo que para el día de su cumpleaños ella vendría y claro llegó antes por todo lo ocurrido. Y ahora me siento peor porque nos olvidamos de él.
-Dejemos todo este problema de lado y alistemos todo para que Mary pase un cumpleaños genial. - me dijo Poché, a ella le entusiasman mucho los cumpleaños y hablando de ellos, se acerca el suyo también y eso me pone los nervios de punta, y me hace pensar en que ya casi cumple un año de que nos volvimos a encontrar.
Literalmente se levantó de un gran salto, sacó de su maleta ropa y se metió a la ducha, se notaba muy contenta, me levanté, saliendo ella, me duché.
Le marqué a Antonio y esa llamada me dejó llorando ya que habían cancelado todo los planes por todo lo ocurrido, preferí no decirle eso a Poché, pues se sentiría mal, a ella le dije que no había planes aún y que se me había metido polvo a los ojos, justificando mis ojos rojos.
-Hable con mi papá, dijo que no quisieron hacer la reservación en el restaurante-bar.- me dijo Poché. Insistimos tanto en ese lugar ya que Poché me dijo que es el lugar favorito de Poché ya que frecuentaban mucho este lugar hace tiempo.
Recordé que mi papá conoce al dueño de ese lugar.
-Mi papá creo que conoce al dueño, veré qué puedo hacer. - le respondí y le sonreí esperando que cambiara su expresión de decepción, si la cambió, ella me sonrió.
La mañana de hoy ha sido una tremenda locura, Poché se encargó de arreglar el lugar, los adornos, la bebida, la comida, mientras que Vale y Juli se llevaron a distraer a Mary a otro lugar y antes de que se fueran Antonio y yo le robamos el celular a Mary para llamar a todos sus amigos y avisarles de la sorpresa y llegaran al lugar, así como sus papás ahora son nuestros cómplices en llamar a toda su familia, este lugar parece ser que va a explotar en fiesta y en felicidad por la noche.
Mi papá parece ser el más entusiasmado, habla de Mary como si fuéramos las grandes amigas de toda la vida y solo me conozco con ella de hace meses pero así es él, acoge a todo ser querido mío.
Llegó la noche, no se de qué manera pudo Vale y mi hermana entretener a Mary tantas horas. Llegamos al bar y todo era brillante, Poché se lució con toda la decoración, la comida y todo. Sin en cambio mi papá también se lució con la seguridad que puso a la entrada del lugar, morimos de la risa cuando llegó con dos gigantes, dijo que los contrato para que lleguen a entrar intrusos y aunque sonaba a chiste, era real, queremos una noche tranquila, sin imbéciles que lleguen arruinar todo.
Al gritar "¡SORPRESA!" la maravilla noche comenzó.
El lugar se llenó más de lo esperado pues invitamos a toda su agenda y se pasaron la voz así como del amigo del amigo, pues Mary tiene muchos amigos, viejos amigos y su fama es gigante,
Era de esperarse que la bebida no alcanzara, Poché y Antonio de ofrecieron a ir a la licorería comprar más.
Mi corazón está acelerado, pues uno de los guardias me llamo diciendo que aun hombre y una mujer insisten mucho por entrar al lugar diciendo que nos conocen y que principalmente son amigos de Antonio, de momento pensé en ciertas personas... pero mi alivio fue que al llegar a la entrada se trataba de Marco y su novia, que susto, los saludé y permití su acceso.
Vi entrar al estacionamiento el auto de los papás de Mary, significado de que Poché y Antonio habían llegado con la bebida, pedí ayuda a uno de los guardias para que ayudara con las bolsas y las cajas, cuando llegamos al auto Poché se encontraba sacando una de las cajas.
-Me topé con Amanda en la licorería. - dijo y caminó
No dijo más, voltee a ver a Antonio y tenía la misma cara de extrañeza que yo.
-¿Qué pasó?. - le pregunté a Antonio.
-No sé, cuando pude notarlo Poché estaba hablando con Amanda y en cuanto me quise acercar a ellas Poché camino hacia a mí, le hice la misma pregunta que me acabas de hacer y no respondió, parece ser que no es nada grave pues Poché en el camino ha estado súper tranquila como si nada pasara.
-Pero ¿Que carajo? -le dije a Antonio y terminamos de bajar todo del auto para alcanzarla.
Esto es muy extraño.

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