•Capitulo 33 ~Lo Que Nadie Quiere Escuchar~

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Lo Negué.
Ahora me dirijo al departamento de Poché, debe estar muy preocupada, me lo hacen saber sus llamadas perdidas y sus mil mensajes, siento el corazón en mil pedazos, mi hermana está muy mal, no se lo esperaba y ni yo. Desde el hecho de que Román se apareció en los estudios tuve una corazonada y al hablar con el solo me quedaron unas ganas de partirle la cara, fue tan descarado y es un idiota, ahora salió dañada mi hermana.
Me asusté, se que era una oportunidad de admitir lo que tengo con Poché pero no quiero que las cosas sean así, literalmente nos han forzado a admitir lo nuestro y con mi familia no quiero que las cosas sean así, nadie puede decidir por nosotras, y no es que negara a Poché pero no era el momento y espero ella lo entienda.
Llegué a su departamento, al verla ella me abrazó y no pude evitar romper en llanto. Entré y le expliqué todo lo que pasó.
-¿Cómo está Juli?. – preguntó después de escucharme.
-Mal, se quedó muy mal, antes de que saliera del departamento, me preguntó si tú y yo teníamos algo y que, si era lesbiana, y se lo negué, ahora me siento mal también por eso, espero y entiendas que me asusté. – le respondí. Ella agachó la cabeza.
-Entiendo, pero a qué vino su pregunta. – me contestó.
-Román se lo dijo, incluso el me amenazó con decírselo antes de que llegáramos al departamento. – le dije y la abracé.
- ¿Cómo pudo saberlo? – dijo
-No lo entiendo. – le respondí.
-Bueno eso no es lo que importa ahora. – dijo y mantuvimos el abrazo.
-Juli no me perdonará. – le dije cuando separamos el abrazo.
-Ella no tiene nada que perdonarte, ambas fueron engañadas por aquel idiota, deja que respire y calme, debe procesar todo y sé que te escuchará y entenderá todo, solo dale tiempo. – dijo y la besé
Los que digan que un beso no puede sanar, es por qué no saben lo que es el amo, pareciera ser tan insignificante, tan poco, tan tonto, pero un beso de la persona correcta cura muchas cosas y te hace sentir muy bien.
Me siento muy cansada mentalmente, Poché me ofreció cenar pero no tengo estómago para cenar en estos momentos, ella entendió, debíamos hacer algo y se me ha ja olvidado por completo.
-Oye tienes los libretos que nos dieron hoy, lo que tienen las modificaciones, salí tan rápido que no tomé nada. – le dije.
-Si, aquí los tengo. – me respondió y los sacó de su bolso.
-Ensayemos, quiero distraerme un rato. – le dije, tomé mi librero y me levanté del sillón
-Calle, ¿Estás segura? – me preguntó.
-Lo estoy. – me respondí
Lo demás no lo puedo explicar de una manera exacta.
Se dice que la mente de un artista cuando hace su arte, es una explosión en su cabeza de colores, formas inexplicables que se elevan hacia un infinito y es justo lo que siento, esto no es un distractor esto es más que eso, estar aquí con Poché haciendo lo que me gusta es suficiente, Juli ahora es lo más importante que quiero rescatar, ambas nos equivocamos con aquel tonto pero, así como la melodía interpretada por una guitarra se compone de la unión del sonido de sus cuerdas, acordes y un ritmo, justo así se compone nuestro amor de hermanas, se que ella entenderá y se que me dejará explicarle todo y ambas sanaremos todo este drama, nadie debería pelear por culpa de otra persona, ahora es cuando al ver a Poché la entiendo, seguro ella sintió esa impotencia con todo el pleito con Amanda. La entiendo, es muy duro e injusto pasar por situaciones así, las personas mienten, engañan, manipulan, te traicionan y no saber que hacer, el no saber cómo arreglar lo roto es una gran desesperación y por fortuna tengo a Poché apoyándome.
No se cuánto tiempo ha pasado, esto si que distrajo mi mente aunque el dolor de mi corazón siga. Llegó Mary muy desconcertada de lo que pasó hace un rato pero no quiero dar más explicaciones y le pedí a Poché que no le hablara del tema.
Decidimos irnos a dormir, pero antes, le pedí a Poché un té y ella tan linda accedió a prepararlo, me recosté en su cama y mi corazón volvió a doler y cerré los ojos.
El sonido de lo que parece ser una licuadora me ha despertado, la cabeza y el me duelen, voltee hacia un lado de la cama y ahí está el té que me pedí a Poché, parece estar aún caliente, ¿Pero que hora es?
-Buenos Días dormilona. – dijo Poché al entrar al cuarto.
- ¿Días? Estoy confundida. – me dije
-Si, días, anoche en lo que preparé el té te quedaste dormida y hace un momento te preparé este para que lo tomarás al despertar y por lo visto acabas de despertar seguro te desperté con la licuadora. – dijo y se sentó en la cama.
-Gracias, parece ser que llevas rato despierta. – le dije y me senté para tomar el té.
-Si, Mary me pidió que le ayudara con la edición de unas fotografías. – me respondió
-Poché me tengo que ir, iré a hablar con Juli espero que ya esté más tranquila y me deje explicarle todo. – le dije y me levanté.
-Claro ve, ten cuidado y espero todo salga bien. – me dijo y me sonrió.
Me termine el té y me levanté de la cama, le acaricié la mejilla y la besé despidiéndome de ella.
-Te veo al rato. – le dije y caminamos tomadas de la mano hasta la puerta. Ella me volvió a besar y salí.
Mi mente se vino en blanco todo el camino, no sabía que iba a decir primero pero lo que si sabía es que estaba dispuesta a hacer que me escuchara y entendiera.
Llegué abrí y todo era tan seco, tan silencioso. Toqué la puerta de su cuarto y ella salió.
-Te escucho. – me dijo y me cedió el paso, ambas nos sentamos en la cama y empezamos la conversación.
Le expliqué todo sobre Román como fue cuando anduve con él, como terminamos, el día del bar, como es que no pasó a mayores esa noche en su departamento y todo a súper detalle. Ella me escucho y parece ser que por fin me entiende.
-Te creo, Román nos tomó el pelo a ambas y eso es tan injusto, el sabía que éramos hermanas y nosotras no sabíamos de la existencia de el en la vida de la otra, perdón por lo de ayer pero tenía la cabeza muy caliente, pero hay algo que no entiendo…. Se que ya me dejaste claro que entre Poché y tú no hay nada, pero no logro entender el por qué lo dijo y tomando en cuenta que la última vez que vino Amanda dijo exactamente lo mismo, Dani no es coincidencia que dos personas que no tienen nada que ver digan lo mismo, ¿Me explicarás eso?.
¡Carajo! ¿debía decirle?.
•Poché
Esta mañana me levanté muy temprano ya que Mary me pidió apoyo para la edición de las fotos que ha tomado en los últimos ensayos, la verdad es que son increíbles. Me pesó un poco levantarme ya que estaba muy cómoda y contenta en la cama con Calle, ella se quedó tan dormida anoche se le notaba muy cansada y su que ya se fue a tratar de hablar con Juli, estoy contenta de que sé que arreglarán las cosas y pronto todo estará bien, en un rato en el ensayo la veré, me estoy acostumbrando a estar tanto con ella que ya ni quiero estar ni un minuto separada de ella.
Corrió el tiempo y el momento de irnos a los estudios llegó junto con Antonio.
-Hoy, sin pretexto alguno iremos a un lugar al que las quiero llevar a las 3, así que por favor van cancelando todos sus planes. -Dijo Antonio cuando subimos a su auto.
- Si ubicas que hay mucha presión y que la obra ya debe quedar a la voz de ¡Ya! – le respondí.
-Vamos, sé que valdrá la pena. – dijo y arrancó.
Llegamos a los estudios, en el camino le mandé mensaje a Calle preguntando si todo estaba bien pero no recibí respuesta alguna, solo espero verla y que todo esté mejor que ayer.
La busqué y no la veía por ningún lado, hasta que le encontré en la parte trasera del teatro, corrí hasta ella y se me partió el corazón al notar que estaba llorando. Me senté en el suelo justo frente a ella, la tomé del rostro.
-Calle ¿que pasa?. – le dije, le di un beso en la boca y ella me abrazó.
Balbuceó…...
-Calle, no te estoy entendiendo nada, respira, tranquilízate. -le dije, ella cerró los ojos, respiró profundamente y entonces habló.

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora