•Capitulo 38 ~Volviendo A Abrir La Herida~

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Mary debe estar muy confundida y lamento hacer que borrará la publicación, pero enserio Poché no debe verla.
Esta mañana me desperté muy nerviosa y es que yo solo quiero protegerla, si ella ve la foto…. Bueno lo cierto es que no se cómo vaya a reaccionar con eso, aunque ella ya me habló sobre eso…. Una cosa es contarlo y otra muy diferente es volver a ver a una persona que te causó mucho daño en todos los sentidos… yo solo quiero protegerla y quiero que ella esté bien.
Salí de mi departamento, subí a mi auto y no podía dejar de pensar en esa foto, no puedo entender que es lo que hace aquí, fue casualidad o anda buscando a Poché.
Llegué a los estudios y no encontraba a Poché por ningún lado hasta que se me ocurrió ir a la oficina de Mary.
-Hey, pero que escándalo se traen. – dije justo al entrar ya que discutían sobre algo.
-¿Viste la foto que subió Mary ayer?, Si la viste dile lo genial que era y que no había razón para eliminarla. – dijo Poché.
-Ya, solo la quise borrar. – dijo Mary y me miró discretamente.
-La foto era genial, déjame verla de nuevo. – dijo Poché tomando el celular de Mary.
El corazón se me aceleró.
-Mary, Marco quiere verte en su oficina. – dijo Antonio y ambos se fueron, y gracias a Dios Mary tomo su celular y no dejo ver la foto.
-Que estupidez. – dijo Poché al no lograr tener una explicación sobre la foto.
-Tranquila no es para alterarse. - le dije y la abracé.
- ¿Y tú qué? Creí que estabas enojada al no recibir repuesta del mensaje que te mandé. – me dijo.
-Me olvidé, perdón, lo vi y me encantó te respondería hace un momento, pero se me atravesó algo y me desconcentró completamente lo siento. -le dije e hizo un puchero que me dio mucha ternura.
-Creo que estabas enojada o algo. -me dijo y me miró a los ojos.
Enojada no, pero preocupada sí. – pensé
-Recompensando lo boba que soy, ¿te parece si te invito a cenar? Tengo un lugarcito en mente. -le dije, tomándola de la cintura y acercándola a mí cuerpo.
-Estaría genial, pero hoy Mary y Antonio pensaban en ir por unos tragos y que pasáramos un buen rato con unos amigos de Antonio, de eso te queríamos hablar Mary y yo pero se la llevaron, así que prepárate por qué se viene una noche larga. – me dijo
-Okey, me parece genial. – le respondí
-Mary me dijo que le dijeras a Juli que viniera también. – me dijo mientras ambas nos tensionábamos cada vez más por lo junto que estaban nuestros cuerpos.
-Si, le llamaré. – le respondí y sentí la gran necesidad de besarla, así que solo miré sus labios y la besé.
-Mary……. Perdón por interrumpir, solo buscaba a Mary. – dijo Alejandro cuando abrió la puerta sin tocar y claro vio nuestra gran escena de beso.
-Pues no está. – respondió Poché mientras nos separábamos.
- ¿Se te ofrece algo más?. – le dije ya que no se iba estuvo un rato parado frente a nosotras viéndonos fijamente y todo se empezaba a poner tenso.
El no se iba y nos empezaba a incomodar, su mirada en nosotras no era de sorpresa, no era la cara tonta cara que pondría cualquier persona al ver besar a dos personas de cuerpos iguales, me dió la corazonada de que el fue quien nos vio aquel día en los vestidores. Y siento que tiene que ver en los cabos sueltos.
Poché me tomó de la mano y me llevo hacia la puerta y claro… hacia el.
-¿Nos dejas pasar?. – le dijo Poché a Alejandro y él solo la miro fijamente.
-Muévete ¡Ya!. – le dije y traté de empujarlo
-De verdad me gustabas Poché, que desperdicio. – dijo y por fin no abrió el paso.
Estaba tan furiosa, Poché fue la primera en pasar y se sintió el tirón de mi brazo ya que yo no caminé y miraba furiosa a Alejandro.
-Calle por favor ya vámonos. – me dijo y la miré, su mirada tan tierna y tan penetrante me hizo bajar mi coraje y caminamos.
No se porque y no puedo explicarlo pero una lágrima salió de mi ojo. Al mirar la manera que íbamos tomadas de la mano, la lágrima cayó sobre la mano de Poché y eso hizo que nos detuviéramos, me abrazó.
Tuvimos que ir a los vestidores un momento, mientras me tranquilizaba ya que mi llanto aumentó.
Poché no decía nada y eso me gustaba, me era suficiente el hecho de que tomara mis manos y que con su dedo pulgar hiciera esas suaves caricias que sentía que me decían que todo iba a estar bien que solo fue un mal momento y si, yo solo lloraba del coraje, lo que Alejandro dijo era demasiado estúpido y me hubiera encantado actuar de muchas maneras ante eso pero no hice nada por Poché.
Después de mantener la mirada abajo un largo tiempo, la alcé y ahí estaba la mirada que me hace latir el corazón. Poché me sonrió, me tomó del rostro y me besó.
-Todo estará bien. – me dijo.
Ese beso lo sana todo, el calor de sus labios y el roce de nuestra narices me hace recuperar la fuerza y seguir ante todo.
•Poché
Hoy fue una maldita ola de emociones, no entiendo nada y eso me causa rabia.
Mary borra la foto sin explicación alguna, Calle desde el que entró a la oficina traía una cara de preocupación que ni ella la podría controlar y luego lo que pasó con Alejandro y la estupidez que dijo… me hace pensar mil cosas y entiendo mucho el hecho de que Calle llorara.
Todo mejoró al pasar el tiempo y el ensayo, Calle mejoró su ánimo al pasar el ensayo y parece ser que todo va a estar mejor que en la mañana. Ahora nos dirigimos al antro dónde pasaríamos una gran noche, mañana hay ensayo, lo sé, pero parece ser que a nadie le importa mucho, así que a divertirnos.
-Poché, tengo algo que decirte. – me dijo Calle justo al sentarnos en la mesa.
-Por fin me dirás porque en la mañana llegaste con esa cara de preocupación. – le dije y tomó mi manos, parecía ser importante.
-Hermosas Chicas, los presento, ella es Mary, mi novia, y ellas dos son mis amigas del alma. – dijo Antonio interrumpiéndonos.
-Hola. – dijimos las tres al mismo tiempo y nos levantamos a saludar.
Saludé a un chico, a otro, a otro… casi no podía apreciar sus rostros por la oscuridad del lugar.
No le deseo esto a nadie….
Mis piernas empezaron a temblar cuando a Antonio gritó “Oscar, amigo mío, cuánto tiempo sin verte” solo pedía que no fuera el maldito Oscar que conozco. Calle tomó mi mano y la apreté muy fuerte.
-A ustedes no las presento pues ya se conocen espero y lo recuerden. – dijo Antonio
-Hola Dani, Hola Poché. – dijo esto, marcando de más mi nombre.
Todo se tensó y al querer acercarse a “Saludarme”, sentí mucho asco y salí corriendo al baño, me encerré en uno y ni pude evitar llorar. Sentía mucha rabia y una impotencia que se volvía en un nudo muy grande en mi estómago. Calle tocaba la puerta del baño esperando a que la abriera, la respiración me empezó a faltar, sentía que estaba a punto de entrar en una maldita crisis.
Pude controlarme, respiré y salí. Calle estaba ahí y literal salté a sus brazos.
-Poché mejor vámonos. – me dijo
-No, no quiero irme, lo que pasó no tiene por qué afectarme, vamos, no arruinará nuestra noche.
Maldita sea, ¿Pero que carajo estoy haciendo?.

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora