•Capitulo 1 ~Retomar mi Vida~

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•Poché
Ha pasado tiempo desde que me fui de casa exactamente 3 años, cuando decidí "independizarme" junto a mi Exnovio.... ¡Que Grave Error! Sabía que las cosas no iba a durar mucho con Javier pero yo me aferré tanto a él que siempre permití sus malos tratos, sus manipulaciones, lo mal que me hablaba solo porque siempre me hice pensar que nadie más me "amaría" mejor que como el lo hacía, que tonta fui.
La gota que derramó el vaso fue ayer por la mañana cuando llegó ahogado de borracho pegando de gritos, tirando y pateando cada cosa que se le ponía en su camino.
Yo me encontraba aún en nuestro cuarto, aún en pijama, aún acostada en nuestra cama, al primer azote de la puerta del departamento me levanté inmediato un poco asustada por no saber que era ese gran golpe y solo le pedía a Dios que no fuera Javier llegando borracho, ya que cada vez que llegaba en ese estado se ponía muy agresivo y decía cosas que me dolían en el alma y este caso no era una excepción...Otra vez.... Si era Javier y ¡SI! Estaba borracho de nuevo.
Yo, decidida en ignorarlo por completo, pasé a lado de él y cerré la puerta del departamento y seguido de esto me metí a la ducha, tenía tanto trabajo por hacer que no quería estar lidiando con el, desperdiciar mi día y faltar al trabajo solo por uno de sus dramas y arranques.
En cambio él, gritando, insistía en que debíamos hablar ya que yo había abusado de su confianza y me había dado un revolcón con uno de sus compañeros de trabajo. Esto era tan típico de el.
Él solía decir este tipo de cosas solo para desviar la atención, que en este caso, era el hecho de que no llegara a dormir y que además, llegara borracho.
Ya no podía más, yo ya no podía seguir aguantando estas acciones de su parte, estaba agotada y aburrida.
Salí de la ducha y no pasó ni un segundo antes de que me empezara a gritar y pidiéndome explicaciones de lo que yo "había hecho".

- Eres una..... - Dijo y lo interrumpí

- Zorra? Eso es lo que quieres volver a decirme cómo por milésima vez, estoy cansada de ti y de todo esto, de qué te vayas de fiesta llegues al amanecer, borracho y con una tontería para desviar la atención. - Le dije y callé al ver su mano, dónde tenía anotado un número de teléfono, no le dije nada, lo ignoré y me apresuré a alistarme para irme al trabajo, cuando fuí a cepillarme los dientes Javier ya estaba dormido, recordé lo del número, tomé su mano, de lo borracho y "cansado" que estaba ni sintió cuando saqué su celular de la bolsa de su pantalón y marqué al número.

- Hola?. - Dijo una voz que sonaba muy aguda, claro era una mujer.

- Holaaa.... ¿Eres Javier el tipo apuesto del bar de ayer? De verdad no creí que me fueras a marcar tu amigo me dijo que nunca repites con las mismas chicas, pero bueno ya que si llamaste ¿te late quedar en el mismo hotel? - Al instante que terminó de decir esto, colgué, me quedé paralizada, cuando sentí un lágrima correr por mi mejilla reaccioné tomé mi bolsa y salí del departamento.
No podía creerlo, aparte de sus malos tratos, su actitud tan pesada, sus ofensas, me era infiel y yo como toda una tonta nunca me di cuenta hasta ahora que ya lo ha hecho quien sabe cuántas veces, todo ya era muy claro, yo ya no podía más.
Caminaba muy alterada por las calles de Bogotá llendo a mi trabajo cuando tropecé con un señor tirándole una gran caja que cargaba y mi corazón se partió en dos cuando me percaté de que era mi padre.

- ¿Hija?. - dijo con una expresión de extraño al ver mis ojos a punto de volver a romper.

- ¿Estás bien?. - me dijo tomando mi mano, y yo seguía sin responder.
Tenía meses que no lo veía a él y ni a Vale, nos habíamos peleado por uno de los arranques de Javier, salté a abrazarlo y rompí en llanto al acordarme de aquella vez que nos peleamos y que por un idiota le dejé de hablar a mi papá y a mí hermana.
Reaccioné, corté el abrazo y me agaché a levantar las cosas que se habían caído de la caja por mi culpa y mi sorpresa fue cuando al recogerlas me di cuenta que eran cosas mías, cosas desde que iba al colegio cosas que ya ni siquiera recordaba que existían.

- Todo esto es mío ¿cierto?. - le pregunté mientras mis lágrimas seguían bajando por mis mejillas.

- Si Poché todo esto es tuyo, es de cuando ibas al colegio y te estarás preguntando que es lo que iba a hacer con esta gran caja y la verdad es que te la iba a dejar a tu departamento con Javier, era solo un pretexto para poder verte y saber que estés bien, discúlpame hija. - Me dijo con una cara de descepcion.
Eso me terminó de matar, que mal ha estado todo, me duele el hecho de que mi papá tuviera que encontrar un pretexto para poder ir a verme y que Javier no hiciera una de sus escenas.

- Pa, necesito hablar contigo, hoy pasó algo con Javier y no se que hacer, te necesito. - Le dije esto aún con un nudo en la garganta, me partía más el corazón el hecho de que mi padre se enteraría lo que Javier me había hecho y se que a él le iba doler ver a su hija así, no quería causarle molestias después de la manera en la que me salí de casa para irme a vivir con Javier.

- Claro que sí hija, hablemos, vamos a casa si gustas para hablar tranquilos. -Me dijo con una sonrisa en su rostro pero su expresión de preocupación no cambiaba. Asentí levanté la caja nos fuimos a su auto, y nos dirigimos para casa.
El camino fue horrible, no sabía cómo le diría lo que pasó y de hecho, lo que ha estado pasando desde que me fui a vivir con Javier ya ni siquiera me importaba Javier, lo que me importaba era como le iba a doler a mí padre que yo, su hija, aguanté tanto tiempo a Javier.

- Hey Poché, ya llegamos.- dijo mi padre interrumpiendo mis pensamientos.
Nos bajamos, bajé la caja, y entramos.
Todo se puso tenso e incómodo cuando al sentarnos al sillón el no decía nada solo tomó mis manos y me abrazó, yo me solté a llorar.

- Perdón, me equivoqué con Javier no era el hombre que yo pensaba, que esperaba, todo estuvo mal con el, desde el hecho de decidir ser su novia hasta el hecho de irme a vivir con él - Le dije y lo abrace con más fuerza.

- No tienes por qué pedir perdón, estas son las lecciones que a ustedes cómo hijos les toca aprender y que a nosotros como padres nos toca apoyar, eres mi hija y siempre lo serás. - Me dijo mientras separaba el abrazo y limpiaba mis lágrimas.

- Claro que tengo que pedirles perdón a ti y a Vale, les dejé de hablar por meses, los hice a un lado y no lo merecían. - Dije esto antes de que Vale interrumpiera al llegar gritando.

- Lo Logré!. - gritó y cambio su gran expresión de felicidad al verme.

- ¿Que lograste Hermanita?. - Le pregunté, era tan linda su emoción que logró sacarme una sonrisa, se veían tan feliz.

- Nada, ¿Estás bien Poché?. - Dijo y corrió a abrazarme.
Se me fue la noción del tiempo hablando con Vale y mi papá, fue un momento difícil pero por fin me desahogué y ellos me apoyaron como siempre, comimos, ya ni siquiera había ido al trabajo, Vale me contó que logró entrar a un concurso de canto y hablamos de eso casi toda la tarde, mi día paso de ser horrible a ser muy feliz por qué nada me hacía más feliz que estar con mi familia y recordé la caja, me fui a mi antiguo cuarto a ver qué tenía la caja se me hacía lindo el hecho de ver todo lo que debía tener y de verdad quería distraer mis pensamientos antes de ir a enfrentar a Javier, abrí la caja y lo primero que encontré fue una foto, una foto que al verla me congeló todo mi ser. No recordaba que aún existía esta foto, el panorama de la foto era esta: En la foto salíamos yo y una niña llamada Daniela Calle el primer recuerdo que se me vino a la mente fue que ese mismo día después de una clase en el colegio Calle me invitó un helado en un pequeño parque que quedaba cerca del colegio donde estudiábamos, aún siento lo feliz que me sentía ese día, puedo sentir el sabor del helado de limón en mis labios puedo sentir esas mariposas en mi estómago cuando ella me tomó de la mejilla y miró a los ojos fijamente como por una eternidad, aún siento su aliento tan cerca del mío y sus labios a una distancia tan corta que ambas podíamos escuchar hasta nuestros latidos, mis latidos estaban tan rápidos que mi corazón estaba apunto de salir de mi pecho y aún puedo recordar cuando....

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora