•Capitulo 6 ~Nuestro Ritmo~

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-¡Mary! ¿Que haces aquí?. – le grité al soltar mis cosas y correr a abrazarla.
-¿Qué haces tú aquí?. – me dijo mientras me abrazaba fuerte.
-¿Se conocen?. – dijo Marco.
-Obvio que nos conocemos, es mi amiga del alma. – le dijo Mary mientras nos soltábamos del abrazo.
-Nos conocimos en un curso de fotografía que tomamos hace varios años. – le dije a Marco.
-Genial ahora son roomies y compañeras de trabajo, yo ya me tengo que ir, las veo mañana, Mary por favor dale todos los detalles a María José y ayúdala a instalarse, Bye. – seguido de esto marco se fue.
Mary es una gran amiga que conocí en un curso de fotografía que tomamos en Bogotá, es genial volverla a ver hace años que no la veía. Me alegra tener a alguien conocido aquí en LA así no me sentiré sola y es genial que trabajaremos juntas, nos acoplábamos a trabajar muy bien ambas. Mientras me instalaba al departamento me explicó muchas cosas sobre lo que estaremos haciendo, sobre mañana en la junta que habrá y en cómo van a surgir todas las actividades que debemos seguir al pie de la letra. Acabo de llegar y al parecer todo pinta a qué me va a ir genial.
*3 semanas después*
Han pasado 3 semanas desde que me instalé en esta ciudad de sueño, hemos estado en una pequeña capacitación para las fotografías que debemos tomar para la promo de la obra, mañana le darán las noticias a las personas que han pasado la audición final y harán un pequeño ensayo de las coreografías que deberán montar, Mary y yo estamos muy emocionadas nos dieron un gran equipo de luces y cámaras para las fotografías, ya quiero que sea mañana, esto en enserio lo más cercano a lo que llegué a querer algún día, jamás creí que al dejar a Javier iba a pasar todo esto, un pequeño cambio da resultados muy grandes, aún me siento dolida por Javier pero el tiempo lo sana todo y aunque no lo estoy del todo bien, sé que lo estaré, creo que ya me ha ido muy mal como para que pueda ser peor.
•Calle
“El libreto llegó antes de lo esperado” fue lo último que me dijo Marco y que de ahí nos veríamos en unos. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y lo nerviosa que te pueden poner ciertos acontecimientos. Hace 3 semanas me había quedado de ver con Marco, me iba a presentar a las fotógrafas que estarán trabajando junto con nosotros pero tuvo una emergencia y se tuvo que ir, yo realmente quería conocerlas ya que dice que vienen de Bogotá y tengo curiosidad de saber quiénes son, a lo mejor es alguien conocido y sería lindo ver rostros conocidos.
-Dani ya levántate o se te hará tarde para la audición, ¿Puedo pasar?. – dijo Juli tocando mi puerta.
-Si pasa. – le dije y di un salto de la cama para ya levantarme de una vez antes de que me diera pereza.
-Oye Dani ayer que estuvimos hablando aquí ¿No deje aquí las llaves de mi auto?. Me dijo.
-No sé, la verdad no he visto nada pero te ayudo a buscarlas. – le contesté mientras revisaba en mi mesa de noche por si estaban por ahí.
Juli se agachó a revisar debajo de la cama y para mí suerte encontró la tonta caja de Poché.
-¿Por qué aún conservas esto?, espero y no la hayas abierto, mejor ya tirarla junto con las cosas que hay en casa de papá. Dijo esto recogió sus llaves y se fue un poco molesta.
Con todo este tema de la audición se me había olvidado el hecho de que ya me iba a deshacer de todo lo de María José. Hoy que me darán la noticia de la audición final es buena idea ya deshacerme de todo ya comenzar con este sueño. Me llevaré la caja con la llave en el auto y después iré a casa de mi papá a sacar todo, no se realmente que hacer, no sé si quemarlo, o tirarlo todo al basurero, pero eso lo veo después primero lo primero.
Salí del departamento, baje al parqueadero, en la cajuela puse la estúpida caja, me subí y me fui, hacía dónde nos habían citado. Al llegar al lugar, quedé impactada de lo espectacular que era, los estudios eran gigantes parecía un sueño de película, al parecer si era a lo grande este proyecto. Estacioné el auto y bajé.
Me siento tan nerviosa, quiero volver el estómago si no llegó a quedar dentro voy a llorar toda la tarde, de verdad quiero tanto esto.
Nos encontramos en este momento todos en el salón donde sería hoy el ensayo para el montaje de las coreografías, es impresionante el gran equipo que hay aquí dentro y son solo para fotografías de una pequeña promo.
Una risa que se escuchaba al otro lado de la puerta interrumpió mis pensamientos.
Esa risa me es tan conocida y tan particular, será que es la de… .- pensaba… cuando un grito interrumpió mis pensamientos.
-No puede ser ¡Dani! ¿También audicionaste?. – Dijo esto mientras me abrazaba.
- ¿Mandy? ¡Que sorpresa verte!. – Le dije mientras trataba de buscar y separar el abrazo el abrazo para concentrarme de quién carajos era esa risa que se escuchaba.
Pero cuando vi que se abrió la puerta y ya iba a ver por fin a la persona de la risa, Amanda volvió a abrazarme y me hizo dar un giro de 180° y no pude ver quién entró, cuando volví a voltear a buscar de nuevo solo había una gran bolsa azul en dónde se encontraba ese impresionante equipo.
Mandy me seguía hablando pero yo estaba un poco perdida.
-¡Quedamos!. -gritó Amanda
Eso me hizo volver a pisar a tierra y también grité. Quedé como el papel de la mejor amiga de la protagonista y la protagonista por alguna extraña razón era Amanda. A ella la conocí en la academia de misi, también bailaba, cantaba y actuaba pero no era tan buena como para quedarse con el protagónico, pero bueno, siempre se mejora para bien y yo estaba más feliz por mí por quedarme con este papel, realmente no esperaba quedar, me fue mejor de lo que esperaba.
En el lugar nos quedamos únicamente los que ya teníamos ganado el papel y los demás se fueron. Nos explicaron que lo primero que íbamos a ver eran las canciones principales de la obra y que saliéramos un momento a respirar o a comer algo ya que casi llegaban los coreógrafos e íbamos a estar un buen rato aquí.
Volví a escuchar esa risa al salir del lugar, maldita risa me está matando de curiosidad de saber quién es la de la risa. La sentí más cerca y quise buscar así que caminé hacia donde se escuchaba la risa pero Amanda me tomo del brazo y me jaló hacia el sentido contrario.
-Espera. – Le dije y me solté de su agarre.
-Vamos a comer algo yo invito, tenemos tanto de que hablar Dani, no nos hemos visto en años, vamos a ser de nuevo las mejores amigas como en el colegio, así que ven. – dijo esto y me volvió a jalar.
-Quiero saber quién es la de la risa, tengo curiosidad. – le dije.
-Seguro no es nadie importante. – me dijo y cedí a ir con ella.
Paso un rato, hablamos de tanto que realmente sentí que fue una eternidad, ya se me había olvidado lo mucho que habla Amanda, casi me dijo todo lo que ha hecho en estos años, y ni atención le he puesto.
Nos llamaron para ya empezar, cuando íbamos en el pasillo volví a escuchar la risa, y por fin pude alcanzar a ver de quién era, a unos metros de nosotras se veían que caminaban dos chicas una alta y otra más bajita de cabello azul que parecía ser la de la risa, caminé un poco más rápido para alcanzarla y ver si era quien yo creía que era, cuando estuve a punto de tocar su hombro, antes de que pudiera decir algo….
-Nosotras entramos por aquí boba. – dijo Amanda y me jaló hacia otra dirección y ya no pude ver quién era.
Me sentí tan enfadada, estuve a nada de descubrir y sacarme esta maldita duda y Amanda lo arruinó.
Entramos, nos presentaron a los coreógrafos, estaban dando instrucciones y Amanda me empezaba a fastidiar un poco, no dejaba de hablarme y casi no me dejaba escuchar lo que nos decían, trataba de alejarme un poco de Amanda pero ella literal estaba pegada a mi.
Marco nos hizo pasar al frente ya que éramos prácticamente las protagonistas de la obra y quería que las fotógrafas nos tomaran fotos. Ahí estaba la chica del cabello azul, la de la risa, era una de las fotógrafas, la gran cámara tapaba toda su cara, pero de repente bajó la cámara, mis piernas empezaron a temblar, me dieron ganas de volver el estómago y me empecé a marear. Alguien gritó
-¡Daniela!.
•Poché
“Voltee, alcé la cabeza junto con la cámara en mi rostro, en cuanto enfoqué el lente de la cámara para tomar a las protagonistas de la obra, la vi. ¡Era Daniela! Bajé la cámara en seguida, no podía creerlo, ella tenía la misma cara de extrañeza que yo, ¿Cómo era posible esto? ¿Qué posibilidad había en que nos fuéramos a encontrar alguna vez? Como una en un millón. Todo me empezó a dar vueltas sentí un frío tan extraño, escuché que alguien gritó, y todo se me apagó.”
Esto es lo último que recuerdo de este día antes de que me desmayara. El día de hoy empezó muy mal, me da rabia y me siento estúpida, el día de ayer fue un gran día, me sentía feliz, me sentía muy emocionada creyendo que hoy iba a ser un gran día y que ya nada peor de lo que me ha pasado me podría pasar, no, no ha sido un gran día, ha empezado muy mal, y si, algo peor podía pasar….. empezando porque desde que toqué este lugar, me tropecé con la “amiguita” Calle, otra vez…. Hace semanas en Bogotá y ahora aquí. Me la topé en los pasillos y me hizo enfadar demasiado ya que chocamos como la vez en Bogotá y me tiró mi café manchándome toda la camisa, después de esto hizo burla y referencia a qué seguro yo era la limpia baños ya que no tenía a qué estar en este lugar dijo que: “brincos diera si trabajaba de algo importante en este lugar” y no se aguantó echarme en cara que ella era la protagonista y que podía hacer que me despidieran por querer manchar su camisa con mi café, no pensé que dijera enserio lo del protagónico, ella en misi, para mí era de las peores no se ni que hacía en misi pero bueno, no soy así, de las que juzga a los demás pero es que ella enserio me trató de hacer la vida miserable.
A pesar de esto, traté de estar de la mejor actitud y además de esta horrible sorpresa de Amanda, me enteré que Antonio será uno de los coreógrafos y recordé el día que dijo que vendría muy pronto y ahora estaba tomando un poco de sentido eso pero aún no me quedaba claro lo del hilo antes de que se me cayera el teléfono ese día…… Seguro dijo “La leyenda del hilo rojo del destino” si quiso decir eso la leyenda va:
Las personas que están destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece constantemente atados a sus dedos. A pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá ya que su único dueño es el destino.
Y esto ahora tiene tanto sentido al ver a Calle, Antonio trató de contarme pero nunca se pudo. Y de la duda que trate de aclarar la vez pasada con Marco de qué si era la Daniela que yo conocía simplemente se me olvidó. Y ahora estoy aquí en la oficina de Marco esperando a que me despidan después de la escenita del desmayo cuando vi a Daniela.
-¿Ya estás mejor?. – dijo Antonio al entrar a la oficina.
-Pudiste mandar solo un mensaje diciéndome que aquí me iba a encontrar a Daniela, ¿Desde cuándo lo sabes?. – le dije molesta a Antonio.
-Desde la noche en qué aceptaste el trabajo, cuando estábamos con Marco en Bogotá, después de que te fuiste me mostró la gran lista de todos los que iban a audicionar y ahí vi el nombre de Daniela. Cuando llegaste aquí a LA te trate de decir en la llamada pero al parecer no escuchaste y de lo de Amanda la verdad estoy más sorprendido que tú porque hay algo más que quiero platicarte sobre ella. – me dijo dándome un abrazo.
- Mi vida es una mierda ahora siento que esta oportunidad ya se me fue de las manos, no se que voy a hacer después de esto, no se que va a pasar, ya no quiero estar aquí. – le dije con un nudo en la garganta.
- No, tranquila se va arreglar yo ya hablé con Marco y si piensas que tú por un desmayo estás en “problemas”, Daniela está igual o peor que tú, cuando llegué, obviamente tarde… iba apenas en el pasillo cuando escuché un grito y entre rápido, tu ya estabas en el suelo y Daniela había vomitado en Marco. – dijo esto y se rió.
- No es para nada gracioso. – le dije esto y alguien entraba.
Claro tenía que ser Daniela, al entrar Daniela todo se puso tenso y Antonio nos dijo que sigamos esperando a Marco y se salió de la oficina.
Me siento como en el colegio cuando nos metíamos en problemas y estábamos en la dirección en silencio molestas la una con la otra.
-Que estúpido que te desmayaras. – dijo Daniela. No creí que me fuera a hablar, fue muy estúpido que me dijera eso así que decidí ignorarla, ni siquiera quería voltearla a ver
-¡Que no piensas hablar! ¡Di algo!. -Me gritó
-Es más estúpido que vomitaras en Marco. – le dije sin pensarlo.
-Voy a matar a Antonio a eso estaba aquí a decirte eso, que idiota es, mejor dime ¿me estás siguiendo o algo?, Fui muy clara que no te quería volver a ver en mi vida al irme de Bogotá. Y que me ¿dirás? ¿Qué esto es casualidad?. – me dijo parándose frente a mi.
- No te diré nada. – le dije y cerré mis ojos, al hacer esto una lágrima salió de mis ojos.
- Sus problemas los arreglan en otro lugar y en otro momento. -dijo marco al entrar y ver está escena.
Lo siguiente que pasó es un gran sermón de el profesionalismo y de no mezclar la vida privada con la laboral y bla, bla, bla, llegamos a un acuerdo y salimos de la oficina a retomar todo en dónde nos quedamos. Mary estaba preocupada por mí, le dije que hablábamos en el departamento, y empezó el ensayo. Respiré profundo y nos pusimos en acción con la fotos. Era clara nuestra incomodidad. Daniela aunque era muy buena disimulando se notaba enojada. Y yo pues a quien le importa como esté yo. Yo solo hice mi trabajo que es tomar fotos.
Tomando las fotos no podía evitar perderme en Daniela, se veía tan hermosa, bailando… ella, sus ojos, ella, su estilo, aún no me podía creer que era ELLA.
Nos dio la noche en ese lugar, por el atraso y todo.
-Revisando las fotos te quedaron increíbles María José, ya quiero ver tu magia en la edición. – me dijo Marco felicitándome.
-Muchas Gracias y de nuevo discúlpeme por lo de hace rato. – le dije y agaché la cabeza
-¿Qué pasó hace rato?. – dijo, río y se fue.
Salimos de los estudios, y para terminar el día con broche de oro, Amanda se me acercó y me da una nota que dice: te haré recordar quién en verdad eres.
La hice bola y se la aventé.
-¡Que infantil eres! ¡Las cosas se dicen en la cara! Y no me fastidies o haré que te arrepientas enserio. – le dije y caminé hacia ella. Pero Mary me detuvo y llegaron Antonio y Daniela justo en el momento en que ya iba decidida a partirle la cara.
-¿Que pasa aquí?. – Dijo Daniela.
- Nada, no pasa nada. – dijo Antonio, tomó mi mano y me jaló hacia su auto. De un momento a otro Daniela ya estaba parada frente a nosotros.
- Te odio. – me dijo Daniela y se fue.
No pude evitar llorar, eso me dolió demasiado ¿Cómo dos palabras pueden doler tanto? ¿Por qué la persona que alguna vez me dijo “nuestros corazones van al mismo ritmo, Te amo” ahora diga esto? Y lo más importante ¿Por qué Daniela Calle aún me duele?.

A Un Milímetro De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora