Capitulo 14.

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¡Siiiiiiii! Subí un capítulo antes de que se acabe el mes... Resaltando el hecho de que es día primero eehehehehehehehehe. Espero que el próximo capítulo sea este mes...

Bueno, disfruten el capítulo. Prometo actualizar mas seguido mas y mas jajajaja
¡Un beso cariños míos!

Nous allons lire
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-Te estuve buscando el jueves en la noche.- me dijo Russell mientras estaba parada en la fila para el almuerzo.- ¿Donde estabas?

-Obviamente no donde tú estabas.- respondí mirando al rededor en busca de Harry o Jennifer. Me tomó por el brazo.

-Deja de ignorarme, maldita sea.- solté mi brazo de su agarre.

-Entiéndelo Russell, ya no me agradas. Dejaste de hacerlo el día que me entere de tu estúpida apuesta. Déjame en paz.- me miró extremadamente molesto.

-Y te dije que no la haría.- me dieron ganas de reír.

-¿Es en serio? ¿Qué pasó en inglés la semana pasada? Estuviste molestándome.- se veía despreocupado, como si no hubiera hecho nada.

-Realmente no hice nada, ese profesor idiota me echó de su clase, ¿recuerdas?- agité la cabeza.

-Debo agradecerle por eso, me salvó de tenerte cerca de mi en sus clases.

Harry se nos unió cuando él estaba por responder y dejé salir un suspiro de alivio.

-¿Aún no lo entiendes?- le preguntó.- Creí que Ally te lo había dejado claro cuando ella no quiso nada contigo.- él la observó.

-Ally ha estado ignorándome, pero seguimos en una relación así que ella tendrá que volver a hablarme quiera o no.

-Estaba apunto de decir eso exactamente.- le dije.- Si, antes de que Harry llegara, en caso de que aún no lo entiendas, hemos terminado. No te quiero cerca de la café o mi casa o mis amigos o cerca de mi otra vez.

Su mirada de asombro fue remplazada rápidamente por una de enojo.

-Vas a lamentarlo.- lo observé a los ojos.

-Lo dudo mucho.- dio un paso cerca de mi.

-Tú, Alison King, me perteneces y nadie mas tendrá sus sucias manos cerca de ti. La apuesta me pudo haber dado dinero y tú no vas a impedir que lo obtenga.

Y después, así como así, giró sobre sus talones y se alejó de nosotras. Harry aparentemente sintió mi preocupación porque rodeó mis hombros con su brazo y me llevó hasta una mesa vacía.

-No te preocupes cariño, hablaré con alguien a ver si lo podemos mover de las clases que compartimos con él y en la hora del almuerzo quedarnos adentro.- sus palabras me sacaron de mi ensimismamiento.

-No, no lo hagas. Nadie mas necesita estar envuelto en esto.- asintió .

-Hablaré con el Profesor Carlton, él odia a Russell así que él puede ayudarnos.

Él era la última persona que necesitaba estar envuelta. Pero no podía decirle a Harry porque tendría que explicarle porque él odiaba tanto a Russell y porque ella no podría decirle nada, y eso básicamente sería admitir todo lo que yo no quería que nadie supiera.

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-Alison, ¿puedo pasar?

Dejé mi libro en la mesa junto a mi cama antes de sentarme para estirarme, en vez de asistir al resto de mis clases después del almuerzo, preferí irme a casa y pasar el resto del día trabajando en la café para sacar mi mente de los nervios que se construían en mi estomago. Pero al hacerlo, olvidé completamente que Harry había prometido hablar con el único hombre que yo no quería que se enterara de nada.

-Si, está abierto.- le respondí.

Empujó la puerta para abrirla y después de ponerle el pestillo, caminó hasta quedar parado junto a la ventana. Su cara estaba inexpresiva así que no pude saber si estaba molesto o no, y si lo estaba, no tenía la seguridad de que fuera por mi o por Russell. O tal vez por los dos.

-Te saltaste las clases.- dijo finalmente y yo asentí.- Ya sé lo que te dijo.- me informó y esta vez había un rastro de irritación en su voz.- ¿Por qué no viniste tú a decírmelo?

-No iba a decírselo a nadie.- respondí.- Así que no te sientas ofendido.- frunció el ceño.

-Faltaste a clases por su culpa, si me lo hubieras dicho yo habría hecho algo.

-¿Como que?- pregunté incrédula.-¿Golpearlo? Lo único que resultaría serias tú perdiendo tu trabajo y él mas molesto conmigo.

-Perderé mi trabajo de todos modos.- murmuró. Me di cuenta de que lo observaba en completo estado de shock.- Así que no molestes conmigo y mi trabajo.- me puse de pie sie riéndome estúpida sentada en la cama.

-Tú eres quien vino a buscarme para hablar, no al revés. Si eso te molesta entonces a mi no me interesa, solo eres alguien más con quien discutir.- dejó salir un suspiro.

-No debí decir eso, no cuando estoy molesto, no pienso correctamente.

Yo estaba demasiado enojada como para que me importara.

-¡Pero si te molesta! Dios, no me has dirigido la palabra desde el viernes.- se giró sobre sus talones.

-Eso hubiera sido diferente si tú no estuvieras evitándome.

-No me iba a aparecer en tu puerta.- espeté.- No estoy desesperada.

-No estoy diciendo que vayas a mi habitación.- estaba igual de molesto.- Pero no te he visto, todo lo que haces es trabajar.

Esa fue la gota que derramó el vaso y que hizo estallar mi enojo. Había pasado semanas diciéndome que Russell no era bueno para mi h ahora él me decía lo mismo que Russell me había dicho en incontables ocaciones. Abrí la puerta.

-Sal de aquí.- la confusión fue evidente en su rostro.

-¿Como?

-Me escuchaste.- me esforcé por sonar calmada.- Sal de mi habitación.- me sorprendí al darme cuenta de que había lagrimas en mis ojos.- Fui una estúpida al creer que podía pasar algo entre nosotros.- me tallé los ojos furiosa.- Dios, ¿por qué me inscribí en esa estúpida clase en primer lugar? Nada de esto estaría pasando.

La habitación se quedó en silencio mientras nos mirábamos de extremo a extremo, pero a pesar de que yo lloraba él no dijo ni una sola palabra. Finalmente, dejó caer sus hombros mientras una señal de derrota cruzó por su cara antes de cruzar la habitación y pasar frente a mi.
Me las arreglé para cerrar la puerta antes de romperme a llorar.

Por una apuesta. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora