El agua de la bañera ya se había enfriado pero me había determinado a quedarme ahí el tiempo necesario hasta que me haya quedado claro que mis sentimientos hacia mi profesor de ingles eran esos en los que encajaban perfectamente para llevar a cabo una buena relación y no este desastre, bastante confuso, de "intentemos una relación pero oh-no-espera-puedo-perder-mi-trabajo-así-que-no-importa" en el que me había metido.
Si alguien me hubiera dicho antes de que empezara la escuela en agosto que la profesora Lafferty seria reemplazada por un hombre, joven, ridículamente atractivo con una voz en barítono como el chocolate con una inhabilidad de encontrar una camisa que le quede bien, me hubiera reído en su cara y ni me hubiera molestado en regresar a la escuela en caso de que todo fuera verdad.
Era su culpa que me estuviera saltando clases. Ya casi no iba a inglés y me había hecho saltarme biología, pero ahí tenía parte de la culpa Russell - que se había dado la tarea de minimizarme por mi virginidad. Dios, ¿qué era eso? ¿Alguna clase de premio? ¿Estaría hablando de mi con sus amigos en este momento?
Me di cuenta de que si el profesor Carlton no hubiera estado continuamente diciéndome lo mucho que odiaba a Russell, probablemente yo ya no seria virgen y estaría deprimida por lo usada que me sentía. ¿Qué otra cosa hubiera pasado si no hubiera reemplazado a la profesora Lafferty? Bien, para empezar yo no estaría sentada en la bañera luchando contra el impulso de ir hasta su habitación y rogarle que me tomara.
¿Qué demonios estaba pensando? No, no iría a su habitación, pero... no, de ningún maldito modo. Me olvidaría de él dejaría de pensar en cómo sería deslizar mis dedos en su cabello y en como seria besarlo y... oh, Dios.
Incluso sus maldigas mejillas eran perfectas.
¿Qué había pasado con esa Alison King que solo quería tener buenas notas en la escuela para así poder escapar a cualquier lado en lugar de escapar de la persona que se suponía que le ayudaría a sacar buenas notas?
Me puse de pie maldiciéndome mentalmente con todas las malas palabras que me sabia, que admitiéndolo no eran muchas, pero ayudaban a no seguir pensando en él. No quería seguir pensando en él, nunca.
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-Mierda, lo siento no veía por donde iba y estaba... Oh, hola otra vez.- me topé con él, otra vez.
-Um... hola.- fue mi respuesta brillante.Su cara estaba sonrojada y al principio creí que era oír la vergüenza pero después me di cuenta de que yo solo vestía una toalla.
-Estuve preocupado cuando te fuiste de clase.- me informó. Me esforcé por seguir respirando, ignorando la pequeña vocecita en mi cabeza gritando "no solo mi piel está húmeda" oh, ¿qué demonios me estaba pasando?
-No podía quedarme.- dije después de tragar saliva, mi cara se sentía caliente. Él solo asintió aun viéndose incomodo.- Con Russell ahí; si, era demasiado.Yo quería seguir hablando con é, pero sabía que más conversación significaría las posibilidades de que mi cerebro interpretada algo equivocadamente y eso daría pie a más sueños, así que me decidí por una retirada apresurada.
-Debería irme.- le dije.-Tal vez mañana vaya a tu clase.- sonrió ligeramente, pero se veía con dolor.
-Estaré esperando.Y después de regresarle la sonrisa, me di vuelta para caminar por el pasillo y llegar a mi habitación, mi mente estaba a punto de explotar por darle miles de vueltas al porque él se veía tan incomodo viéndome con solo una toalla cuando ya me había visto desnuda una vez.
-¿Alison?- su voz sonó muy baja y cuando me di vuelta para ver qué quería me di cuenta de que su entrepierna se veía muy apretada. Solté un jadeo. -Lamento lo que dije.- sonaba como si caminara de puntillas sobre vidrios rotos.- No debía haber dicho eso porque no me importa.- me tendió una mano.- Esto es el maldito infierno.
Antes de poder procesarlo, yo ya estaba caminando hacia él, pero cuando él tomó mi mano y comenzó a besar mi muñeca comencé a reír. Levantó la mirada, sus ojos ardiendo en los míos.
-¿Qué?
-Dijiste que era el infierno.- respondí. Enredó su brazo libre en mi cintura y me jaló hasta su pecho e inclinándose hacia adelante, presionó sus labios en mi oreja, su aliento chocando contra mi piel me provocaba piel de gallina
-Esto es algo en lo que he pensado por semanas.- cuando hablé me esforcé por sonar mas calmada de lo que me sentía.
-¿Besar mi muñeca?Reclamó mis labios en un caluroso beso, su lengua invadía mi boca mientras sus brazos me abrazaban mas fuerte.
-Mucho mas que eso.- respiró otra vez cuando nos separamos.
-Mucho mas que eso.- me estiré para besar sus labios otra vez.- Entonces enséñame.

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Por una apuesta. (Cancelada)
FanfictionAlison cree tener toda su vida resuelta hasta que se entera que su novio está participando en una horrible apuesta, y cuando su nuevo y muy atractivo profesor de Inglés comienza a interesarse, todo está a punto de ponerse mucho más complicado. P...