Hola mis readers, ¿cómo están? Lamento de verdad, la tardanza con la traducción. No tengo excusa, lo siento.
Disfruten y no me odien jajajajaja.
Un beso grande grande.
_____________________________Mamá daba vueltas por la cocina cuando regresé a casa después del almuerzo con un dolor de cabeza mortal. Me preparé mentalmente para la hora de los gritos.
-¿Dónde estabas?- preguntó, me sorprendí ante la calma en su voz.
-Afuera.- respondí lentamente, seguía esperando sus gritos. Me miró aliviada.
-Pensé que Russell te había encontrado.- continuó dando vueltas por la cocina.- Cuando se apareció por aquí no tenía ni idea, creí que habían arreglado sus problemas pero después Benedict me dijo que Russell intentó tocarte en clase.- yo seguía confundía por su reacción.
-Espera, ¿qué? ¿Quién es Benedict?- se detuvo.
-Oh, cierto, no sabes su primer nombre. Es el profesor Carlton, ya sabes, tu profesor de ingles, ¿el que se queda en la habitación de huéspedes?- asentí.
-Bien, emmm...¿que te dijo?
-Solo dijo que sacó a Russell de su clase porque se puso a gritar y a maldecir.- dijo con indiferencia.- Le pregunté qué es lo que había pasado y respondió que había intentado tocarte.- giro la cabeza para encararme.- ¿te incomoda tenerlo cerca? Puedo hablar con él cuando regrese, que busque otro lugar para quedarse si quieres.
Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para dejar de reír, era tan típico de ella el preguntarme si me incomodaba semanas después de que había llegado. Debió preguntarme eso antes de escucharlo decir mi nombre mientras se corría, en la ducha, masturbandose... Ok, eso se oyó extraño.
-No, no es incómodo.- le respondí.-De todos modos nunca lo veo, además no creo que tenga otro lugar en donde quedarse, sino ¿por qué se estaría quedando aquí?- se lo pensó por un momento.
-De acuerdo, se queda. ¿Russell no te encontró ayer?- negué con la cabeza.
-Nos fuimos cuando el llegó.
-¿Fue la fiesta de apertura de ese hotel verdad?- preguntó curiosa y asentí en silencio. -¿Cómo estuvo?
Yo sabía que seguiría preguntándome cosas sobre eso y yo estaba agradecida por la distracción de preocupación que crecía en mi interior, no tenía idea de cómo "Benedict" iba a reaccionar cuando regresara.
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El calor había empezado a desaparecer cuando salí del río, había sido otra visita imprevista así que no llevaba un cambio de ropa o una toalla y justo cuando empezaba a preocuparme sobre lo que haría me di cuenta de que había una manta extendida sobre el pasto.
Dejé escapar un grito cuando me di cuenta de que no estaba sola.
-Pensé que estarías aquí.- me dijo Benedict. Traté de cubrir mi desnudez lo mejor que pude.
-¿Qué haces aquí?- me ofreció una toalla.
-Admirando el paisaje.
-Oh, púdrete.- tomé la toalla y la enrollé en mi cuerpo mientras el soltaba una carcajada.
-¿Por qué haría eso?
-Oh, no lo sé.- fingí confusión.- Tal vez porque eres mi profesor de ingles que tiene un odio extremo hacia mi ex pero no tan extremo como su fascinación hacia mi.
Se dejó caer en la manta quitando un mechón de cabello rizado de se frente.
-Deja de hacerme cuestionar sobre mis valores.
-No sabia que tuvieras valores.- respondí, desde donde estaba parada pude ver su ceño arrugado.
-Es tu culpa.
-¿Qué es?- pregunte prefiriendo ver mejor mis manos antes que a él.
-Tú.- respondió, sonando un poco irritado.- Haces cosas y ahora me haces cuestionarme todo sobre mi vida.
Guardé silencio, no sabia que decir. Me observó.
-Pero eres tan joven. Tienes toda tu vida por delante. Tienes decisiones que tomar, nuevas personas por conocer, lugares que ver. Y no harás nada estúpido como para arruinar tu educación.
¿Estaba admitiendo que se sentía atraído hacia mi?
-¿Qué es lo que quieres?- pregunté lentamente. Él se puso de pie
-A ti Alison. Jesus, ya no puedo hacer esto. No puedo pasar otro día sin saber lo equivocado que estoy.- me miró casi suplicando.- Dime lo estúpido que soy al mal interpretar todo. Dime que me odias, o algo, solo... dime algo.
Si, parecía que estaba admitiendo que estaba atraído hacia mi, confirmando todo lo que había pensado sobre él estas ultimas semanas. Pero, ¿qué podía hacer yo? Él tenía razón, cualquier cosa que pasara entre los dos podría hacerme expulsar de la escuela si se enteraban.
Mi mente giraba, mil palabras daban vueltas en mi cabeza porque había tantas cosas que quería decir, pero solo una salió de mi boca.
-No te odio.- dije finalmente. Me miró sorprendido.
-¿No?- agité la cabeza. Dio un paso hacia mi.-¿Eso qué significa?- tomé un largo suspiro.
-No mal interpretaste nada. Y la razón por la que no me interesa Russell es porque estaba tan distraída contigo.
-¿En serio?- arrugó el ceño y asentí.
-Si, aun lo estoy. Apenas dormí ayer porque temía tu reacción.
Podía imaginar los engranes de su mente girar mientras pensaba en todo esto, y estaba segura de que tenía una pequeña vocecita molesta tratando de convencerlo de lo estúpido que era. Pero entonces extendió sus brazos y corrí hacia ellos sintiéndome tan aliviada al sentirlos rodear mi cintura fuertemente.
-Esto es ridículo.- murmuró enterrando su cara en mi cabello.- Pero era un infierno antes, sin saber si estaba equivocado.- me abrazó mas fuerte.- Todo parece encajar, bueno podemos intentarlo.
Pero a mi no me interesaba, las consecuencias si éramos descubiertos eran la ultima cosa que cruzaban por mi mente. Lo único en lo que podía pensar era en lo segura que me sentía en sus brazos y en lo aliviada que estaba de no estar equivocada desde el principio.

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Por una apuesta. (Cancelada)
FanfictionAlison cree tener toda su vida resuelta hasta que se entera que su novio está participando en una horrible apuesta, y cuando su nuevo y muy atractivo profesor de Inglés comienza a interesarse, todo está a punto de ponerse mucho más complicado. P...