Por una apuesta. (Cancelada)

Capitulo 4.

-Es jodidamente hermoso.- El comentario de Sally me sacó de mis pensamientos. El profesor Carlton seguía sentado en la mesa junto a la ventana, aun con su libro, bebiendo su café y comiendo ese maldito pastel.

-Aparta tus manos, Sally, tú ya tienes novio.- replicó Casey.-Díselo Al, es tu amiga.

Aparté la mirada del profesor cuando se chupaba el glaseado de mantequilla del dedo.
-¿Qué?- pregunté ignorando el calor creciendo dentro de mí.
-Sólo está celosa.- Me dijo rodeadme los hombros con sus brazos.-Nosotras dos tenemos novio y ella no, y a causa de nuestra admiración hacia ese fino espécimen de hombre de por allá, está celosa.

El hecho de que yo tuviera novio y aun así estuviera observando al profesor Carlton no me hacía sentir mal; era el hecho de que estaba  pensando inapropiadamente sobre él mientras comía un ordinario pastel. Sin mencionar que era mi profesor de Inglés.

-De cualquier manera, es el nuevo profesor.- Nos recordó Casey, como si no lo supiera ya.-Él perdería su trabajo y tú serías expulsada.

-Valdría la pena. -Sally sonrió.

Me giré para ordenar el dinero en la caja, esperando que la rutina me distrajera. No era que no hubiese tenido ese tipo de pensamientos antes, nunca antes me había excitado solo con ver a alguien comer.

Pero esas manos…

Me puse de pie maldiciéndome por dentro. No podía estar pensando esas cosas, especialmente en el trabajo y sobre todo cuando el tipo está en el mismo sitio. Sally tocó mi hombro mientras pasaba.

-Terminé, nos vemos mañana.
-Adiós.- le respondí viéndola caminar hacia la puerta mientras se ponía su chaqueta. El profesor Carlton levantó la vista cuando escuchó el sonido de la puerta abrirse, y después dirigió la mirada hacia donde estaba parada. Me dedicó una media sonrisa, el brillo en sus ojos me indicó que sabía lo que yo había estado pensando momentos antes. Seguí contando el dinero, ahora nerviosa.

¿Por qué Russell no podía hacerme sentir esto? ¿Por qué no me atraía de la misma manera? Pero, me contrarresté, ¿Por qué con el profesor Carlton  era tan diferente? ¿Qué había con él?

Levanté la mirada para darme cuenta de que él me estaba observando y después empecé a reír ante la ridícula situación. Era mi maldito profesor y nos habíamos estado observando mutuamente tratando de no ser vistos. ¿Qué demonios había sucedido con mi vida?

-Ya te puedes ir.- Mamá salió de la cocina.- Ve a hacer tu tarea o algo. Ya estamos por cerrar.

Cerré la caja y le di la llave antes de quitarme el mandil. Me iría a mi habitación y no volvería a pensar en mi maldito profesor. Tenía un novio, como Sally amablemente me recordó.

Pero tal vez eso podría arreglarse.