Por una apuesta. (Cancelada)

Capitulo 7.

-Russell detente.- dije apartando su mano de mí y el suspiró.
-Hemos estado saliendo por un año Ally, por sin ya lo olvidaste.
Lo ignoré y camine hacia la barra para poner la tetera en su lugar.
-Estoy trabajando.
-Siempre estas trabajando.- se quejó.-No podemos, ya sabes...- se acercó hasta mi sugestivamente.
-No,-grité con furia.- Demonios no, no podemos.- se veía un poco molesto.
-¿Cuanto tiempo tendré que esperar?
Me giré hacia el incrédula a lo que había escuchado.
-¿Cuanto tiempo tendrás que esperar? ¿Hablas en serio?
-Siempre me das negativas.- respondió casi ofendido.-Cada vez que te pregunto.
-Porque no quiero hacerlo. ¿No es obvio?- comencé a llorar.-Tengo muchas cosas en la cabeza como para encima preocuparme por contagiarme de algo por tu culpa.- me miró molesto.
-Esta bien, si así lo quieres está bien.
-Deja de hacer eso Russell, por favor- solté un suspiro.-No quiero hacerlo todavía.- me miró esperanzado.
-¿Estas diciéndome que si quieres hacerlo?- me encogí de hombros.
-No lo se, no es como que deba decidir que día hacerlo. No es algo que pueda ser planeado.- me besó en la mejilla.
-Perdóname bebé. Es que a veces me haces pensar que hago algo mal.
-Russ.- le dije en todo de advertencia, me miró confundido hasta que se dio cuenta de lo que me había dicho.
-Oh, cierto. Lo lamento, pero sabes lo que eso significa, ¿no?
Apenas pude percibir un pequeño trozo de aquel Russell con el que había empezado a salir, lo cual me parecía que había pasado hace años. Eso fue mucho antes de que el empezara a presionarme con lo del sexo y mucho antes de que la Srita Lafferty nos haya abandonado. No estaría feliz si supiera ir estaba saltándome Inglés por culpa de su sustituto.
Después de la confrontación por mi ensayo del libro, no había vuelto a esa clase. La evitaba como una enfermedad y en casa también, me aseguraba de estar bien lejos del profesor Carlton cuando se encontraba en la cafetería.
Pero aún así no podía evitar que mi mente recordara aquella primera noche, no era tan fácil dejar de pensar en el así como evitarlo.
Miré de vuelta a Russell.
-Pronto.

*_*_*_*_*_*_*_*_*

El sol había decidido salír ese día así que cuando terminé mi turno me dirigí al río.
Era lo suficientemente tranquilo para pensar sin ser interrumpida, así que después de quitarme mis zapatos y calcetines me senté en la orilla y metí mis pies al agua.
Con Russell impaciente todo el tiempo a causa del sexo, me puse a pensar y recordar el por qué estaba con el.
Era gracioso e interesante al principio, ahora sólo quería sexo. Como cualquier otro adolescente en mi grupo.
Fruncí el ceño mientras me recostaba en el pasto, la luz del sol me provocó cerrar los ojos. También estaba el dilema con el profesor Carlton.

Él, por otro lado, era increíblemente inteligente, absolutamente atractivo y tenía una voz que siempre me hacia tener los pensamientos más sucios. Y también estaba el incidente de la masturbación. No podía olvidarlo y a veces me inventaba otra teoría en la cual explicara el como había terminado con una erección en la ducha.
La manera en que gimió mi nombre hizo que ese deseo regresara pero lo ignoré, no podía hacer nada, estaría muy mal, pero...

"-He esperado por esto desde hace mucho tiempo.- de alguna manera su voz sonó más seductora. Se acercó por otro beso, nada romántico, cargado de deseo y necesidad. Antes de que pudiera responderle, sus dedos entraron en mi desesperadamente ocasionando un gemido de placer mientras lo besaba, con mi mano estaba envuelta en su miembro.
Ni siquiera pude deleitarme con la vista cuando me quitó la mano para entrar en mi con un movimiento rápido..."

El sonido de una ramita romperse me sacó de mi sueño y me senté, un poco mareada. Una dolorosa sensación acalorada se acumulo entre mis piernas pero la ignoré.
En vez de eso me deshice de toda la ropa y dando un profundo suspiro me lance de cabeza al agua.