Capitulo 11.

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-Señorita King, ¿Podria quedarse un momento? Por favor.

Harry me dedicó una mirada confusa pero me susurró después. -Te veo en biología.- y se fue junto con Jennifer y el resto de la clase.

-¿Señorita King?- pregunté, el Profesor Carlton me miró.

-Creí que sería menos sospechoso que si te llamo por tu nombre.

-Me retienes después de clases.- repuse.- Será sospechoso de cualquier manera.

-No si actúas como si te hubiera gritado.- me respondió.

Tiré mi mochila en el suelo, tratando de tranquilizarme. No habíamos hablado desde que Russell fue sacado de la clase y aun en clase apenas nos dirigíamos la palabra, algo me decía que lo que tenia que decir era de suma importancia.

-¿Como sugieres que lo haga?- pregunté medio sentada en el borde del escritorio.

-Tengo una completa fe en tus dotes teatrales.- respondío mientras se ponía de pie.- Estoy seguro que te las arreglaras.- no estaba segura de si estaba siendo sarcástico no.

-¿De que se trata todo esto? se supone que debería estar en clase de biología revisando mi examen.

-No tomara mucho tiempo.- me aseguró.- Me ha tomado mucho tiempo decidir esto.- Su expresión era ilegible.- Te quiero fuera de mi clase.

Lo observé fijamente.-Es lo mejor para los dos.- pude sentir mi enojo que amenazaba con eruptar.

-¿Por qué? ¿Qué te he hecho para que hayas decidido esto? ¿Por qué demonios me estas sacando de tu clase tres semanas antes de navidad? Ya empecé el trabajo, ¿Cuál es el punto de esto?

-Es lo mejor.- repitió sonando mas urgente que antes.- Russell va a regresar a la clase y no te quiero cerca de él.

-Ya tuvimos esta conversación.- lloré.-Te dije que sabía que él no se acercaría mas a mi, demonios hasta tú me dijiste eso.

Me tomó por los brazos con fuerza, su agarre era apretado pero no tanto como para lastimarme.

-Eso lo sé.- dijo casi arrastrando las palabras.-Por supuesto que lo sé, ¿Como demonios piensas que no? He pasado las ultimas tres noches en vela pensando en lo que pudo haber pasado si el teléfono no hubiera sonado.

El enojo enojo en su voz no me aterro como con Russell, solo me hizo preguntarme que tan lejos podría aventarlo.

-Eres un bastardo posesivo.- repliqué. Liberó uno de mis brazos y paso su brazo libre al rededor de mi cintura atrayéndome más hacia él.

-No tienes una maldita idea.- un escalofrío involuntario me recorrió.

-Muéstrame.

Cerro los ojos e inhaló profundamente antes de volver a mirarme, sus ojos estaban negros a pesar de su propia restricción.- Ahora no es el lugar ni el momento.- mi mirada se paseó al rededor de la habitación, las sillas y mesas me recordaron donde estábamos.

-Podría serlo.- sonrió ligeramente.

-Estarás interesada en aprenderlo todo.

-Mmm.- reflexioné tratando de mantener mis sorprendentemente inapropiados pensamientos de ser expuestos. -Muero por aprender pero ahora tengo que irme a clases.

Dio un paso hacia atrás, liberándome de sus brazos e inmediatamente extrañé el contacto de sus brazos al rededor de mi.

-Tu comportamiento en clase fue completamente inapropiado.- me dijo y me quedé asombrada por la manera en que seguía siendo él pero no al mismo tiempo, tal vez era la posición de su mandíbula.- Un acto mas de esos y seras expulsada del curso, ¿Entendiste?- intenté alejar la sonrisa de mi cara.

-No tienes autoridad para hacer eso.- me dedicó una mirada incrédula rompiendo el personaje completamente

-Mierda, no lo dijiste.- tuve que controlarme del ataque de risa.

-Mierda, sí lo dije; ahora si me disculpas, debo ir a otro lado.- y después de tomar mi mochila, salí del salón. Tenía el presentimiento de que yo no tenía la ultima palabra.

Por una apuesta. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora