XXVI

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La semana pasó igual o más rápido que el fin de semana. Día sábado; San permaneció en su habitación, su madre salió todo el día por ende eran solo él y la casa vacía. El domingo no hizo nada diferente, su madre se quedó con él y ambos cocinaron el almuerzo, sin mencionar que al final de la tarde habían horneado un pastel. No habló de Wooyoung, no mencionó nada de la última cita ni de los regalos; para su suerte, viernes por la noche -luego de abandonar a Woo en la calle por su cuenta-, al llegar a casa su madre ya estaba dormida, logró entrar sigilosamente y sus regalos permanecieron todo el tiempo en el armario, su madre no los vio y agradeció por ello. Porque juraba que la señora haría preguntas y él no tenía ganas de responderlas. Durante el fin de semana no hizo más que pensar en él, preguntándose si realmente estaba bien molestarse por algo, su consciencia le pedía a gritos que fuera donde él, se arrodillara, hiciera lo posible por conseguir su perdón, que había sido un completo idiota por dejarlo a la tempestad de la fría noche, y aún más por enojarse por una cuestión tan patética. Pero su cuerpo no ayudaba, parecía tomar decisiones por él, de todas las veces que planeó salir a buscarlo, su cuerpo se detuvo en todas -sin excepción alguna-, justo frente a la puerta principal, obligándole a volver a su habitación y encerrarse en su propio mundo. La semana no fue diferente, se veían de reojo todos los días, pero no se dirigían palabra alguna. San pasó todos sus recesos solo, mientras que Jung parecía estar en la mejor de las compañías junto a Park SeongHwa.

No había sido la mejor de las semanas para ninguno, sin duda alguna. San quería arreglar las cosas y cuando por fin se había armado de valor, se encontró con la -no- grata sorpresa de que su novio y Park iban camino a casa juntos. Ni hacía falta mencionar lo mucho que aquello molestó al menor, aunque si debía admitir algo, era aún más la tristeza que el enojo. Pues no supo en qué momento aquellos dos se habían vuelto sumamente cercanos, realmente fingían que nada había ocurrido entre ellos dos, y peor aún, Wooyoung no le hablaba, no le dirigía palabra alguna y las pocas veces que lo encontró viéndolo fingió no hacerlo. Era como si quisiera ignorarlo, y en su lugar pasara tiempo con su ex novio.

Para el día jueves las personas a su alrededor ya iniciaban con los rumores. Y San escuchó cada uno de ellos, durante lo que restó de la semana.

"Terminaron", "Volvió con SeongHwa", "No duraron mucho".

¿Cómo San les explicaba a todas esas personas que en realidad él y Wooyoung no habían terminado? Si ni siquiera él mismo sabía lo que eran ya.


...


Para el viernes por la noche su celular no dejó de sonar durante cinco minutos seguidos, eran mensajes cayendo uno tras otro. Y al notar que se trataba de su novio, dejó todo lo que hacía en ese instante para enfocarse en aquellos mensajes al cien por ciento.

"Necesitamos hablar" -había escrito Jung como primer mensaje, seguido de siete más y finalizando con un "Realmente te extraño".

Y decir que San no extrañaba a Wooyoung tanto como él, sería mentir. Porque a esa altura, juraba que podía extrañarlo más de lo que alguna vez lo hizo.

Respondió de inmediato y esperó a una respuesta rápida. Que por supuesto llegó.

"¿Te veo en diez minutos en el parque?"

""

Avanzó hasta su armario y cogió la primera sudadera que se cruzó por su vista. Tomó su móvil de vuelta y salió de la casa, no sin antes avisar a su madre que cenaría sola, que él llegaría luego a comer. Su madre no refutó y solo le pidió el cuidado necesario en las calles, no era tan tarde, pero el temor de que algo malo fuera a sucederle aturdía a la señora Choi. Era todo muy diferente cuando su hijo salía en compañía de su novio y no por su propia cuenta.

დ.𝒀𝒐 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒆... ⟿ woosan ⬳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora