XI

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San despertó, y un olor extremadamente delicioso se aventuró por toda su habitación. Era la hora del desayuno.

Por un momento, desde su despertar hasta que llegó a la cocina, olvidó por completo la presencia de Jung en su hogar. Y al verle, los mensajes de la madrugada inundaron su mente.

-Buenas tardes, San-ie...

¿Tardes? ¿Qué no era hora del desayuno?

-Son casi la 1 p.m.

Era cierto, San lo supo en el momento en que volteó a ver el reloj de la sala, faltaban solo tres minutos para la una de la tarde. El tiempo se le hizo corto mientras dormía, apenas sentía que había dormido tres horas, esperaba levantarse a las ocho o nueve de la mañana; plan fallido. Y para su sorpresa, su mejor amigo que; ¡joder! Sin querer sonar grosero, no quería verle, le había preparado el almuerzo, o desayuno, brunch, lo que sea.

-Gracias... -musitó. Suave, tan suave como el crujido de su corazón hacía unas horas al leer los mensajes con Park. Una mierda de silencio que hubiese deseado que Woo escuchara para poder pedirle que explique, en fin, no quería lidiar con ello. No ahora.

Un platillo delicioso se posó frente a su vista. Y San lo devoró en tan solo cinco minutos, siguiente ronda, por favor.




 ❀





- ¿Gustas hacer algo guay ahora? -San fregaba los platos, mientras que Wooyoung le observaba sentado desde una silla. Ya le había rechazado un back hug, y se sentía demasiado mala persona, pero Wooyoung no se encontraba en posición de víctima.

- "¿Guay?"

-Algo divertido, San.

¿Por qué el tono cansado de repente, Jung? Deberías tenerle paciencia a quien soporta tus mentiras.

- ¿Cómo qué? - cuestionó San. -A mí no me viene hacer nada, Woo. Estoy cansado.

Has dormido toda la mañana San, no es la mejor excusa.

-Yo que sé... ¿Jugamos a algo? -pero, ¿Jugar? ¡Joder! La última vez que jugaron fue cerca a los trece años, a las escondidas, y ambos acabaron completamente sucios por los sitios que habían elegido para esconderse. -No lo sé San. Podemos simplemente conversar, a ti te gusta conversar, ¿Cierto?

Bien, conversemos -pensó el menor tan rencorosamente- platícame sobre tu nuevo novio, Jung Wooyoung.

-No me apetece, Woo...

Y Wooyoung supo que algo andaba mal, algo ocurría, aparte de sentirse culpable por no tener el valor suficiente de enfrentar a su mejor amigo y decirle que tenía novio, se sintió mal y preocupado por lo que le ocurría a este. Le conoce, por supuesto que sabe que algo le molesta, solo intenta descifrar el qué.

- ¿Sucede algo? -el pesado suspiro de San, acompañado con su tosca voz y una sonrisa -más fingida que la usual- le indicó que, efectivamente algo marchaba mal. -Algo anda mal... -musitó para sí mismo en el momento en que San dejó la sala de estar y escuchó como la puerta de su habitación se cerraba.

Pretendía dormir, por más tiempo. Y así hubiese hecho de no ser porque su mente le jugaba la regalada gana de confundirlo, de jugar con sus propios pensamientos y dejar de relajarse.

დ.𝒀𝒐 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒆... ⟿ woosan ⬳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora