Wooyoung abandonaba aquella casa, muy tarde por la noche. La dejaba con su pequeño novio y su madre discutiendo a gritos; gritos que, por cierto, lograba escuchar desde afuera. Quiso regresarse y calmar las cosas, o al menos, calmar a su novio. A quien vio por última vez aquella noche, llorando y destrozado del alma. Siendo consciente de que realmente no podía hacer más por aquel hijo y su madre, llamó a un taxi y esperó a por él muy lejos de aquella casa, se había alejado con el corazón hecho pedazos, pero pretendió estar bien frente a su novio. Era lo que los buenos novios hacían, ¿no?
....
-Es que no lo puedo creer, ¿Cómo vas a decir eso frente a todos? -su madre alterada le perseguía hasta llegar a su habitación, donde intentó cerrar la puerta para dar por acabada aquella discusión, más la mujer alcanzó a colocar su pie entre esta, impidiendo que se cerrase, le siguió hasta ver a su hijo lanzarse de golpe a la cama, importándole cero cominos lo que su señora madre tenía para decirle. - ¿Qué eres tonto? ¿Cómo les vas a decir que Wooyoung es tu novio? -los recuerdos de él mismo levantándose de la mesa mientras besaba a un desconcertado Wooyoung, aclarando como último que eran una pareja de novios felices, vinieron a su mente. Si antes la acción de su madre le había hecho llorar, ahora sus acciones tan solo le llenaban de orgullo.
- ¡Porque es mi novio, mamá! Vamos, creí que habíamos aclarado esto ya. -su tono de voz bajó para decir lo último. Realmente le decepcionaba la repentina actitud de su madre frente a los desconocidos, aún cuando creyó que ya podían por fin olvidar aquellos rencores que la señora parecía guardarle a Jung Wooyoung. -Es mi novio, le duela a quien le duela. Ahora, -se levantó de su cama y empujó a su madre con torpeza hasta fuera de su habitación, -... Vete, por favor.
Volvió a su posición anterior sobre la cama. Y esta vez, se permitió llorar más de lo que había llorado... en el día entero. Había sido verdaderamente un día de mierda.
......
No logró pegar un solo ojo durante la noche entera, en su cabeza solo permanecía la devastadora imagen de San llorando a mares mientras su madre le gritaba a la cara. Y él, él no parecía poder hacer algo al respecto. De entre sus debilidades, se atrevía a aceptar que Choi San podría tratarse de la mayor de ellas, cualquier que lo conozca a fondo lo deduciría así y posiblemente usarían eso a su favor. Ver a San completamente roto, era como sentir mil puñaladas en el corazón. Lo supo aún más la noche anterior.
Aceptaba que, las palabras que la señora Choi había escupido con tranquilidad realmente le llenaron la cabeza de insultos y palabreríos. Tampoco negaría el hecho de que le dolió haber visto aquella imagen de "buena suegra" desmoronarse en cuestión de segundos. Quien sabe... quizá a Wooyoung le empezaba a doler tener que lidiar con toda clase de personas por su relación con San. Porque aquellas personas no eran las primeras ni las últimas en aparecerse.
Con suerte y logró dormir quince minutos, antes de que sonara su alarma para ir a clases. Tomó una larga ducha, momento el cual aprovechó para despejar su mente de toda clase de pensamientos que pudiesen hundirlo aún más, el agua fría caer por su frente y deslizarse por su cuerpo quizá colaborarían a ello. O esperaba que así fuera.
Al salir, colocó una toalla alrededor de su cintura y salió del baño. Fue hasta su cama y tomó asiento a una orilla de esta, se mantuvo viendo al piso mientras se preguntaba si su novio ya estaría mejor de lo que le vio la noche anterior. Sus mensajes aún no habían sido respondidos y... ni siquiera se atrevía a llamarlo.
Vamos... ¿Realmente las personas ajenas a ellos deseaban verlos separados? En otras situaciones, Wooyoung mandaría a todas esas personas a tomar por culo, muy lejos de aquí y de San; pero ahora... empezaba a temer lo que podría suceder luego.
......
Arrastrar sus pies hacia el instituto fue quizá, lo más agotador de su mañana. Al llegar a su salón de clases buscó directamente el asiento más cercano y se dejó caer ahí, el no dormir durante la noche entera empezaba a pasar factura a su cuerpo. Sus ojos se cerraban inconscientemente, por momentos solo miraba sus pestañas caer, y su cuerpo sentirse muy débil. No se sentía así desde hace mucho tiempo atrás.
Un suave golpe en su mesa le hizo despertar, aunque fue un despertar agradable. San se presentó frente a él y le obsequió una tierna sonrisa, al notar que el rostro del mayor ya estaba lo suficientemente arriba como para besarlo un poco, no dudó un segundo en hacerlo.
-Buenos días. -saludó agradablemente. San llevó su mano hacia el rostro de su chico, notó las ojeras que hacían resaltar sus ojos, su rostro luciendo cansado y sus labios bastante pálidos y agrietados. Realmente eran como almas gemelas enlazadas la una a la otra; quizá si San había tenido una pésima noche, Jung la había pasado el triple de peor. Tomó la mano del chico y le jaló hacia el baño más cercano, cerró la puerta con llave y dirigió su vista hacia el contrario rápidamente. Lo llevó hacia el lavamanos y ahí le ayudó a lavar su rostro un poco, ordenó su cabello y sacó de su bolsillo un bálsamo labial con un leve tono color rojo. De un momento a otro, Jung ya no lucía tan desastroso como antes.
-Bien... ¿Estás mejor, Woo? -cuestionó a su mayor mientras le tomaba por los brazos. Wooyoung no hizo más que asentir y sonreír un poco de lado, pues decir que estaba mejor, era aceptar estar bien, y su estado de ánimo no iba ni por cerca.
Y San lo notó, quizá lo notó por la mirada baja de su mayor, o por lo suave que había asentido, o el hecho de que no le había visto a los ojos ni por un segundo desde que entraron al baño. -No me gusta verte así, hyung. -se sinceró. No le gustaba y en efecto, lo odiaba. Odiaba ver al chico de sus sueños de esa manera, tan roto y frágil al mismo tiempo. Y automáticamente odiaba a cualquier persona que lo hiciese sentir así. Pero entonces, ¿Qué pasa cuando el causante es él?
-Lamento lo de anoche, hyung. -susurró, mientras enrollaba los brazos de Jung alrededor de su cuerpo, formando un abrazo fácilmente quebrantable. -Pero realmente no debe importarte lo que ese señor, esas personas o mi madre opinen de nosotros. Yo les dejé muy en claro que eres mi novio. -le llenaba de orgullo escuchar a su pareja hablar así, tan decidido y valiente. Eso era bueno, porque en esos momentos, alguien debía ser valiente y decidido, y si no lo era él, entonces recaía la responsabilidad a San.
-Tranquilo, ¿Sí? -con su mano acarició levemente la cabeza del más bajo, enredando sus largos dígitos en aquel sedoso cabello, su aliento rozó el cuello de San lo cual le envió una corriente eléctrica que recorrió su cuerpo entero en cuestión de segundos. Repentinamente, sintió la necesidad de obtener un mayor contacto corporal para con el mayor; pero aún le quedaba un poco de consciencia y pudor al rechazar la idea de inmediato, pues aún se encontraban en el baño del instituto.
Un fuerte golpe en la puerta los hizo saltar a ambos, ¿Cuánto tiempo había pasado? No tenían ni la menor idea, pero se disculparon mil veces con las pobres personas que retenían sus ganas de orinar afuera del baño. Entre risas bajas y sus toqueteos, se alejaron del baño para partir directo a su salón de clases.
Y ambos esperaban que el día fuera mejor.
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დ.𝒀𝒐 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒆... ⟿ woosan ⬳
FanfictionNadie informó a Choi San sobre lo difícil que sería manejar una relación con tantas inseguridades rondando en su mente. Aquello habría sido de ayuda. ❃ᴡᴏᴏꜱᴀɴ ꜰᴀɴꜰɪᴄ ❃ᴊᴜɴɢ + ᴄʜᴏɪ ꜰɪᴄ