TROUBLE [myg]

Cita

—¿Ni siquiera vas a arreglarte el cabello? —la incredulidad que se filtraba en su tono me hizo reír por dentro.

—No es una cita, Eun—bufé con diversión—. Solo voy a tomar ventaja y cenaré gratis—me encogí de hombros ante su mirada acusadora. Me daba igual verme bien o mal ante Yoongi o Suga como todos le decían, la única razón por la que había aceptado, además de la comida gratis, era para entablar una falsa tregua con él y cuando bajase la guardia, indagaría sobre la verdad que Nam evadía siempre—. Además ¿lo has visto? No merece si quiera que me cambie el uniforme.

—Si tanto lo aborreces ¿Por qué aceptaste salir con él en primer lugar? —farfulló antes de colocarse un cigarrillo entre sus labios color carmín.

Lo encendió con éxito a pesar de que el viento soplaba fuerte esa noche, y le dio una larga calada.

—No lo sé... ¿por qué te comportas así? yo soy tu amiga, no él—bramé indignada ante su actitud.

—Lo sé, es por eso que te pregunto—después de la segunda calada tiró la colilla al suelo para pisarla, indiferente a mi actitud. Supongo que no quería que el olor se impregnara en ella, había mencionado que tenía una cita también—. No creo que sea buena idea que salgas con él, una cena no lo vale, Young.

—¿Sabes algo que yo no? porque en la tarde estabas realmente emocionada cuando Jimin te avisó que me traería al trabajo—inquirí curiosa, tal vez estaba al tanto de la complicada situación de Yoongi y Nam.

—No realmente, digo, al final del día es tu decisión y créeme que me gusta la idea de una cita doble con ustedes algún día, pero si Jimin va de chismoso y le cuenta a Namjoon no creo que termine bien—me miró con horror y yo solo pude asentir en silencio.

Claro que era una pésima idea si lo veía desde esa perspectiva, sin embargo, la curiosidad que sentía clamaba ser saciada y no podía hacer nada al respecto, nada más que indagar un poco.

—Jimin no sabe sobre esto y espero que me guardes el secreto—mordí el interior de mi mejilla mientras pateaba una piedra que apareció en mi campo de visión. Sus cálidos ojos marrones me miraban con curiosidad.

—Ni siquiera tienes que pedirlo, tonta—me sonrió genuinamente antes de sacar un lápiz labial que tenía en su bolso, sabía que seguía, pero aún guardaba la esperanza de que no lo hiciera—. Sé que no es tu intención verte guapa para él, pero no puedo evitarlo—mordió su labio antes de abrirlo y acércalo a los míos, y con cuidado los tiñó de color rojo.

Tomó un poco con sus dedos y lo esparció también en mis mejillas, solo podía pensar en que me vería realmente graciosa, pero confiaba en ella, Eunhee sabía lo que hacía, todos los días se veía guapa.

Me miró con el índice en su barbilla, examinando su trabajo con ojo crítico y no pareció del todo satisfecha porque sacó también su polvo y colocó un poco en mi rostro con suavidad. Estábamos en la calle y ciertamente me daba pena que alguien nos viera, sobre todo si se trataba de un chico de cabello cobrizo y piel pálida como el papel.

—¡Mírate! Te aseguro que aunque no quieras, lo dejarás babeando—me dio un codazo juguetón antes de pasarme el espejito en forma de corazón que tenía en la mano. El aire de travesura podía percibirse desde lejos.

—Por tu culpa ahora tendré que arreglarme la coleta—bufé con falsa molestia. Realmente había hecho un buen trabajo a pesar de las pocas herramientas que teníamos. Rogaba al cielo porque ese tonto no pensara que me había arreglado para él, ugh.

—Se dice gracias—me lanzó un beso volado y ambas reímos.

—Ese gruñón dijo que fuese puntual y el que me ha dejado esperando ha sido él, siempre supe que...