Desconocido

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Después de haber apagado el motor tomé un minuto para despejar mi mente de aquellos pensamientos que solo me atormentaban, había conducido hasta llegar al lugar en donde vivían los Kim desde hace dos años, era un lindo departamento en una zona de clase media.

A pesar de tener varias botellas de alcohol encima, Namjoon seguía siendo verdaderamente inteligente, había mandado un par de textos a mi madre, indicándole que después de aquella fiesta (que mi madre creía era en un restaurante) pasaría la noche en casa de Ji Yong, una chica con la que él solía salir, y mi madre (al tratarse del más "maduro" del grupo) aceptó, quién diría que el más sabio terminó totalmente ebrio como los otros 3 chicos que venían distribuidos en la parte trasera del auto.

Taehyung lucía verdaderamente adorable. Tenía la boca ligeramente abierta, sus manos le servían de almohada y podía ver un poco de baba aparecer por sus comisuras.

En el asiento trasero todo era un desastre, SeokJin tenía la cabeza apoyada en la ventana, la boca abierta y los brazos caídos, Jimin tenía la cabeza recostada en el hombro del mayor y Nam por otro lado tenía los brazos cruzados y una postura envidiable, incluso durmiendo emanaba elegancia.

Suspiré risueña por la escena que estaba presenciando, aquellos chicos realmente eran graciosos incluso durmiendo y fue en ese momento en el que me di cuenta cuán importantes eran para mí. Sonreí para mis adentros antes de bajar.

Salí del auto e introduje la contraseña que Nam me había dado antes de mandar su juicio a unas vacaciones al mar de vodka. Abrí la puerta del departamento y a pesar de la escasez de luz pude divisar una linda estancia, para mi sorpresa, la sala estaba en perfectas condiciones, después de todo Nam, Jin y Tae no eran tan desordenados como aparentaban.

Regresé al auto y sacudí ligeramente a Namjoon para despertarlo, lo conseguí después de unos segundos.
Abrió los ojos y parpadeó un par de veces antes de mirarme extrañado.

—Young –Su voz era ronca y profunda. Bostezó antes de balbucear—¿Qué haces aquí? –me miró extrañado y se acomodó nuevamente en el asiento antes de volver a cerrar los ojos.

—Bueno, estoy aquí para asegurarme de que esta noche no sea un completo desastre, de que sus traseros lleguen íntegros a casa –reí ligeramente antes de picarle el vientre con mi índice tratando de despertarlo—. Vamos Joonie, ayúdame a bajar a los locos.

Abrió nuevamente los ojos con pesadez y suspiró cansado antes de incorporarse y bajar del auto.

—Ah, Young-Byul –sonrió con los ojos cerrados y negó con la cabeza—. Eres la mejor –me señaló con el dedo y siguió riendo mientras trataba de acercarse a mí para palmear mi hombro.

—Lo sé, lo sé –Sonreí ante su comentario. Dió unos pasos más en mi dirección, pero se tropezó y antes de que cayera lo tomé de la camisa ayudándolo a recobrar el equilibrio—. Ahora ayúdame a bajarlos.

Como pudimos, uno a uno los fuimos bajando del auto, los situamos en sus respectivas habitaciones, Jimin dormiría en la habitación de Taehyung y Nam quedó en dormir en la sala para que yo pudiera usar la suya.

Me prestó una camisa y unos shorts para poder deshacerme del vestido que resultaba tremendamente incómodo para dormir.

Trataba de dormir, pero fallaba en cada intento, no podía dejar de pensar que era una insensata al meterme en asuntos ajenos y que aquello pudo haber terminado en una tragedia por mis estúpidos impulsos de querer ayudar a un extraño.
Después de un par de minutos mis ojos pesaban y poco a poco me fui quedando dormida.

[...]

Los rayos del sol se colaban por las cortinas y pasaban frente a mi rostro, a pesar de no haber abierto los ojos me encontraba despierta.
Suspiré y con pesadez me levanté de la cama para dirigirme al pasillo, buscando el baño.
Luego de haber hecho mis necesidades básicas y de haber arreglado un poco mi apariencia, me dirigí a la sala en busca de Nam, quien dormía plácidamente.

TROUBLE [myg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora