—Bueno, aún no llegan, podemos esperarlos en tu departamento y...
Y justo en ese momento el timbre sonó de nuevo.
Jimin me miró con pánico antes de voltearse a la puerta y mirar por la mirilla. Sentí como mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente y mi garganta se secaba con el pasar de los segundos. Miré a Yoongi con nerviosismo y él solo negó con una sonrisa socarrona, se levantó perezosamente de la silla y avanzó con desgana hasta mí, acarició mi mejilla antes de apretarla ligeramente y suspiró alegre. Fruncí el ceño cuando se alejó de mí, extrañada por su toque y la sonrisita que tenía en el rostro me quedé inmóvil por unos instantes cuando algo hizo click en mi cabeza. Alcé la mirada deseando que mis pensamientos estuvieran errados, y ojalá así hubiera sido, pero la situación era todo lo contrario, Yoongi tenía su mano en el picaporte y antes de que pudiera hacer algo para detenerlo, me sonrió con malicia y abrió la puerta sin titubear.
Era el fin. Era mi fin.
Ni siquiera sabía que era lo que me preocupaba más, si tener que excusarme con los chicos o que Nam y Yoongi se pelearan de nuevo.
Cerré los ojos cuando escuché el chirrido que la puerta hizo al abrirse, preparándome para el inevitable caos, pero me sorprendí cuando no hubo más que silencio en la habitación. Los abrí lentamente para toparme con un repartidor bajo el umbral de la puerta y a Yoongi recibiendo una pizza.
Jimin suspiró aliviado y yo también, agradecía enormemente que el idiota de Yoongi no me hubiera hecho caso.
Cerró la puerta y caminó hasta la cocina con una sonrisa de oreja a oreja, ignorándonos por completo mientras tomaba una rebana de pizza. Levantó la mirada y con tono inocente y un deje de burla nos preguntó.
—¿Quieren un pedazo?
Ni siquiera tuve tiempo para procesar su pregunta y me apresuré a dirigir a Jimin a la salida, necesitaba ganar tiempo antes de que llegaran los Kim.
—Ve a tu departamento y espéralos ahí—le supliqué mientras hacía un puchero—. Iré enseguida, solo esperaré a que la ropa de ese esté seca.
Jimin asintió, preocupado, y llevó su mano hasta mi hombro, sobandolo mientras me sonreía.
—Te mandaré un mensaje cuando los vea, solo... solo no tardes mucho, Youngie.
—Estaré ahí en menos de cinco minutos—le sonreí antes de cerrar la puerta cuando salió de mi departamento.
Giré lentamente hasta encontrar a Yoongi más cerca de lo que esperaba. Su semblante era serio podría jurar que estaba furioso. Su piel pálida contrastaba con sus cejas pobladas que estaban fruncidas y que, bajo la luz amarillenta de la cocina le daba un aspecto salvaje, peligroso. Su boca formaba una línea recta y su mandíbula estaba tan tensa que daba la impresión que se rompería en cualquier momento, sus manos estaban cerradas en puños y sus nudillos estaban blancos por la presión ejercida. No podía entender como alguien con una apariencia tan intimidante como la de él podría parecerme fascinante. Me miraba como si quisiera matarme y eso debía encender alguna alarma interna, pero de alguna forma sabía que no lo haría.
—¿Qué pasa?—pregunté con recelo, entrecerrando los ojos, tratando de entender porque tenía una actitud hostil.
Rió sin gracia y hundió los hombros.
—No lo sé, Youngbyul—su voz era profunda, ronca y hostil. Comenzó a avanzar lentamente hasta mí, lucía como un animal salvaje listo para atacar—Dímelo tú—susurró cerca de mi rostro.
Como acto reflejo di un paso atrás cuando se encontró demasiado cerca de mí, chocando con la puerta.
—No sé, no sé a que te refieres...—mi voz salía más temblorosa de lo que me hubiera gustado, me aclaré la garganta y levanté mi mirada del suelo hasta él, quién me veía con detenimiento, con una intensidad que perturbaba.

ESTÁS LEYENDO
TROUBLE [myg]
FanfictionElla había decidido estar a su lado en una vertiginosa y caótica relación, ignorando lo peligroso que era estar con alguien a quien la vida se había encargado de hacerlo mierda una y otra vez. «Las personas rotas son peligrosas porque saben hacer s...