Epílogo: "El chico de mil colores"
El sol se filtraba por la ventana y le daba de lleno en el rostro. Interpuso la mano para no quedarse ciego y repasó la habitación con la mirada. Creía que no se olvidaba de nada, pero cada vez que eso se le pasaba por la cabeza terminaba dejándose algo importante. Así que volvió a echar un vistazo para comprobar que todo estaba en orden.
Tanto la televisión como el ordenador seguían encendidos, pero salvo por eso todo estaba preparado para su partida. Se sentó en el escritorio y revisó la bandeja de entrada de su correo electrónico. Sin poder evitarlo abrió el correo que había recibido la noche anterior y que era el culpable de ese repentino viaje que iban a realizar.
¡Spencer! Sé que debería contarte esto de manera burocrática, pero no me puedo contener:
Te quieren a ti. ¡Lees bien! Sabrina Brown, la escritora con mejores ventas de los últimos años en el género juvenil, ha hablado con su equipo y solo aceptarán publicar el libro con Melting si tú te encargas de las ilustraciones.
Lo mejor de todo es que las reuniones con ella serán cara a cara, así nos ahorramos un disgusto como el de la última vez. ;)
Después de tanto tiempo sin participar en nada literario creo que esta podría ser una muy buena oportunidad para que vuelvas al mundillo, ¿no crees? Espero tu respuesta, aunque sabes que entenderé cualquier decisión que tomes.
Felicidades, Spencer. Te lo mereces.
-Anne.
Al principio no se lo creyó. Dio un brinco en la cama y la persona a su lado despertó, alertado. Spencer lo tranquilizó y no dijo nada, en su lugar le mostró la pantalla del portátil. Josh comenzó a dejar besos por toda su cara y lo felicitó por la oportunidad que acababa de conseguir.
—Tenemos que celebrarlo —había dicho el castaño en mitad del arrebato de exaltación.
—No, a ti siempre se te ocurren planes que son una locura —se quejó mientras guardaba el ordenador y se acurrucaba al lado de su novio.
—Pero te encantan —dijo orgulloso antes de envolverlo con sus brazos y apoyar la barbilla en el nacimiento de su pelo, ahora de color azul—. A ver, déjame pensar...
—Nada de deportes de alto riesgo ni actividades en las que pueda perder la vida, por favor.
—Vale. —Alargó la "a" todo lo que pudo e hizo un puchero—. Entonces... ¿Escapada a la playa?
—Ya hicimos eso el verano pasado.
—Cierto. ¿A algún sitio nevado? Tengo ganas de esquiar.
—También lo hemos hecho ya, además fue en una ocasión especial —mencionó a la vez que alzaba la mano y presumía de anillo de compromiso. Josh se dio un golpe con la palma abierta en la frente.
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Apetito [✔]
General FictionSpencer sabía que Connor era su perdición. Lo supo desde que lo conoció, y aun así se dejó arrastrar por él. Porque, en el fondo, necesitaba sentir algo. Lo que fuese.