Capítulo seis: "Sobre las primeras veces"
—Hacerlo en un coche. Wow. Eso da morbo.
—Tengo que admitir que sí. —Spencer bebió del chocolate caliente y se dejó caer en la silla de la cafetería—. ¿Alguna vez lo has hecho en un coche?
—Sí, pero no terminó bien. —Meredith se acomodó frente a él y sacó el portátil del maletín—. Salí de ese automóvil con sorpresa.
—¿Una infección?
—Peor, un hijo.
Ambos rieron. Meredith amaba al pequeño Tommy con todas sus fuerzas, pero no podía negar que ser madre la había limitado en varios aspectos. Tampoco significaba que no le gustase bromear sobre ello.
—No hables así del monstruito —le pidió sin borrar la sonrisa.
—Sí que es un monstruo. Si vieras la lata que me da con lo del pelo rosa...
—¿Tan empeñado está en parecerse a mí?
—Ya lo creo. —Sin dejar de teclear con una mano se acomodó el cabello rizado y suspiró—. Eres como su héroe, por alguna razón que sigo sin comprender. Solo espero que cuando crezca no sea un rompecorazones como tú.
Spencer rodó los ojos y apoyó la cabeza en la mesa de madera para compensar de alguna forma lo que no había podido descansar la noche anterior.
—¿Por qué todos decís lo mismo? Anne usó la misma palabra.
—Porque es verdad. —Desvió la vista de la pantalla para mirarlo a los ojos con las cejas arqueadas—. ¿Cuántos chicos han caído en el último mes?
—Solo uno. —Apartó la mirada para no toparse con la expresión de estupefacción de su amiga.
—¿En serio? —Se quitó las gafas de pasta y analizó su semblante—. No lo puedo creer.
—¡Pues créetelo!
—Connor te ha dado fuerte, ¿eh?
—Literalmente.
Le dio un golpe en el hombro y Spencer se quejó a pesar de que tenía una expresión divertida.
—Ya hablando en serio. ¿Vais a salir? ¿Como pareja? —El chico negó—. ¿Entonces?
—No sé. Nos estamos acostumbrando a recurrir el uno al otro cuando queremos echar un polvo, pero ya está. No hay planes de ir más allá.
—Pero tuvisteis una cita.
—No era una cita.
—No me toques las pelotas que no tengo, Spencer. Por si se te había olvidado, yo también estoy presente en las reuniones y se nota de lejos que hay algo entre vosotros. Te has pasado meses tirándote a desconocidos cada fin de semana y no te aprendías ni sus nombres. Con Connor es... diferente.
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Apetito [✔]
Fiction généraleSpencer sabía que Connor era su perdición. Lo supo desde que lo conoció, y aun así se dejó arrastrar por él. Porque, en el fondo, necesitaba sentir algo. Lo que fuese.