- Decide, ¡¿De quién estás enamorado?!,¿Él o yo?
En el fondo, ni el mismo sabia la respuesta.
- No lo se... ¡Los amo a los dos!
Un triangulo amoroso que conecta todas las puntas.
¿Quién dice que tienes que elegir solamente a uno?
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Jack no podía mover ningún musculo, su mente estaba caótica, todos sus pensamientos viajaban de un lado a otro, no sabía que hacer o como reaccionar, simplemente su cerebro dejo de funcionar como si su software se hubiera reiniciado y solamente podía mirar fijamente esos ojos verdes.
-¡Ah!, ¡Lo siento!, ¿Se encuentra bien?
El enorme hombre solo podía mirar como los labios rojizos del pálido niño frente a el se movían sin ningún sentido o eso pensaba ya que ni siquiera prestaba atención a escuchar lo que salía por estos. El chico preocupado por el estado del moreno comenzó a entar en pánico, "genial Mark, ya dejaste tonto a alguien en tu primer día", fue lo primero que pasó por la mente del pequeño niño.
- Señor, ¿Esta bien?.- movió la palma de su mano de un lado al otro para poder sacar de sus pensamientos al otro hombre.
"Pero ni siquiera lo golpeé tan fuerte", lo pensamientos del chico golpeaban sue mente en muchas preguntas. El chico tocó el hombre del enorme sujeto que acababa de conocer.
-Estoy... ¡Estoy bien!- una risa nerviosa salió de los labios del moreno.
Los pequeños golpes del chico, habían logrando conectar los circuitos del enorme Jack, percatandose que se había quedado mirando demasiado tiempo a la cara de porcelana del otro.
- ¡Oh!, Me alegro mucho.- el pequeño chico sonrió haciendo enloquecer el corazón del moreno.- Así que si me disculpa, me tengo que ir.
El chico paso por el costado de Jack dejándolo oler su deliciosa fragancia corporal, haciendo imposible para el enorme hombre dejarlo ir, sin
siquiera saber su nombre.
- Espera- en menos de un segundo la mano de Jack viajo hasta la muñeca del muchacho, él pequeño, giro su cuerpo al sentir el agarre del otro.
- ¿Disculpe?- la voz llena de dudas salío por la boca del menor.
- Ammm... Solo me preguntaba si trabajabas aquí, como nunca te había visto, te aseguro que si lo hubiera hecho me acordaría, una cara como la tuya sería imposible de olvidar.- la voz notablemente nerviosa, salió disparadas sin prestar atención a lo que decía.
- ¿Una cara como la mía?
Si el corazón de Jack estába vuelto loco, ahora estaba cabalgando como caballo salvaje en una amplia pradera. Las manos de Jack comenzaron a sudar y si no fuera por su tez negra, su cara estaría más roja que una manzana.
- ¡No!, ¡No quise decir eso!, ¡bueno tampoco digo que seas feo de hecho todo lo contrario!- la expresión de Jack era todo un espectáculo en ese momento.- ¡Por el amor de dios, ya cállate Jack!
Jack se reprendió y se maldijo a sí mismo por la manera tan vergonzosa que se estaba comportando, haciéndolo recordar a sus días de juventud, donde era aquel enorme, timido y obeso chico nerd. El pequeño niño parecía estar aguantando una carcajada por la forma tan caótica de hablar del mayor, así que decidió responder tranquilamente.
