- Decide, ¡¿De quién estás enamorado?!,¿Él o yo?
En el fondo, ni el mismo sabia la respuesta.
- No lo se... ¡Los amo a los dos!
Un triangulo amoroso que conecta todas las puntas.
¿Quién dice que tienes que elegir solamente a uno?
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...
- Vamos Mark. ¿Que quieres de beber?- pregunto Jake al llegar a una enorme barra.
- Pero... Soy menor de edad.- dijo nervioso el más pequeño.
- Por el amor de dios, ya le pagué al tipo de la entrada para que te dejará pasar. Bebes por qué bebes.- el castaño se alejo y se dirigió al hombre detrás de la barra.
A los pocos minutos el chico regreso, con dos bebidas en las manos.
- Tómala.- Mark miraba dudoso el contenido del vaso.
- ¿Es alcohol?
- No estúpido, son las lágrimas de la virgen.- rodó los ojos.- obvio que es alcohol.
El pelirrojo tomo el vaso a regañadientes y miro molesto a su mejor amigo. Tomo un pequeño sorbo y un sabor a cítricos inundó su paladar, aún que dejaba un liguero sabor amargo al final, no fue de su total desagrado.
- Entonces. ¿Hay alguien que llame tu atención?.
- No realmente....- el pelirrojo miraba a todas las personas del lugar.
Había un mar de gente de todo tipo, hombres mayores, jóvenes, altos, bajos, delgados y gordos, había de todo. Desde hombres muy extravagantes, hasta personas comun y corrientes. Ciertamente el pequeño chico no sobresalía entre el resto, o eso creía él.
- Hola.- una profunda voz hizo voltear al pelirrojo.
Un hombre alto de piel blanca llena de tatuajes le hablo.
-¿Hola?- el niño se encogió en su lugar.
Jake solo pudo soltar una pequeña risa al notar que su amigo ya estaba siendo abordado por alguien. Cuando entraron al establecimiento, el castaño pudo notar como los hombres miraban al pequeño Mark, puesto que era imposible no hacerlo, aveces el mismo Jake se sacaba de quicio por la inocencia de su amigo, ya que no se daba cuenta que era un hombre muy bello. Jake solo quería que su mejor amigo se sintiera deseado y dejara de lado su baja autoestima.
El pelirrojo no entendia por qué un hombre tan guapo estaba hablando con el, así que solamente se limito a sonreír tímidamente.
- ¿Cómo estás?, Pareces nuevo. Nunca te había visto por aquí.- sonrió brillantemente.
- Estoy bien. Es mi primera vez en un bar.- Mark solo pudo ver los ojos miel del otro.
- Pues es un gusto, mi nombre es Carter.- el ahora conocido como Carter, extendió su mano.
- Soy Mark.- el pequeño niño, estrecho la mano del más alto.
La sonrisa del ojos miel solo se ensacho más. Mark se perdió por un momento en la seguridad que trasmitía el hombre y también sonrió. El pelirrojo miro a su alrededor y no logro encontrar a su mejor amigo. Su pantalón vibro por un momento. Saco su teléfono, reviso las notificaciones y encontró un mensaje de su mejor amigo.
