- Decide, ¡¿De quién estás enamorado?!,¿Él o yo?
En el fondo, ni el mismo sabia la respuesta.
- No lo se... ¡Los amo a los dos!
Un triangulo amoroso que conecta todas las puntas.
¿Quién dice que tienes que elegir solamente a uno?
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A la mañana siguiente. Jack se removía en las sábanas de su cama, dejando a la vista su enorme y trabajado abdomen.
Con su enorme manos comenzó a palpar el costado de su colchón, buscando aquella fuente de calor que lo había acompañado la noche anterior, pero al abrir los ojos, noto que su cama estaba vacía, preguntándose si lo que había pasado hace escasas horas había sido solamente un sueño, uno muy húmedo.
Al levantarse, noto rasguños y chupetones en todo su pecho, dándose cuenta que no había sido un sueño, y una pequeña sonrisa salió de su boca al recordar la cara llorosa de su compañero de cama.
Se dirigió a la cocina con la de esperanza de encontrar al tipo que pasó la noche con el, pensando que tal vez estaba comiendo algo después de su tan intensa velada, pero al llegar, el lugar estaba tan solitario como su habitación.
"Maldición, tan siquiera me pudo haber avisado que se iba a casa", palabras pasaron por su mente, pero al mismo tiempo se maldecía a si mismo por pensar de esa manera, puesto que Jack jamás fue de los que esperaba amanecer acurrucado a la mañana después de una aventura de una sola noche.
Siempre los obligaba marcharse, no le importaba si era media noche o si tenian una manera de regresar a salvo a casa, simplemente los dejaba a su suerte y aveces solamente les daba unos cuantos dólares para el taxi.
¿Que le estaba pasando está mañana?
¿Que fue tan diferente está vez?
Tal vez, ¿Fue por qué era un hombre hermoso?
O ¿Por qué nunca había tenido una experiencia con alguien de ese porte?
Tal vez era la elegancia y la clase de ese hombre lo que hacía que el enorme Jack no dejará de pensar en él, o tal vez y solo tal vez, el hecho de no haber tenido sexo durante meses por fin le estaba afectando.
Si tomarle más atención a aquellas interrogantes en su cabeza, Jack tomo su chaqueta y se vistió como normalmente lo hacía para estar fuera del trabajo.
Si bien y no conocías a Jack pensarías que era una persona común y corriente, aún que la mitad del país lo conocia como un empresario multimillonario, si la gente lo viera con su ropa común que cualquiera podría tener, solamente pensaban que era alguien que se parecía al magnate y no le prestaban más atención, ¿por qué?, ¿Que probabilidad había que un multimillonario estuviera comiendo un helado de Macdonald con una camiseta notablemente desgastada?
Para la gente eso era imposible, seguramente el verdadero Jack Robinson estaba en alguna playa exótica dentro de una bañera llena de billetes mientras las mujeres más hermosas le bailaban seximente y lo alimentaban en la boca con frutos afrodisíacos.
Pero no, nuestro querido Jack, era la persona más sencilla del mundo, no por que fuera "humilde" o esas mierdas que fingían la mayoría de ricos para poder tener la admiración de las masas. Para Jack era como si dijeran, " Mírame, soy jodidamente rico y no me da asco abrasar un vagabundo para poder subir fotos a instagram".
