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Volví con otra pequeña parte y espero la disfruten.

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Los días que siguieron en convivencia con Amina no fueron muy distintos. Ella se las ingeniaba para besarlo e intentaba provocarlo, él intentaba no corresponderle porque tentado ya estaba "solo unos días más y todo vuelve a la normalidad" pensaba queriendo convencerse que nada bueno saldría de eso, que era inmoral y retorcido.
 El lunes por la mañana ella despertó antes que la alarma, si bien estaban en posición "cucharita" se dio media vuelta y se acurrucó escondiendo la cara en su cuello, él suspiro aun dormido y la abrazó más fuerte. La alarma sonó, él se sentó en la cama, la apagó y Amina lo abrazó por la espalda.
-¿No es muy temprano para que estés despierta?
-No podía dormir...hoy me voy ¿vas a estar cuando me vaya?
-Si, tengo que. Quien va a abrir y cerrar las puertas si no. -ella apoyó la pera en su hombro.
-Es verdad. Sé que voy a irme igual pero como de tener ganas no las tengo.
-No te queda otra…
-De lo que sí tengo ganas es de besarte y mucho, pero no vaya a ser que tengas mal aliento. -él frunció el ceño.
-No tengo mal aliento. 
-A ver. -lo besó sin previo aviso, al sentir juguetear la lengua con la suya y su mano enredarse en su cabello la separó.
-Basta Amina, es muy temprano y todavía estoy medio dormido. -casi corrió a cambiarse.
-Es el último día, me podrías haber dado el gusto…
-Pero no querría llegar tarde a trabajar.
-No llegarías tarde si siempre me paras...
-Pero si te doy el gusto ¿Quien me para a mi? -Amina lo miro y ambos se sonrieron. 
-Marcus…
-Intenta dormir algo, yo voy a desayunar algo rápido por ahí.
-Hermanito...no seas malo ¿como se supone que duerma con lo que me acabas de decir?
-Yo no dije nada.
-Dale, hacete nomas. -él sonreía mientras salía para el baño- ¿necesitas ayuda?
-¡No! -contesto y diez minutos después volvió por las llaves que estaban en la mesa de noche, la vio con su celular- ya me voy. 
-¿Ya? ¿O sea que…? -él se sentó y ella hizo lo mismo acercándose 
-O sea que me voy a trabajar y vuelvo a la misma hora de siempre. -acaricio su cabello colocando un mechón detrás de su oreja- sos terrible y persistente y no tengo halitosis -la beso apenas con un roce de labios y segundos más tarde salía rumbo a su trabajo. Amina agarró la almohada y la mordió ahogando un grito, estaba contenta porque la había besado y enojada porque quería más. 
 Mientras tanto se podría decir que Marcus estaba inquieto y no podía concentrarse, se sentía molesto. Su padre lo llamó para acordar la hora y eso lo molestó aún más.
  Amina se había puesto algo de música para animarse, lo cual no resultó y terminó haciendo su bolso en silencio, ordenando con un total desgano todas sus cosas. Más tarde su padre le avisó que llegaría a eso de las seis de la tarde. Cuando dejó todo ordenado y listo se dio un largo baño, se sentía triste, no quería irse, iba a extrañar demasiado a Marcus y no solamente porque estaba loca por él sino que además ahí no se sentía sola.
  Él llego a las cinco como siempre y vio como justo salía su hermana envuelta en un toallón y entraba en la su pieza diciéndole:
-¡Hola! Dame un segundo que me cambio y salgo. -se sentó porque Amina nunca tardaba un segundo con nada. Él quería buscar una toalla limpia para darse un buen baño después del horrendo día de trabajo.
-¿Te falta mucho? -como ella no contestó él entró "no sea que le haya pasado algo" se dijo queriéndoselo creer, la vio en ropa interior frente al espejo con el ceño fruncido muy ensimismada mirando su espalda.
-¿Todavía no te vestiste? Necesito una... toalla -dijo mirándola de arriba abajo.
-Es que además de verme mas gorda me salió un granito en la espalda y… -él se iba acercando- mi cara está… más… grasosa…
-Déjame ver ese terrible grano. -ella muy concentrada en lo suyo le dio la espalda y le enseñó la erupción minúscula. 
-¿Ves? Me voy a ver horrible. -se miraron por el espejo y besó su hombro.
-Amina, vos sola lo ves a ese granito -puso sus manos en la cintura- y no estas gorda. No digas eso.
-Pero si… -la hizo girar y la beso, porque ya no podía contenerse más. Era un beso apasionado, con hambre, demandante. Ayudó a que ella enredara las piernas en su cintura y estaba por desabrocharle el corpiño cuando sonó el timbre. Recuperó su cordura y la bajó, ignorando esa mirada que pedía más.
-Deben de haber llegado. -dijo Amina separándose y empezando a vestirse.
-Nunca pienses que sos fea, sos la segunda persona bonita que conozco.
-¿La segunda? -preguntó alzando una ceja.
-La primera soy yo, vos sos parecida a mi. -le contestó con una sonrisa burlándose y Amina soltó una carcajada. Mientras sonaba nuevamente el timbre y Marcus iba a atender, Amina se vestía.
Gustavo entró saludando a su hijo con un abrazo y cruzaron unas palabras.
-Hola pa. -saludo Amina con el bolso en la mano y este le dio un abrazo.
-¿Ya estas? Que bueno. -dijo su padre- ¿Nos acompañas hasta afuera? -preguntó a su hijo.
-Si, por supuesto, vamos. -Marcus estaba serio viendo a Amina de reojo, ella se contenía las ganas de llorar y armar un berrinche, el único que parecía feliz era Gustavo que iba por su 'pequeñita'. 
-Bueno nos vemos entonces, tenes que ir a saludar a tu madre que te compró algunas cosas…
-Si, en estos días voy. -contestó mientras ella agachaba la cabeza.
-¿Pasó algo? -preguntó Gustavo sintiendo que se perdía de algo.
-No.
-No, solamente que va extrañar hacer un enchastre en mi cocina…
-Pero cocinaba rico y además lo limpiaba, ni te quejes.
-Eso es verdad, cocinas muy rico... ¿no me vas a saludar? -le pregunta.
-Nos vemos hermanito. -saluda y besa  lentamente su mejilla.
-Hasta luego, Amina.

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Es pero les haya gustado esta parte, no se me enojen que acá no se termina😁
En cuanto al gif... fue algo así pero Amina tiene el pelo largo.

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