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*Cumpleaños🥳*

-🎶Feliz cumpleaños…🎶 -empezó a cantarle Marcus a Amina con una vela en un muffin, aunque no la encontró en la cama sino que no tardó en escuchar la ducha, por lo que dejó el muffin en la mesita de noche.
 Ella estaba terminando de enjuagarse el pelo cuando lo oye entrar, dándole la espalda no tarda en sentir unos labios en su cuello.
-Ahora sí. Feliz cumpleaños, mi princesa. -ella lo mira, lo besa y se ata el pelo en un rodete.
-Gracias, me parece o te escuché cantarlo en la pieza.
-Ah, si. Pero no estabas.
-¿Me lo vas a cantar ahora? -el sonrió y se arrodilló.
-No, ahora va a cantar vos. 
-Marcus, no seas ahhh -soltó un gemido leve al sentir su lengua. 
-¿Qué no sea qué? 
-Que no seas malo y sigas. -dijo tomando su cabello y atrayendolo a su sexo.
 Esa mañana fueron al centro a pasear y a almorzar, Amina no sabia porque pero ni Juliette ni Nina se acordaron de saludarla, por ahí no se acordaban, ya que era el primer cumpleaños que tenían juntas.
 Estaban por entrar a un restaurante y suena su teléfono, sin mirar atiende.
-Feliz cumpleaños, mi hijita preciosa ¿cómo estás?
-Hola pa, gracias. Bien, ahora estamos por ir a almorzar.
-¿No es tarde? son casi la una...
-No, pa. Estamos de vacaciones. 
-Es verdad. ¿Cuándo vuelven? Este año no fuimos a cenar. 
-En estos días, cuando vuelva podemos ir...total voy a tener 18 todo el año.
-No es el caso, Amina, ¿vos estas bien? ¿Marcus te trata bien?
-Si, pa. Nos llevamos más que bien. Bueno tengo que colgar. Nos vemos, beso.
-Chau y… -ella colgó y agarrándose del brazo de su hermano entraron.
-¿Esta todo bien? -preguntó al verla con ceño fruncido.
-Si, es que lo noté un poco triste porque no iba a festejar mi cumpleaños con ellos este año.
-Ah, eso… ¿Cómo los festejaban siempre? Digo después que íbamos a cenar, yo nunca me quedaba…
-Si, siempre discutían antes de la torta… En realidad después me iba a dormir y al otro día o tenía escuela o me iba a comprar mi regalo.
-¿Vos me estas hablando en serio? -Amina asintió.
-¿A dónde iba a ir? Si no tenía a nadie con quien salir, si hacía amistades las terminaban espantando diciendo que eran mala influencia. -Marcus se paró.
-¿Me esperas? Voy a hacer una llamada y vuelvo. -ella lo retuvo de la mano.
-Marcus no quiero que pelees…
-Tranquila, no es para pelear. -besó su frente y salió, estuvo poco tiempo hablando y al entrar se lo vio feliz. 
-¿Seguro que no discutiste y ganaste? Se te ve muy contento. 
-No, no es por eso, llamé al camping y les dije que nos íbamos un rato antes…
-Mentira.
-Si, absolutamente pero no voy a contarte tampoco. -ella dejó el menú en la mesa y le alzó las dos cejas.
-¿Eso fue un "que te importa"?
-Algo así, pero más sutil. -le contestó burlándose- Creo que está va a ser mi última sorpresa, con vos es imposible...
-No, me porto bien, me encantan tus sorpresas. -dijo en un tono suplicante dándole un beso.
-Bueno entonces pidamos la comida y cambiemos el tema. 
-Hecho. -sonrió porque internamente ya se imaginaba la sorpresa. 
 El viaje de vuelta fue incluso más tranquilo porque había menos tránsito, él se dijo que no le iba a dejar comprar comida chatarra por la cantidad de papeles y migas que dejaba dentro del auto, después la veía tan feliz hablando sin parar o cantando que se rendía y pensaba que solamente cosas saladas, no más azúcar…
 Al llegar estaba anocheciendo llegaron al edificio y subieron las valijas que estaban más pesadas que cuando se  fueron. Amina corrió a darse una ducha y Marcus le preguntaba cada cinco minutos si le faltaba mucho, mientras ella se arreglaba él también se duchó. Así como llegaron volvieron irse pero esta vez a un bar dónde ya la esperaban.
-¡Feliz cumpleaños! -le dijeron sus amigas que llevaban un gorro de cumpleaños y un silbato, la abrazaron y le dieron dos regalos. Le susurraron algo y no los abrió en ese momento. Marcus por su parte agradecía que haya ido la pareja de Juliette porque pobre de él sino, las miraba y amaba a Amina pero hablaban las tres al mismo tiempo y ellas solas se entendían.
-¿Pedimos para tomar? 
-Si. -dijeron las tres al mismo tiempo para después seguir con la charla.
-Menos mal que se fueron tres días nomás… 
-Amor, no seas malo. -le dijo Juliette.
-Menos mal… -contestó Marcus- ¿cuando se quedan en tu casa después del colegio...así son también?
-No se, yo me voy y las dejo. Además hay mucho trabajo, supongo que aprovechamos de ambos lados.
 Las bebidas empezaron a correr para las chicas (porque ellos eran los conductores designados) las horas pasaban volando y se la veía a Nina que era la única escribiendo por el teléfono, las tres empezaron a hablar bajito (o era lo que ellas pensaban) y no pasó mucho tiempo cuando un hombre gigante entró con cara de pocos amigos y se dirigió a Nina.
-Nina ¿estas bien?
-Si mi grandote, estoy en el cumpleaños de mi amiga Mina. -le contestó arrastrando las palabras.
-¿Ustedes la dejaron tomar así? -los miró queriendoles arrancar la cabeza.
-Tranquilo, solamente tomaron dos daikiris y el resto sin alcohol pero no se dieron cuenta ¿y vos sos?
-El es… mi grandote. -dijo Nina abrazándolo- solamente no me lleves a casa, no quiero ver a ese tipo que dice ser mi papá, asco me da.
-Bien, pero nos vamos y voy a avisarle a tu madre dónde estás. -los hombres los miraron irse sin saber qué hacer, cuando le fueron a preguntar a ellas las vieron con una cara de felicidad y de emoción que esperaron a que crucen la puerta para decir:
-¡Si! -al unísono, chocar palmas y puños, y hacer sobresaltar a más de uno.
-Bueno chicas, ya es muy tarde, nos tenemos que ir. -dijo Marcus 
-¿Ya? 
-Es que ya están por cerrar... mañana vienen las dos a casa y listo.
-Te tomo la palabra. -dijo Max que seguido lo saludó y se llevó a Juliette casi en brazos.
-Amor… -lo llamó Amina colgándose de su cuello
-¿Qué? ¿Vamos?
-Si, pero te quería decir que fue el mejor cumpleaños del mundo. Gracias. -le dio un pequeño beso y la llevó afuera- ¿me haces caballito?
-Solamente si me prometes que no vas a vomitar. -ella se rió e intentó ponerse sería.
-Promesa de meñique. -no tardó en subirse a la espalda de Marcus- ¿te acordas de la promesa de meñique?
-No, contame.
-Cuando le rompí el collar de perlas a mamá y salieron todas volando mientras yo lloraba y vos no sabías que hacer asique me dijiste que no pasaba nada que si yo no decía nada…
-Iba a ser culpa mía, y como no me creías hicimos la promesa de meñique que era súper importante entonces logré que te callaras...éramos muy chiquitos... y tuve que hacer de cuenta que me gustaban las baratijas de vieja que usaba mamá...en serio eran muy feas. -ambos rieron.
-Pero el collar de perlas era muy lindo.
-Mañana voy a hacerte acordar de este comentario y te vas a acordar de cómo era y me vas a dar la razón…
-Para nada. -la bajó y la ayudó a subir al auto- cosita hermosa…
-Estas muy ebria. Nunca más alcohol para vos.
-Bueno pero hacemos un delicioso.
-No creo, mejor cuando se te vaya la resaca.
-Ufa...bueno el collar de perla será mañana…
-Amina, por favor que estoy manejando. -pero a modo de respuesta obtuvo un leve ronquido.

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Buenas🤗 espero les haya gustado la parte de hoy, sepan disculpar la tardanza pero la musa no tenia ganas de venir. De mi parte estoy super contenta de que les guste y todos sus votos y comentarios me hacen el día, la semanay asi.  Nos leemos pronto!😊🥰

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora